viernes, 28 de noviembre de 2025

A memorable moment

 

¡Hola mi dulce amor! Entre ayer por la tarde noche y la mañana de hoy, he escrito muy poco, pero en parte es genial porque verás que la descripción de mi diario de hace 11 años, es bastante extensa. Te noto muy lejos y distante pero sé que no es por iniciativa tuya.

Ayer te puse el relato y cuando eran las 17h empezó a dolerme con intensidad el corazón. Justo antes de salir de casa a las 17:16 sentí ganas de llorar. Miré tu social media y me fui a dar un paseo. Me di cuenta que a pesar de estar a 11º, el aire era muy frío y llevaba las manos dentro de mis bolsillos. A pesar de ser previsora con bufanda y gorro, sentía frío en los pies, pues llevaba botas pero los calcetines no eran muy gruesos. Hice una pausa en el rinconcito de la lavanda a las 17:57 y se había calmado el dolor en el pecho. Llegué a la biblioteca a las 18:15 y se estaba muy a gusto con la calefacción. Pasé poco más de media  hora conectada a internet y antes de comenzar la conferencia de cine a las 19h, te puse imágenes de Good Evening. La temática era sobre el director David Lynch del cual no he visto ninguna película, pero sin embargo guardo un recuerdo maravilloso de una serie llamada Twin Peaks. Recuerdo que la pusieron en la tele en otoño de 1990 y en el instituto casi todos mis compañeros la veían y comentábamos sobre la trama y jugábamos a adivinar el asesino de Laura Palmer.

La música del encabezado y los paisajes tan bonitos, me atraparon desde el primer capítulo. No noté tu presencia excepto a partir de las 20h cuando sentí de forma intensa la ressonance Schumann. Salí de allí a las 20:33 y de regreso a casa hacía frío, con  una temperatura de 8º y tenía ganas de llegar a mi hogar y cenar y ver a los gatos. De repente a medio camino, empecé a bostezar sin parar y noté mi barriga muy revuelta. Llegué a mi casa a las 21h y cené mirando la tele y Hans no se separaba de mí. No sentía tu presencia, y algo me decía que no podías comunicarte, ni tan solo parpadear sin levantar sospechas. A las 22:16 empecé a sentir dolor en el corazón y te dije que seguro que te acordabas que 24 horas antes estábamos ambos mega felices. Cuando me fui a dormir a las 22:42 todavía me dolía el corazón. Te escribí Gute Nacht mein Liebling, te puse imágenes de Good Night y me metí en la cama a la que ya había puesto una manta. Enseguida quedé dormida.

Hoy me he despertado a las 6:26 y me dolía la barriga y pensaba qué diferencia más enorme respecto a cómo me levanté ayer. He tenido un sueño con la nueva dueña de Rufo y me preguntaba si sería una red flag, porque el subconsciente sabe más cosas que la conciencia. Te he puesto algunas imágenes y he visto que el termómetro marcaba 6º con sensación de 4º y me he abrigado al salir a la calle. He ido a ver los gatos pero tan solo he visto una negrita y deseo que llegue el fin de semana para verlos a todos. Mientras estaba allí a las 7:30 notaba mi barriga llena de jugos gástricos. De regreso a casa, me he dado cuenta de la preciosidad de las nubes en el cielo, en tonos naranjas y rosas.

En la radio siempre escucho una emisora que habla de noticias pero hoy he pedido al universo que me enviara una canción idónea para poner en mi IG secreto y acompañar a la imagen del 28/11/14. Y al pulsar el botón de una emisora de música de los años 80, ha sonado el grupo Starship y la canción Nothing´s gonna stop us now. Y he pensado que me encantaba, es animada y la lyrics dice mucho. A las 8h cuando he ido a comprar el pan todavía notaba mi barriga llena de jugos gástricos. A las 8:45 me dolía un poco el corazón pero sabía que no podías comunicarte. Te notaba quieto y callado y tenía la intuición que no estabas solo y quien te acompañaba mostraba enfado. Tenía muchas ganas de confeccionar las imágenes de hace 11 años y la verdad es que han quedado como yo deseaba, y a las 9:45 la he puesto en mi IG.

Me he dado cuenta que estabas muy pendiente, pues a las 9:52 he notado tímidas love sparks en el plexo. A las 10:34 el corazón me dolía muchísimo y he pensado que sentías mucha nostalgia. He ido a comprar con mi madre y por la calle he visto una matrícula 222 y hacía muchos días que no veía una y te he dicho I love you. Notaba mucha acidez en mi barriga. He llegado a casa casi al mediodía y los gatos estaban impacientes por ir a la terraza. Brillaba el sol pero el aire seguía siendo frío. He empezado a pensar en ti y has captado mi telepatía, pues de repente a las 12:04 he estornudado dos veces y he sentido muchas ganas de llorar y una profunda pena reprimida. Intuía que los viernes son especiales, quizás terminas tu jornada laboral al mediodía y luego estás con tu familia todo el Weekend. 

De pronto a las 13h he notado maravillosas mariposas en el plexo, como si quisieras decirme que a pesar de todo, piensas en mí. No he vuelto a sentir tu presencia hasta las 14:58 cuando estaba tomando mi Afternoon Coffee tras comerme un tentador coulant de chocolate. En ese momento he sentido débiles love spakrs y a las 15:08 todavía notaba tu amor. Desde hace años, sobretodo a partir de cuando mi padre falleció hace casi 3 años, no me interesa demasiado la navidad, pero hoy leyendo el relato de hace 11 años, he pensado que me encantaría pasear contigo por un mercado navideño en tu país o en cualquier otra ciudad, siempre a tu lado. Por eso me gusta confeccionar imágenes, porque en la 3D no podré disfrutarlas contigo, pero en mi imaginación y en la 5D siempre estaremos juntos. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,

VIERNES 28 DE NOVIEMBRE DEL 2014: Hoy he vivido un momento mágico, como si fuera un regalo adelantado de la Navidad que se acerca. Cuando me he levantado y he abierto la ventana, había llovido pero yo me sentía feliz y contenta. He llegado al restaurante a las 7:45  y me he puesto a leer el periódico mientras tomaba un café solo y de pronto ha llegado Toni el camarero. Es libra como yo y hemos hablado de que ya nos toca una buena época. Le he hablado de proyectos, ilusiones para mantener la llama de la vida y le hablado de mi libro sobre la segunda guerra mundial en Alemania. Me moría de ganas de preguntarle sobre mein Liebling pero no me he atrevido. Entonces ha llegado el jefe de mein Schatz, creo que se llama Magí y no podía concentrarme en la lectura. He visto que se tomaba un café rápido y se marchaba a la empresa donde trabaja mi alemán guapo. Me he apuntado en el sorteo de la cesta de Navidad y he elegido el número 44. Ya no he podido más y como Toni estaba cerca lo he abordado y le he preguntado si conocía al alemán que suele servir al mediodía. Y me ha dicho.

-El de L…Corporation.

-Sí, que lleva gafas. ¿Habla español?

-Sí, y tanto, perfectamente. Bueno, se le nota el acento.

He disimulado mi felicidad hablándole del libro que había escrito pero que tenía alguna duda en mi documentación y entonces me ha dicho.

-Si quieres un día de te lo presento o te sientas a su lado.

Solo pensarlo se me han humedecido las bragas.

-Es que vi que te saludaba y te hablaba.

-Siempre viene con prisas pero es muy majete-ha añadido.

Me ha hecho gracia la palabra “Majete”. Después le he preguntado si sabía si era de Frankfurt y me ha dicho que no lo sabía.

En la oficina reinaba la paz. Ana se había cogido el día libre y yo me sentía relajada. He tenido mucho trabajo pero en parte me ha servido para distraerme y no pensar en él para no frustrarme pensando que quizás hoy no vendría. He tenido que ir a comer sola, pero no me importa. He cogido el periódico y me he sentado en la misma fila que ayer, pero más centrada. Lo  he buscado con la mirada pero nada, no estaba. Hoy el restaurante parecía más vacío y he mirado el reloj. Quizás vendría a las 14h. Toni me ha traído un plato de pasta farfalle y he empezado a leer. Y 5 minutos más tarde ha llegado él con un compañero y con su abrigo azul marino. Hoy su barba estaba más negra y tupida pero seguía igual de atractivo. Se ha sentado en la misma fila pero más centrado. 

De nuevo le he mirado la nuca. Llevaba un jersey gris pero más oscuro que el de ayer y no tan ceñido. Disimulaba leyendo para no levantar sospechas, pero no sé qué me ocurre con mein Liebling, que es verlo y mi estómago se cierra. He visto que se había pedido una lata de coca cola. El miraba su móvil y charlaba mucho con sus compañeros. Después me he comido solomillo con salsa de roquefort pero me he dejado las patatas fritas. A mi lado había 4 comensales catalanes que celebraban la jubilación de uno de ellos y Toni ha descorchado una botella de cava. Después les han traído porciones de pastel de bizcocho con nata y virutas de chocolate y Toni al ver mi cara de sorpresa, me ha preguntado si también quería un trozo. Entonces a las 14:15 ha llegado el momento sublime, Premium, memorable, maravilloso, delicioso. 

Yo estaba degustando aquella nata, cuando mein Liebling se ha levantado para hablar por el móvil y lo he visto mejor que nunca, de cara y con el fondo del árbol de navidad decorado, una estampa preciosa. Ha habido un momento que parecía que estuviera viendo a Thore Schöllermann. Me he fijado que llevaba pantalones de tela tipo mecánico azules. Hoy no parecía tan risueño, se mostraba muy serio. Cuando se iba a sentar me he fijado en la costura de sus calzoncillos, color marrón claro y debajo del jersey llevaba una camiseta blanca. No dejaba de pensar que mientras yo estaba comiendo el pastel de nata, lo veía de cara y de cuerpo entero. Ha sido un momento glorioso. Me hubiera quedado más tiempo pero debía marcharme. Me alegro igualmente de haberlo visto. Por la tarde no dejaba de pensar si él puede ser el Hans que toda la vida he estado buscando. No sé, me aferro a la frase Carpe Diem. Debo vivir el presente y lo que tenga que ser, será.


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