sábado, 1 de marzo de 2025

Felices en nuestro oasis secreto

 

¡Hola mi dulce amor! No podía imaginar que terminaría el mes de febrero, pletórica de amor y felicidad y comenzaría el nuevo mes de marzo con mucha paz, radiante como el sol de primavera que hoy disfrutamos. Las horas previas del merging fueron tristes y dolorosas.

Ayer te puse el relato y cuando eran las 16:51 de repente me llegó un pensamiento lleno de tristeza reprimida y ganas de llorar y una sensación de querer liberarte de algo que te oprimía los últimos días. Te pregunté si ya habías llegado a casa y te pedí una señal. A las 16:56 como si me hubieras escuchado, sentí aún un deseo más intenso de llorar fuerte. Antes de cerrar el ordenador, estuve mirando mi social media y me apareció una chica que vive en Düsseldorf pero que se llama Preeti y sus rasgos eran de la India. De pronto sentí un flashback, como un dejà vu y me acordé de la regresión que me hice y descubrí cuando viví cerca del río Ganges a principios del siglo XIX. Yo me llamaba así y cuando en plena hipnosis dije el nombre, ni tan solo sabía que era un nombre femenino muy popular en la India. No me apetecía mucho salir a pasear pero con la excusa de ir a comprar pan en el lugar donde venden Bretzels, hice una buena caminata. Estábamos a 11º pero el aire era frío. Me dolía todavía la cabeza y realicé una pausa en la calle de los eucaliptos.

Además de la barra de pan me compré una napolitana de chocolate. Necesitaba algo dulce, me sentía muy triste. Vi una matrícula 222 con las letras JTM y te escribí Je t´aime mon amour. A las 18:15 llegué a mi casa y decidí encender una varita de incienso de lavanda, pues pensaba que me relajaría y calmaría el dolor de cabeza. Al mirar la caja donde tengo de varios aromas, pensé en años atrás cuando encendía prácticamente uno cada día, incluso dos o tres varitas. Me puse a leer el libro que cogí de la biblioteca pero me costó arrancar un poco y además no tenía muchas ganas. Entonces a las 18:37 empecé a buscar en mi social media favorita, una imagen de Good Evening. No añadí ningún detalle, así tal cual. Y me apareció una foto de una pareja brindando con dos copas de vino tinto y me vino a la mente unas palabras que dijiste en un video. Sin poderlo evitar, empecé a sentir mucho dolor y tristeza, pensando que jamás podré vivir ese momento contigo y me dolía el alma. Para mi sorpresa, escuché una voz interior, un susurro que me gritaba: ¡No te rindas!

Y noté que tú captabas mi tristeza súbita al igual que yo capto la tuya. Y fue cuando confeccioné una imagen de nosotros dos brindando y pensé que en mi mundo de fantasías puedo “vivirlo” casi todo. A las 19:18 noté débiles love sparks y a las 19:38 volví a sentir amor en mi plexo, con mariposas, el corazón vibrando y ganas de llorar. De nuevo te volví a preguntar si ya habías llegado a tu hogar. Me puse a cenar, viendo las noticias que aún despertaron más compasión y empatía por Zelenski. A las 21:19 me comenzó a doler el corazón y miré tu social media buscando una razón. A las 21:24 el dolor era excruciating, y a las 21:31 te puse una imagen diciéndote que me dolía mucho el corazón, los pinchazos en el pecho eran terribles. Me puse a lavar los platos y empecé a notar un ligero arousal pero dejé pasar un tiempo prudencial. No estaba muy convencida pero luego pensé que si no venías, como dijo la escritora Mary Louise Hay, la masturbación ayuda a calmar el dolor de cabeza. A las 22:06 encendí una varita de incienso de romero y te dije que era tuya.

Cuando nos vimos, hicimos una postura misionero y enseguida me percaté que estabas desesperado, acelerado y me llenaste de besos apasionados en los labios, la cara y los pechos entre varios lugares. Tú me penetrabas rápido y con buen ritmo. El placer era delicioso y maravilloso. No pude evitar decirte telepáticamente que te notaba hambriento y ansioso, como si hubieras pasado una semana de abstinencia y ni tan solo te hubieras podido desahogar con la masturbación. Tú me miraste con unos ojos que eran una mezcla de dolor, tristeza e incluso rabia. Te acaricié y besé  poco a poco empezaste a sonreír. Tú seguías penetrando y los dos gozábamos muchísimo. Yo abrí las piernas y tú profundizaste en mi interior y aunque el ritmo disminuyó, los thrusts continuaban siendo potentes y profundos. Entonces te hice sexo oral, una deep throat yo tumbada boca arriba y tú de rodillas. Tu Pimmel estaba muy duro y grueso y enloqueciste de placer. También me hiciste sexo oral a mí pero tuvimos que parar unos segundos porque sentía un placer muy fuerte. 

Finalmente hicimos una Doggy y esta vez te moviste más lentamente y en círculos, sin dejar de besarme y tocarme los pechos. Tu cara era de absoluta felicidad e incluso sonreías. Los dos disfrutábamos mucho. Yo noté la penetración muy dentro y sabía que estabas buscando el punto G. No resistimos mucho porque el deseo era muy intenso y fuerte, efervescente y lo comprendo. Al final, tras 10 minutos increíbles y maravillosos logré un orgasmo notable donde susurré tu nombre y tuve una convulsión. No estábamos al 100% pero cuando estábamos juntos es fantástico. Gracias, Danke mi precioso alemán. A las 23:03 estaba todavía buscando imágenes y noté mucho calor y mariposas en el plexo. Lo último que escribí fue a las 23:20 cuando te escribí:  Guten Nacht mein Liebling. Todavía siento las mariposas en el plexo.

Esta noche he dormido plácidamente, como si me hubieran dado el somnífero más potente del mercado. Me he despertado a las 7:25 muy relajada, con un cosquilleo muy agradable en la barriga. Todavía podía oler la esencia del incienso de anoche que me recordaba viejos tiempos. No sé por qué me llegó una imagen, una sensación que eras un pájaro que había estado encerrado en una jaula mucho tiempo y ahora eras libre. Me he duchado y después te he puesto imágenes de Good Morning. A las 8:20 cuando he salido de casa todavía notaba mariposas en mi plexo. A las 8:31 me han empezado a llorar los ojos, especialmente el derecho. He visto una matrícula 222 y te he escrito I love you. No podía dejar de cantar la canción que te he puesto el vídeo. Ayer estuve escuchando música de los años 70 y esta canción de I´d love that you want me no salía de mi cabeza y la cantaba en bucle. A las 9:21 todavía notaba mucho relax y cosquilleo dentro de mí. Pero a las 9:46 estaba en la terraza con los gatos y de repente me ha empezado a doler el corazón, aunque no con la intensidad de ayer. A las 10:10 he besado con pasión tu foto y poco después me ha vibrado el corazón. Al igual que la semana pasada, mi hermano tenía planes y si todo va bien, nos veremos mañana. 

Camino de la biblioteca notaba acidez en mi barriga y un ligero dolor en el pecho. He estado allí desde las 10:50 hasta las 11:30 y a las 11h me dolía muchísimo el corazón. Te he puesto imágenes y a las 11:13 he sentido ganas de llorar y mis ojos de nuevo se han llenado de lágrimas, pero esta vez era el ojo izquierdo el que estaba más húmedo. He mirado tu social media y poco después se me ha calmado el dolor e incluso he notado débiles love sparks. He llegado a mi casa al mediodía y todavía podía notar mucho amor dentro de mí. Cuando eran las 13:13 me ha empezado a doler muchísimo el corazón, era excruciating como ayer por la noche. A las 13:44 he escrito en mi colour note que sentía muchas ganas de llorar y que no era por la música de Debussy que estaba escuchando con Hans y Nina recostados en mis piernas. Todavía me dolía mucho el pecho. Lo último que he escrito ha sido a las 15:06 cuando he notado débiles love sparks pero luego ha regresado el dolor en el corazón. He leído que en Köln es muy célebre el carnaval, que dura una semana y pensaba que quizás no podamos contactar mucho. Pero ya sabes que solo tienes que pensar en mí y capto tu telepatía. Es un regalo divino que muy pocos pueden disfrutar. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,


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