¡Hola
mi dulce amor! Ayer por la noche terminé de leer el libro “Sigo siendo yo” y no
dejo de pensar en una frase que dice la protagonista: Durante 26 años mi vida
fue aburrida, rutinaria y de repente en dos años me empezó a pasar de todo, en
el trabajo, en el amor, viajes y circunstancias inesperadas, tanto buenas como
malas. Y pensé que eso me ocurrió a mí entre los 28 y los 30 años y creo que tú
también puedes recordar un par de años brillantes en tu vida.
Ayer
te puse el relato pero no sentí tu presencia hasta las 16:42 cuando empezó a
dolerme un poco el corazón. De camino a la biblioteca a las 16:52 tuve la
sensación que estabas leyendo el texto, pues notaba débiles mariposas en el
plexo. Estuve hasta las 18h conectada a internet y hubo algún instante que
sentí un pinchazo en el pecho y sospechaba que no estabas solo. Justo al llegar
a mi casa a las 18:33 noté malestar en la barriga y me preparé un café caliente
en lugar de un té. Necesitaba energía, fuerza. Me puse a leer el libro y a las
19:17 sentí un intenso dolor de cabeza. Antes de las 20h te puse imágenes de
Good Evening y miré tu social media. Escribí en mi colour note que percibía que
necesitabas estar aislado, solo. Después de cenar, a las 20:46 sentí ganas de
llorar y a las 21h volvió a dolerme el corazón.
Me
faltaban solo 10 hojas para finalizar el libro y a las 21:21 lo terminé y justo
en ese instante estornudé 3 veces. Miré el libro, recordando que lo había
tomado prestado el 28 de noviembre y cómo me ayudó a desconectar y refugiarme
en los días complicados y tristes, especialmente los últimos de noviembre y los
primeros de diciembre. A las 21:39 te pregunté por qué me dolía tantísimo el
corazón y te puse una imagen de Christian y Anastasia. A las 22:09 escuché un
channelling y me asombré cuando leí que el DM se estaba aislando para mantener
la paz a su alrededor y eso era lo que notaba. Lo último que escribí en la
colour note fue a las 22:43 cuando ya se me había calmado el dolor en el pecho,
te puse imágenes de Good Night y te escribí Gute Nacht mein Liebling.
Hoy
he dormido plácidamente toda la noche y sin dolor y eso se agradece mucho. Esta
mañana después de levantarme a las 7:17 y ponerte imágenes de Good Morning, me
han llegado casi a la vez, dos channellings que decían lo mismo: The DM had an
A-KA moment, a revelation, a epiphany. Y he pensado en lo que me ocurrió a mí
hace 11 días. Antes de las 8h me estaba duchando y he empezado a sentir
nauseas, malestar estomacal y la garganta irritada y te he visualizado con cara
de póker mientras decías: No te reconozco. Pero no me lo decías a mí. Después
he ido a comprar el pan pero no he sentido tu presencia hasta las 9:06 con
dolor en el corazón. A las 9:37 he escrito que de vez en cuando sentía profundos
pinchazos en mi pecho y te he preguntado qué te pasaba. Antes de las 10h he
acompañado a mi madre para hacer unos encargos y posteriormente comprar, y de
regreso a casa me ha vuelto a doler el corazón a las 10:44.
Poco después he
conectado el ordenador y he escrito el relato. Al mediodía he ido a la terraza
con los gatos y tras ponerte una imagen, he sentido ganas de llorar de forma
reprimida. Sentía que no estabas solo y quizás en algún lugar que no era
confortable. Una hora más tarde me he encontrado un channelling* en inglés que
te adjunto y que contesta a muchas dudas que tenía. La última vez que he notado
tu presencia ha sido a las 15:25 cuando estaba lavando los platos. Me ha
empezado a doler mucho el corazón, como si acabaras de ver las imágenes de Good
Afternoon. He pensado que hoy es el día apropiado para poner el extracto de
Estrellas Cruzadas**, de cuando Felix lleva comida a un hambriento Hans. Siempre
me emociona leerlo pues el Hauptmann sufría por su joven rubio, no quería que
le pasara nada y tenía un instinto de protección, igual que yo ahora siento el
tuyo hacia mí.. Espero que te guste. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero
mi precioso alemán.
Eternamente
tuya,
*Someone
who feels like you are their soulmate, has been trying to hide their true
feeling for you. Their life is not what it seems. However someone around them
is jealous and She can sense the DM has feelings for you, so He is trying to stay
away in order to protect this connection right now.
**Hemos celebrado una comilona con varios
oficiales tras una victoria muy importante en Francia que nos ha llenado de
orgullo. Me fijo en mis compañeros, algunos con unas barrigas cerveceras que
demuestran que desconocen lo que es pasar hambre. Es un derroche, son incapaces
de acabarse el pollo asado y desprecian la comida porque saben que nunca les
faltará. Ni siquiera saborean las patatas hervidas con salsa de pepinillo.
Pienso en Hans ya que veo que esa comida la acabarán tirando y no puedo
permitirlo. Tengo buena sintonía con la cocinera, una mujer bávara que sufre
por su hijo que está en el frente. Le pido que me prepare una bandeja con
restos de comida como el pollo, patatas e incluso galletas de jengibre y canela
que ni han mordisqueado entre copa y copa de coñac. Cumple mis órdenes pero
sabe que si alguien la pilla no la creerán y pensarán que quiere quedarse la
comida para venderla.
Duda unos instantes pero le digo que la recompensaré y
ayudaré a su hijo. La cocinera asiente pero no deja de mirar de reojo la
puerta. Le digo que no se preocupe que todos están muy borrachos para darse
cuenta de nada. Regreso al comedor y efectivamente las risas son estentóreas y
se están fumando unos puros y cigarrillos que han llenado de humo la estancia. Cuando empieza a anochecer vuelvo a la cocina y
la mujer me entrega un paquete metido en una caja. Puedo oler incluso la
comida. Asiento la cabeza y salgo a la calle. Me voy con mi coche hasta la casa
de Hans. Me arriesgo, nunca sabes la Gestapo por donde andará pero miro al
cielo y veo la luna llena a la que pido suerte. Una hora más tarde estoy
delante el edificio donde Hans está escondido. Mi corazón se agita, palpita y
de repente el frío se esfuma para dar a un calor corporal que me humedece la
espalda por los nervios. Llamo al timbre y al poco Hans abre la puerta
lentamente.
Al verme me reconoce y sonríe con el pecho agitado. Me giro para
comprobar que estamos solos y entro con el estómago lleno de mariposas y la
boca seca. Volverlo a ver después de tantos días me recarga de energía, me
desaparecen los dolores musculares, la tristeza, la nostalgia y deseo tocarlo.
Antes le entrego el paquete de comida y él me mira con una sonrisa que me
provoca un estallido en mi corazón y una cascada de euforia electrizante. Una
sonrisa y una mirada pueden matarte de amor pero con felicidad. Lo abre encima
de la mesa y enseguida huele los efluvios que desprende aquella deliciosa
comida. De pronto veo como una lágrima se escurre de uno de sus ojos y cae
encima de aquel asado de carne. Me acerco y le pongo una mano sobre su hombro y
veo como sus labios tiemblan de emoción. Como si le leyera el pensamiento, le
pregunto cuánto tiempo hace que no come y me ha dicho que casi tres días y que
ha ido racionando un bollo de pan y una lata de guisantes.
No ha podido salir porque ha visto varios
agentes de la Gestapo rondando y ha tenido miedo que le pidieran la
documentación. Yo lo abrazo con ternura
y él me acaricia el pelo hasta hacerme estremecer. Deseo besarlo,
desnudarlo y tocarlo pero me contengo. Antes tiene que llenarse el estómago. No
dejo que mueva un dedo y le caliento la comida. Tendrá para al menos tres o
cuatro días más pero hoy es importante que coma carne y algunas galletas
dulces. Nos sentamos en la mesa una vez está todo preparado y yo solo me tomo
un vaso de licor y mordisqueo una galleta. Tengo hambre pero sexual, emocional,
de besos y de placer. Me conmueve ver como mastica lentamente, para saborear
aquellos jugos de asado que le ensucian la barbilla y quisiera limpiarle con mi
lengua. Al cabo de una hora, nos sentamos en el sofá destartalado para
disfrutar de una copa de licor ardiente y las galletas crujientes.
Le comento
que ya no le basta la documentación falsa y que necesitará una especie de
salvoconducto por si quiere ir a Frankfurt o salir del país, ya que todo se
está complicando mucho. No queremos hablar más de esto y Hans me toca el pecho.
Tengo mucho calor, a pesar que no hay calefacción. Lo miro con embeleso y Hans
se me acerca y me acaricia detrás de la oreja izquierda. Me siento morir de
amor y placer. Me sella con sus labios los míos pero quiero más y abro la boca
para ahondar más. Los labios se vuelven a acoplar pero esta vez las lenguas
intervienen y un fuego interior nos abrasa a ambos. Los bultos de nuestros pantalones
crecen y se endurecen hasta que ya no podemos más y nos vamos a la cama.
Parecemos animales salvajes, mordiéndonos y jugando para seducirnos, las llamas
de fuego nos abrasan en aquella habitación glacial donde no se deben superar
los 10º. Nos amamos intensamente como si fuera la última vez que lo hacemos.
Ambos tenemos esta maldita sensación. Con la guerra no sabemos si volveremos a
vernos, si los dos estaremos vivos y sanos…Por eso aprovechamos hasta el último
hálito para gozar de nuestro amor.