¡Hola mi dulce amor! Hoy tengo poco que explicarte
y tengo la sensación que cuando yo estoy durmiendo tú estás haciendo muchas
cosas y viceversa, cuando tú duermes yo veo la luz del sol. Ayer se me ocurrió
imaginar qué pasaría después que Hans y Felix hicieron el amor de nuevo en
1954, las palabras que se dirían.**
Ayer te puse el relato pero no sentí tu presencia y a las 17h salí a pasear un poco. Fui a visitar a mi padre al cementerio, contándole que había sido una semana agitada y extraña y que lo echaba mucho de menos. Al salir de allí vi una matrícula 222 y te escribí I love you. Después fui a la cafetería del hospital que estaba llena de gente y donde me tomé un té verde. A las 18:25 empecé a sentir mariposas débiles en el plexo y me palpitaba el corazón, pero notaba que debías reprimirte más de lo habitual. Descubrí que a las 18:30 jugaban Borussia Vs Bayern y cuando estaba en casa a las 19h me di cuenta que tu equipo ya perdía 0-2, pero tenía la sensación que el fútbol era lo último en que estabas pensando. Alrededor de las 19:37 comencé a pensar en ti y captaste mi telepatía, pues de pronto me dolió bastante el corazón. A las 19:48 era excruciating the heartache y me di cuenta que enviabas una señal como diciéndome que debías ser cauteloso. Te puse igualmente imágenes de Good Evening y cené un poco.
De pronto a las 20:31 estaba en el sofá sentada y te escribí: ¡Mein Liebling, eres tú! Me muero de amor y tengo muchas ganas de besarte y abrazarte, noto energía en mis brazos. Y también deseo llorar. Te echo mucho de menos. Me levanté y fui a mi habitación para besar tu foto y mientras lo hacía, rompí a llorar de emoción mientras todavía notaba el amor inmenso que me enviabas. Poco después miré el reloj y eran las 20:40 y me acordé de mi padre y sonreí con lágrimas en los ojos. Más tarde me puse a ver la tele pero no me interesaba nada y a las 22:44 me fui a dormir después de ponerte imágenes de Good Night aunque quizás para ti era de Good Afternoon. Cuando estaba en la cama empecé a imaginar escenas entre Hans y Felix, abrazados y conscientes de que debían separarse de nuevo por las circunstancias. De pronto empecé a sentir dolor de barriga y tensión y me llegaba de ti. Por suerte pude dormirme enseguida.
Hoy me he despertado a las 6:49 y me he acordado de un proveedor que teníamos en la empresa donde trabajaba, que pasaba una temporada en China, en Hangzhou y otra temporada en California, creo que la ciudad se llamaba San Bernardino. Debía calcular el cambio de hora para llamarlo en el continente americano o asiático. Después cuando he ido a comprar el pan a las 8:30 no podía dejar de cantar The reason y en ese momento me dolía bastante la barriga. Pero después calma y paz. A las 10h he empezado a escribir el relato imaginario que te adjunto y pensaba que si los dos hubieran sobrevivido, se habrían amado hasta que fueran ancianos. He ido a comprar y a las 11h me ha comenzado a doler bastante el corazón. Al mediodía he ido con los gatos a la terraza y todavía me dolía bastante el pecho y me preguntaba si estabas despierto. Poco después a las 12:31 he sentido ganas de llorar e incluso más tarde he notado love sparks. Quizás tu alma se comunica con la mía en sueños. Ahora son las 15h y voy a ver a Rufo y será fantástico porque no quiero pensar en cosas que me entristecen o duelen. Espero estés bien Schnucki. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
**4 de julio de 1954: Hacía ya 20 minutos que Hans y
Felix habían logrado el clímax a la misma vez, un orgasmo que los dejó llenos
de bienestar, felicidad y bliss. Estaban abrazados fuertemente, podían notar
energía en sus cuerpos, una electricidad que recorría sus brazos y piernas y de
vez en cuando sacudía la columna vertebral de ambos. Soplaba un aire tibio que
despeinaba sus cabellos, secando el sudor de sus nucas y refrescando sus
cuerpos todavía ardientes. De vez en cuando se miraban y se besaban dulcemente
y Hans sonreía mientras que Felix suspiraba. El capitán siempre había sido más
realista y pesimista, mientras que el joven sastre se caracterizaba por su
optimismo y positividad, pero de pronto el rubio dijo una frase que dejó
sorprendido a Felix:
-¿Qué vamos a hacer ahora? Volver a separarnos será
desgarrador de nuevo. Ya no es como antes, todo es aún más complicado. A mi
mujer y a mi hija las adoro, pero a ti te amo y no deseo perderte.
-Siempre tuve presente que debería compartirte, mein
Liebling. Pero no me importa. Prefiero tenerte en mi vida aunque te vea una vez
al mes que no tocarte nunca más. Mi amor por ti es eterno y ya has comprobado
que ni el tiempo, ni la distancia ni otras circunstancias han logrado extinguir
ese fuego y amor que queda entre nosotros como una llama perpetua.
-Ojalá fuera todo tan fácil…Hace poco leí la historia
de Oscar Wilde y su amante Bosie. Nosotros debemos tener cuidado. La
homosexualidad siempre ha existido pero si ya está mal vista, imagina en mi
comunidad donde es una aberración. Conozco a muchos judíos casados que tienen
aventuras con hombres y saben que si los descubren, pueden acabar mal. Basta
una orden de un rabino para que el resto de compatriotas les hagan boicot. Yo
adoro a mi esposa, amo con locura a mi hija que ayer cumplió 6 años, pero tú
Felix eres lo mejor de mi vida, no puedo engañar a mi corazón, reprimir mi
deseo y disimular lo que siento, porque puedo enloquecer de dolor y rabia.
Ambos se abrazaron, se besaron de nuevo y sintieron un
cosquilleo en sus genitales. El hambre sexual entre ellos dos era inagotable
después de tantos años de abstinencia, de no poder estar juntos íntimamente. El
fuego volvió a encenderse, los gemidos no tardaron en aparecer y Hans penetró a
Felix profundamente, con embates potentes que hicieron gritar al capitán
mientras sus pupilas se dilataban de éxtasis. Felix agarró las nalgas del joven
rubio mientras se besaban con pasión, jadeando y gozando de nuevo. Hans
disminuyó el ritmo para disfrutar más rato, llenándose de caricias y besos y
entonces le dijo:
-Carpe diem, alea jacta est! Disfrutemos del ahora
amor mío y lo que tenga que ser, será.
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