Contactar con amor o dolor

 

¡Hola mi dulce amor! Durante estas fechas es evidente que es complicado poder contactar, pero de vez en cuando telepáticamente nos enviamos nuestras emociones y no puedes negar que estás un poco triste. Yo intento también distraerme con Rufo, pero el halo de tu energía me acompaña por dondequiera que voy.

Ayer te puse el relato en el blog a las 15:30 y a las 15:50 cogí el autobús que me llevaba a ver a Rufo. Cuando estaba viajando a las 16:11 me empezó a doler un poco la barriga. A las 16:30 ya estaba con el perro y estaremos juntos los próximos 7 días. Estaba un poco triste pero pronto se animó, especialmente al ir al parque de las palmeras y husmear las plantas. Estábamos los dos solos y era fantástico. El día 21 es el solsticio de invierno y el día más corto del año, por lo que a las 17:22 ya estábamos paseando por la montaña de Sant Pere Mártir con una luz del sol preciosa, casi rojiza que teñía los árboles de tonos anaranjados. En ese instante sentí tu amor y tuve la sensación que estabas en tu casa, no solo pero sí aislado.

A las 18:07 me comenzó a doler un poco el corazón. Llegamos al piso a las 18:20 y tras ponerle comida y agua, el animal se tumbó para que le hiciera un masaje. Ya conoce la melodía de Mozart, el andante 21. Yo estaba cansada, pues habíamos caminado dos horas y se me ocurrió que tú también podrías hacerme un masaje en mi mundo de fantasías. A las 18:50 estaba en el tranvía y miré tu social media y suspiré. A las 19:29 estaba ya en casa y volvió a dolerme el corazón pero con más intensidad. Antes de las 20h te puse imágenes de Good Evening y noté dolor en el pecho pero también arousal. Sabía que no podías contactar para no levantar suspicacias.

Cené un bocadillo y me puse a ver la tele pero sabía que pronto me iría a dormir. A las 21h me comenzó a doler la barriga un poco y una hora después me dolía más. Había comido unos pistachos pero pensé que todavía no había tenido ni tiempo de hacer la digestión. A las 22h me fui a dormir tras ponerte Gute Nacht mein Liebling. Dudaba de si contarte esto, pero no puedo esconderte nada y sé que tú mejor que nadie me entenderá. Estaba agotada, me dolía todo pero en lugar de darme una ducha caliente, como sentía arousal, decidí masturbarme para relajarme. Sabía que no vendrías y visualicé imágenes porno. Sentí placer pero todo era muy frío, sin bliss ni electricidad.

En el momento del orgasmo, grité tu nombre pero lo hice con rabia, frustración, dolor y estuve a punto de romper a llorar. Fue durante esos segundos que me di cuenta cómo te echaba de menos. Me acordé de una película donde el protagonista acude a una prostituta y ella le dice que sabe perfectamente cuando un hombre piensa en otra mujer y quisiera que estuviera a su lado en esos momentos tan íntimos. Y el hombre desolado rompe a llorar. Porque además se ha enterado que  la mujer que ama con locura,  le han concertado un matrimonio y debe casarse con otro hombre. Después me quedé profundamente dormida y desapareciste de mi mente pero no de mi corazón.

Esta pasada madrugada ha sido bastante tortuosa. Me he despertado a las 3:45 a causa del jaleo de un grupo de jóvenes gritando delante de mi casa. He ido al lavabo y entonces he notado un fuerte dolor abdominal. Pensaba en los pistachos pero cuando mi gata Nina se ha puesto encima de mi estómago, he comprendido que eran energías. Nina duerme cerca de mis pies pero hacía mucho tiempo que no se ponía sobre mi barriga o cuando yo dormía en posición fetal, apretada en mi pecho y estómago. No podía dormir, por el dolor, el ruido y una extraña sensación de tensión, como si tú estuvieras también despierto. Creo que hasta las 5 a.m. no he podido dormir y cuando ha sonado el despertador a las 6:30 recuerdo haber tenido pesadillas.

Todavía me dolía la barriga y además dolor de cabeza. Me he tomado un café caliente y a las 7h estaba ya dentro del autobús. Me he acordado de cuando lo cogía en agosto, en plena canícula y con mucha gente yendo a trabajar. A las 7:45 ya estaba con Rufo y hemos ido al parque de las palmeras. Los dos estábamos solos y justo a las 8h he sentido mucho malestar. Me costaba caminar y no era por el fuerte viento. Me he sentado en un banco y he anotado en mi colour note que tenía la barriga revuelta, dolor de cabeza y mal gusto de boca. El aire frío me ha vitalizado un poco pero pensaba si eras tú que habías comido y bebido más de lo habitual, algún hechizo o posiciones planetarias adversas. Entonces me he acordado que la luna está en virgo y rige el estómago y está haciendo una oposición casi exacta con Neptuno en Piscis. A las 8:40 he dejado al perro en su casa tras casi una hora y a las 8:47 ya estaba en el tranvía. En ese momento he notado débiles love sparks y he sospechado que estabas despierto. 

Pero de pronto a las 8:49 he sentido muchas ganas de llorar pero de forma reprimida. Lo curioso es que no me dolía la barriga entonces. Estaba realizando imágenes IA pero he improvisado una que te he puesto minutos más tarde. A las 8:53 he escrito en mi colour note: ¿Por qué siento esta pena tan profunda? A las 9:20 ya estaba en casa desayunando y he estornudado tres veces seguidas. Antes de las 10h he vuelto a notar dolor en la barriga. He ido a la terraza con los gatos y minutos más tarde he conectado el ordenador para escribir y he visto que eran las 11:11 y te he dicho I love you. He ido a comprar aprovechando que muchas tiendas están abiertas y al mediodía he ido a mi habitación y en ese momento me dolía un poco el corazón. Antes de conectar el ordenador estaba mirando el móvil y a las 12:21 he pensado en ti, y como si hubieras captado mi telepatía o me tuvieras delante, he sentido muchas ganas de llorar y mucha tristeza. He improvisado una imagen diciéndote que a ti y a Rufo os quiero con locura.           

Justo a las 13:18 he vuelto a sentir mucha tristeza pero ha sido fugaz. Antes de comer me ha vuelto a doler la barriga y también el lado derecho de la boca. Lo último que he anotado, ha sido recientemente, hace pocos minutos. He ido a visitar los gatos callejeros que están cerca de mi casa y he visto una matrícula con las iniciales de tu nombre y apellido y han acudido a mi mente muchas dudas, imágenes de fotografías, textos dolorosos y otras cosas. Como estaba yo sola en la calle, he dicho en voz alta: Enviarme una señal de que mein Liebling me quiere. Eran las 15:15 y no ha pasado ni un minuto, a los pocos segundos ha cruzado delante de mí un coche con matrícula 222. No me lo podía creer. Diez minutos después he sentido mariposas en mi plexo, como si hubieras captado mi alegría. Ya sé que te cuesta expresar los sentimientos, pero a veces me gustaría tenerte enfrente para saber qué sientes realmente, pues los gestos pueden decir más que las palabras. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,