miércoles, 1 de enero de 2025

Ein frohes neues Jahr

 

¡Hola mi dulce amor! Iniciamos un nuevo mes y un nuevo año, con la curiosidad de saber qué nos deparará a ambos, si será mejor o peor que el 2024 y qué momentos buenos y malos nos aguardan. Hoy me he dado cuenta que nos basta unos segundos de conexión telepática, para que esa minúscula llama que te hablé ayer, se vigorice y se convierta en una chispa que cosquillea nuestros chakras.

Ayer no escribí mucho y a las 16:24 anoté en mi colour note que había vuelto a escribir un relato en el blog tras 5 días de ausencia. Era el broche final para cerrar el año y hacer borrón y cuenta nueva, clean the slate. Cuando eran las 17h noté un ligero malestar en mi barriga y tuve la sensación que estabas pendiente y ya leías el texto y que quizás alguna frase te había sorprendido. O tal vez ya estabas preparado para festejar el final de año. Decidí salir a pasear un poco y me crucé con una antigua amiga del grupo en el que yo salía entre 1992 y 1994. De repente me acordé de la primera vez que fui a una discoteca a celebrar la entrada del nuevo año, el 1 de enero de 1993. Sentí mucha nostalgia, recordé lo ilusionada que estaba por ver aquel chico que me gustaba y como recibí la primera decepción ya que él decidió ir a otra discoteca. Estas bofetadas de la vida duelen porque son las primeras de tu juventud. Seguí caminando y de pronto a las 18:18 sentí ganas de llorar, y diez minutos más tarde me dolía el corazón.

No sé por qué me llegó un pensamiento de que los últimos días habías sufrido algún percance, un resfriado, un dolor en alguna parte del cuerpo que te había mantenido prácticamente encerrado en tu casa. Llegué a mi casa a las 18:30 y me puse a ver la tele y después a las 19:36 mientras preparaba la cena, de nuevo sentí ganas de llorar. Se cerró la conexión drásticamente y no volví a sentir tu presencia hasta las 21h cuando volvió a dolerme el corazón y posteriormente noté un débil estallido en el pecho. Después de cenar, al coger el móvil vi que eran las 22:22 y te escribí: Todavía te quiero, mein Liebling. Me quedé sola en el comedor y en la tele no había nada interesante y estuve mirando el móvil hasta que me llegó una canción que es de 1988 y suena cada final de año. Se llama “Un año más” y es de Mecano, un grupo español muy famoso. Por un momento al ver este vídeo, me transportó a mis 18 años y el centenar de veces que escuché la cinta de cassette de un álbum llamado “Descanso dominical”. Lo último que escribí en la colour note del año 2024 fue a las 23:44 y puse: “Vuelvo a sentir ganas de llorar. ¿Dónde estás mein Liebling?”. Y cuando me di cuenta, ya era medianoche.

Estuve viendo las campanadas y minutos después me fui a dormir porque al día siguiente me tenía que levantar pronto. La dueña de Rufo me dijo que se iba de cena con unas amigas y no volvería hasta el miércoles al mediodía, y me pidió si podía sacar al perro. Ha sido una noche muy tranquila, tan solo a las 4 a.m. hubo un poco de jaleo pero duró brevemente. Me he despertado a las 6:28 y me dolía un poco la cabeza. Me he encontrado un mensaje de la dueña de Rufo de hacía apenas 30 minutos donde me comentaba que había vuelto ya a casa y no hacía falta que fuera a sacar a Rufo. Me he tomado un café y he estado en la cama con los gatos. Te he puesto imágenes y a las 7:17 he escrito: ¿Estás despierto mein Liebling? Siento débiles love sparks en el plexo. A las 7:36 he sentido ganas de llorar y no era por la música de Mozart que estaba escuchando. A las 8:20 he salido a caminar un poco por las desiertas calles y he hecho una pausa en el rincón de las palomas. Estábamos a 5º y recuerdo que hace dos años hacía mucho más frío. De regreso a casa he visto tres pósters de Jamie Dornan anunciando la colonia Loewe en apenas 50 mts y me daban ganas de coger uno. Es aquel que está dentro de una bañera y realmente está muy atractivo y guapo. 

A las 8:53 he visto el coche con matrícula 222 y las letras de nuestras iniciales y una K en medio. Hacía meses que no la veía. Antes de volver a casa he comprado porras, que son como los churros pero más grandes para mi madre y para mí.  A las 9:12 he vuelto a sentir amor pero diez minutos más tarde me ha empezado a doler un poco el corazón. Mientras me tomaba un café caliente y las porras, he tenido un dejà vu de cuando yo tenía unos 6 ó 7 años y mi abuelo paterno me llevaba al colegio. No cada día pero si a menudo, me compraba dos o tres churros y me los comía por el camino. Por esa época, a finales de los 70 hacía mucho más frío y era una gozada saborear ese manjar. Lo recuerdo gratamente. También a esa edad fue cuando contraje el sarampión que me mantuvo en cama varios días y echaba de menos ir al colegio. Mientras escribía todo esto a las 9:36, he estornudado 5 veces y sé que has visto las últimas imágenes que te he puesto. He ido a la terraza con los gatos y he estado atareada y a las 11h he conectado el ordenador para escribir. A las 11:39 he escrito en mi colour note: ¿Por qué me duele tantísimo el corazón? No he vuelto a sentir tu presencia hasta las 13:45 cuando de nuevo el dolor era mega intenso, excruciating. 

Después de comer y durante el Afternoon Coffee, te he puesto imágenes y a las 14:54 he notado débiles love sparks. Han dicho en las noticias que ha fallecido José María Castells. Era un famoso DJ de los años 80 que formaba tándem con Toni Peret y que crearon unos recopilatorios llamados Max Mix que fueron célebres y mi hermano los tenía todos. Una vez los dos fuimos a una tienda de Barcelona que vendía discos y cassettes y nos encontramos a Toni Peret y hablamos incluso con él. Actualmente hace un programa de radio por la noche con canciones famosas de los 80 y 90. En el Max Mix 4 había una canción que se llamaba “Geil” que cantaba un grupo llamado Bruce & Bongo y aunque la letra era absurda, me gustaba escuchar en alemán: Ich bin geil, Du bist geil, Wir sind geil…Espero que este año sea feliz para ti. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,


No hay comentarios:

Publicar un comentario