¡Hola
mi dulce amor! Ayer revisando mi blog, me di cuenta que nunca he explicado
detalladamente lo que sucedió hace 10 años. Escribí 15 hojas en mi libreta, por
lo que puedes imaginar todo lo que anoté. He pensado que sería un buen recuerdo
que te hará sonreír de nostalgia o quizás te ponga un poco triste, pues hace
una década la vida parecía un poco más fácil o por lo menos olvidábamos los
sinsabores cuando estábamos en el restaurante.
Ayer te puse el relato en el blog y a las 15:50 cogí el autobús que me llevaba a ver a Rufo pero también a su dueña, quien llevaba más de una semana en su casa por estar enferma. Cuando eran las 16h noté débiles love sparks y pensé que ya habrías visto el relato. A las 16:20 estaba en el tranvía y leí un channelling que explicaba que el DM estaba atravesando un momento personal de mucho dolor y que se encontraba bastante solo. A las 16:30 ya estaba con el perro y nos fuimos al parque de las palmeras. Me di cuenta que yo llevaba la misma ropa que dos meses atrás, el 27 de diciembre, con los pantalones rojos y el jersey verde con la inicial de tu nombre en el pecho. A las 17:14 te puse imágenes y miré tu social media y poco después empecé a notar malestar en la barriga y mal gusto de boca. Después paseamos por la montaña de Sant Pere Mártir que todavía estaba húmeda por la lluvia del martes.
A las 18:18 regresamos a casa de Rufo y estuve tomando un té y unas galletas con su dueña y estaba también su hija. El perro se encontraba incómodo, parecía que notara que no estaba pendiente de él, ni tan solo cuando le hice un masaje. A las 19h cogí el tranvía y notaba paz y tranquilidad y no dejaba de preguntarte dónde estabas, pues parecías muy desconectado. De repente a las 19:26 sentí mucho amor y tuve ganas de besarte. A las 20h te puse imágenes de Good Evening y escuché un channelling donde decía que el DM estaba sufriendo malestar estomacal a causa de las preocupaciones y que hacía un tiempo que no se sentía feliz. A las 21:15 volví a sentir dolor en la barriga. A las 21:41 estornudé tres veces y miré tu social media. Cuando me fui a dormir a las 22:41 te puse Gute Nacht mein Liebling y noté dolor en mi corazón.
Hoy cuando ha sonado el despertador a las 7:20 notaba molestias estomacales y me he dado una ducha con agua caliente primero y un buen chorro de agua fría al final que me ha despejado. Ayer por la noche ya estuve confeccionando imágenes de lo que sucedió hoy hace 10 años. A las 8:25 estaba en la calle y marcaba 4º y he notado débiles love sparks. A las 9h he vuelto a sentir tu amor y te he puesto más imágenes. A las 9:26 todavía notaba esas mariposas débiles en mi barriga. Pero de pronto a las 9:40 cuando estaba en la terraza con los gatos, me ha comenzado a doler muchísimo el corazón. He pensado que quizás habías visto la última imagen donde tú me decías que sentías nostalgia y que todo era más fácil antes. A las 10:10 he salido a comprar con mi madre y a las 10:46 te he preguntado por qué el dolor era tan excruciating. Cuando he llegado a casa todavía me dolía. Al conectar el ordenador eran las 11:11 y te he puesto Te quiero en varios idiomas.
Al mediodía he notado débiles love sparks a pesar que continuaba el ligero dolor en el pecho. A las 13:27 he vuelto a sentir bastante dolor en el corazón y a las 14h he notado tristeza y ganas de llorar, y de nuevo te he preguntado dónde estabas. A las 14:38 te he puesto imágenes de Good Afternoon y he mirado tu social media y sentía que estabas nostálgico. La luna ya está en piscis pero en ese momento es el sol quien hace cuadratura con Júpiter en géminis. A las 14:43 he notado un débil estallido en mi corazón. Mientras lavaba los platos a las 15:09 sentía una especie de light codes en el chakra heart pero a las 15:33 ha regresado el intenso dolor en el corazón que me ha durado unos minutos. Ahora a las 16h estoy relativamente calmada. Espero que te guste el resumen* de lo que escribí hace 10 años y te despierte recuerdos bonitos. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
*VIERNES
27 DE FEBRERO DEL 2015: ¡HE HABLADO CONTIGO! DANKE! ¡GRACIAS! UN DIA
MARAVILLOSO QUE NO OLVIDARÉ. ¡BUF, CÓMO ME PALPITABA EL CORAZÓN! No me lo creo
todavía, estoy en una nuble flotando. Hoy era el día. Es San Gabriel, un
arcángel y no sé si él o los otros ángeles me han dado el empujón, han
orquestado el momento para que saliera todo redondo. Gracias. Esta mañana me
he levantado y me he duchado. Me he puesto aceite de la marca alquimia en el pecho y
detrás de las orejas. Me he vestido con el polar azul turquesa y los leggings
granates. De pendientes las de color azul celeste y mi adorada amatista, símbolo
de piscis. Hoy la temperatura era tibia y cuando he llegado al restaurante a
las 7:45 para tomar un café, Toni el camarero me ha mirado de una forma
peculiar, como si quisiera decirme algo. No tenía mucho trabajo en la oficina
pero ha pasado rápido. Poco antes de ir al restaurante a comer, he ido al
lavabo y me he mirado en el espejo y me he dicho “guapa”. Los pendientes me
quedaban muy bien. Pensaba sin embargo que hoy no vendría, igual que pasó ayer.
Al llegar al restaurante había mucha gente. La fila donde se sienta la empresa
de mein Liebling, estaba casi vacía y el destino ha querido que mis compañeros
y yo nos sentáramos en la misma fila que ocupamos aquel mítico 13 de
noviembre. Me he pedido pechuga de pollo con ensalada y una patata al caliu. No
esperaba que viniera, pero de repente a las 13:55…
Lo he visto pasar por la ventana. ¡No me lo podía creer! Cuatro días en una semana y además más cerca que nunca. He comenzado a ponerme muy nerviosa. El ha llegado con el hombre mayor, el de rizos y un chico joven. Se ha puesto de espaldas en su lugar habitual. Se me ha cortado el hambre de pronto. El llevaba el jersey azul marino con cuello en forma de V del miércoles 25 y pantalones marrones. Le miraba la nuca, el pelo bien corto. Me he fijado que llevaba calzoncillos negros. Ay, las fantasías que han venido a mi cabeza. Me he dado cuenta que comía con la mano izquierda, a pesar que lleva el reloj en la muñeca izquierda. A veces lo veía de perfil y me fijaba en su lunar negro en la mejilla izquierda. Me gustaban sus ojos, aunque hoy estaba serio. Pero en algún momento ha sonreído con los compañeros. La canción que sonaba en ese momento era “Don´t speak” del grupo No doubt. Muchos de sus colegas han marchado y se han quedado solos él y sus amigos. De lejos Toni el camarero no dejaba de mirarme.
El corazón me iba a 100, hacía mucho tiempo que no sentía esa
sensación. El ha comido costilla, ha pedido solo un segundo. Después se ha
comido una naranja mientras yo comía un plátano. Las dudas se me comían, deseaba
hablar con él y mi mente no dejaba de rumiar: ¿Me acerco y le pregunto? ¿Lo
dejo estar? Era una lucha entre querer lanzarme o reprimirme. Pero había algo
dentro de mí que me susurraba al oído: ¡Hazlo, hazlo! Tenía la sensación que
era hoy o nunca. El corazón acelerado pero a la misma vez mucha calma, como si
la amatista que llevaba colgada y en contacto con mi pecho, me diera temple.
Aquellos minutos a las 14:25 mientras esperaba el café eran angustiosos,
tensos, maravillosos, nerviosos. El también se ha tomado un café solo. Entonces
a las 14:30 mis compañeros Ana y Tomás se han levantado de la mesa y a la misma
vez que lo hacía él, pero solo, sin sus amigos, como si tuviera prisa. ¡ERA UNA
OPORTUNIDAD DE ORO PUESTA EN BANDEJA! He cogido el bolso y la chaqueta en mi
brazo y me he avanzado y he esperado a que pasara él por al lado de la columna
y le he dicho:
-Bitte,
Bist Du Deutsch?
-Ja!
Ha
sonado como una pregunta. Su cara era amable, con un punto de sonrisa, pero
también de sorpresa.
-München
oder Frankfurt?
-Dortmund…
Lo
he mirado y era muy alto, quizás 1,90, cara preciosa y los pelos de la barba
rubios. Nunca lo había tenido tan cerca. ¡Mein Schatz!
-Es
que estoy haciendo un libro de la segunda guerra mundial y necesitaba saber si
el Viktualienmarkt también estuvo abierto durante esos años.
-No
sé…-me contestó.
Sonó
de forma tímida, como si estuviera fuera de juego, como si un alemán me
preguntara a mí sobre la guerra civil española. Antes le había escuchado hablar
en español y cuando pronunció “mañana”, sonó como “maniana”. Me miró con su
cara preciosa como diciéndome que no me podía ayudar y parecía que tenía prisa.
Se dirigió a la barra a entregar el vale y yo lo seguí detrás y le dije.
-Eres
del Borussia ¿no? Pues mi segundo equipo es el Bayern.
-¡No!-
exclamó con un tono de disgusto e ironía.
En ese momento no me di cuenta, pero después recordé que en el 2013 el Bayern ganó la Champions contra el Borussia. Los bávaros habían eliminado al Barça y el Dortmund al Madrid. Me di cuenta que parecía molesto pero no conmigo sino con algo del trabajo. Durante los 3 minutos que estuvimos hablando, sonó “Animals” de Maroon 5. Incluso envié un mail a la radio Cadena 100 para que me lo confirmaran. Me di cuenta que tanto Toni como Sandra me miraron serios pero sabía que nos habían visto. Ya en la oficina pensaba en una hipotética final entre nuestros equipos en Berlín. Mientras estaba en el trabajo no era consciente de lo que había hecho, pero ahora in the Evening me siento drogada de felicidad. Siento que estoy viviendo un momento tan maravilloso como aterrador. Solo pensarlo me dan ganas de gritar, me siento excitada. Me gusta mucho. Rompe mis estereotipos como alemán pero me vuelve loca. Las cosas que estoy sintiendo desde hace 3 meses jamás lo había sentido antes, ni tan solo siendo adolescente o treintañera. Ahora, a mis 44 años cuando me he vuelto más seria todavía y centrada y de repente sin avisar, te llega el amor y te sumerge en una espiral que te llena de euforia, sufrimiento e incertidumbre. Mein Liebling, si supieras todo lo que siento por ti…
2:40 a.m. Es madrugada, es ya sábado y no puedo dormir. Estoy escuchando música pero estoy despierta. Antes me quitabas el hambre y ahora también me quitas el sueño. He puesto una emisora que hablaban en alemán. Me encanta escuchar este idioma. Después he cambiado y he escuchado una canción de Pimpinela que cantaba: Me hace falta una flor, necesito una flor que me haga creer que aún existe el amor…Ahora me ha venido a la mente cuando escribí la primera vez que hablaron Felix y Hans y al verte la barba rubia, los pelos dorados me he acordado de Hans Blumenthal. Seguro que cuando eras pequeño eras rubito. Gracias por haber hablado conmigo, Danke Schön!
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