lunes, 4 de febrero de 2019

Un sueño triste



Hola mi dulce amor. No me gusta contarte cosas tristes pero considero que el sueño que tuve ayer muestra como nuestras almas se necesitan y como se abrazan astralmente como si fuéramos nosotros dos.

Soñé que te veía y parecía que me estuvieras buscando, parecías nervioso. De pronto la siguiente imagen nos veíamos los dos, nos encontrábamos después de muchos años sin vernos. Sin dudarlo te abrazaba con fuerza. Te decia: Antes me abrazaste tú, ahora me toca a mí. Y nos abrazábamos intensamente. Al separarnos me atreví a darte un par de besos, uno en la frente y otro en los labios. Estabas muy serio. Entonces te decía: ¿Por qué siento esta bliss y felicidad pero también una cruel tristeza? Y los dos llorábamos con gruesas lágrimas resbalando por nuestras mejillas. Tu cara estaba desencajada de tristeza y dolor y la mía igual.

Cuando me he despertado sentía los brazos llenos de energía, como si me hubieras abrazado de verdad, como si hubieras estado conmigo en la cama, con nuestros cuerpos apretujados y abrazados fuertemente. He acariciado mi almohada como si fueras tú y la he besado, imaginando que era tu cara, limpiando tus lágrimas con mis labios. Era todo muy bonito pero muy triste.

Como era domingo me he quedado un rato en la cama, reflexionando sobre el sueño y acerca de nosotros. Y he pensado que en el fondo me muero de ganas de verte, de tocarte, de abrazarte pero…¿Y luego qué? Nos volveríamos a separar sabiendo que no podemos estar juntos. Y sé que esto nos desgarraría las almas de nuevo. Pero lo prefiero…Prefiero verte una hora y luego morirme de dolor durante meses. No, dicen que la distancia provoca el olvido pero no es verdad. Nosotros no somos como los demás, nuestras almas han estado juntas muchas veces a lo largo de los siglos y ya hemos pasado por esto antes.

Hace 5 años el día era primaveral pero ese día estaba triste porque se había muerto mi gato Whisky. Hace 4 años hacía mucho frío e incluso nevó pero era la mujer más feliz del mundo porque viniste al restaurante y nuestras miradas se encontraron un par de veces y una felicidad increible me embargó. Hoy hace sol, mucho frío y siento tu tristeza en mi plexo solar. Todo irá bien amor mío, ya verás.

Nunca he querido tanto como contigo y es una sensación extraña de amor y dolor a la vez.

No olvides que te quiero tesoro mío.

Eternamente tuya,

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