¡Hola mi dulce amor! ¿Cómo estás precioso mío? Esta mañana he
escrito a primera hora en la colour note del móvil: Daría lo
que fuera por volver a sentir aunque fuera por un minuto, la
felicidad que sentí hace 4 años. ¿Te acuerdas? Fue la
primera vez que hablamos tú y yo. El corazón me latía muy rápido,
estaba muy nerviosa…Nuestros ojos mirándose, ver lo alto que eres,
lo guapísimo que estabas, escuchar tu voz…Nunca olvidaré ese
instante cariño mío.
Ayer pasaron muchas cosas que quiero compartir contigo. Al mediodía,
después de salir de clase, me crucé con varias personas que
llevaban la acreditación del MWC y concretamente del 4YFN y
enseguida me acordé de ti. Por un instante me imaginé que estabas
en mi ciudad, en este evento tan famoso donde acude mucha gente. No
sé por qué mi mente me hace visualizar imágenes tan vívidas. Pues
me imaginé que nos encontrábamos cara a cara y el impacto de volver
a vernos era increible. Pero no ibas solo, y no podía besarte ni
abrazarte, pero te miraba a los ojos y te decía telepáticamente: TE
AMO, TE AMO. Y tú lo captabas, lo sentías en el corazón y
en la mente, porque eres consciente de nuestra conexión. Mi cuerpo
se emociona tanto cuando imagino estos momentos, que mis ojos lloran
sin poder controlarlo. Poco después, recibía una sincronicidad como
si fuera una confirmación. Se cruzó delante de mí un coche con
matrícula de la ciudad donde vives.
Pero el momento más increíble lo viví por la tarde. Ayer en
cromoterapia experimentamos lo que llaman cúpula de color. Con la
técnica del pulso, tenemos que saber qué color necesita cada
alumno. A mí me salió el naranja. Me tumbé en la camilla y cerré
los ojos mientras la profesora proyectaba sobre mi cuerpo la luz
naranja. Empecé a ver llamas de fuego, me sentía como si estuviera
en un infierno, quería salir de allí. El corazón me iba muy rápido
y estaba inquieta. Me di cuenta que estaba en otra vida donde me
habían quemado en la hoguera. Cuando abrí los ojos y lo comenté,
la profesora me dijo:Tú fuiste cátara. Siempre lo había notado,
sobretodo cuando fui a Carcassonne hace años y me puse a llorar
porque yo había vivido allí. Si notaste alrededor de las 19:30
mucho calor, el corazón agitado…era yo.
Hay días que me siento triste y no sé qué me pasa. Los fines de
semana desconectamos y te echo de menos. Pienso que me habrás
olvidado pero de pronto me envías una señal de que tú y yo estamos
conectados. Ayer por el mediodía viví un momento mágico. El
profesor estaba explicando la flor Star of Bethelhem y la
contemplaba porque es preciosa, blanca, luminosa…De pronto sentí
una explosión de felicidad que me hizo flotar. Me moría de ganas de
darte besos apasionados pero no podía. En la libreta en medio de los
apuntes, escribí con letras grandes: TE AMO, TE AMO…ME MUERO
DE AMOR, GRACIAS, DANKE POR ESTA FELICIDAD TAN MARAVILLOSA. Sé
que te llegó de alguna manera. Más tarde te besé apasionadamente y
sentí que te llegaba mi amor, lo noté pero ahora eras tú que no
podías devolverme los besos. Es tan mágico lo nuestro, precioso
mío…
Nunca dejaré de darte las gracias por lo que me haces sentir, y
espero que tú también sientas este éxtasis de felicidad, estas
burbujas maravillosas. ILDÜA!!!
Eternamente tuya,