¡Hola
mi dulce amor! Hoy me he levantado contenta y no comprendo la causa, pues te
noto distante y como si no pudieras contactar. Quizás es el día soleado y
espléndido que estamos disfrutando donde vivo, como una primavera pero con
hojas secas en el suelo en lugar de flores.
Ayer te puse el relato en el blog y justo a las 17h sentí un poco de dolor en el corazón. Continuaba con la sensación de que estabas solo o aislado. Poco después salí a pasear y vi en tan solo tres minutos, 3 matrículas con las iniciales de tu nombre y apellido. A las 18h estaba en mi rinconcito silencioso del hospital, donde hacía mucho que no iba. Mientras me tomaba un capuchino de caramelo, no podía evitar recordar a mi padre, cuando hace dos años me turnaba con familiares para hacer compañía a mi padre. A las 18:07 volvió a dolerme el corazón y ya en casa a las 18:43 aumentó la intensidad del dolor en el pecho y tuve el presentimiento que en pocos minutos dejarías de estar solo. Me puse a leer el libro, un capítulo más ameno y divertido que los últimos.
De pronto a las 19:19 me empezó a doler la barriga después de 11 horas de tregua. Te puse imágenes de Good Evening antes de las 20h y no sentí tu presencia hasta las 20:43 cuando de nuevo me dolió el corazón, pero además notaba que pensabas mucho en mí y me echabas de menos. Hubo un instante a las 21:24 que escribí en la colour note: ¿Eres tú mein Liebling? Siento débiles love sparks en el plexo. A las 21:49 estornudé dos veces y una hora más tarde sentí un ligero malestar estomacal, con jugos gástricos en mi barriga. Quizás alrededor de las 22:15, notaste una súbita tristeza, como si estuviera llorando y es que vi un video que me hizo recordar algo que sucedió cuando era niña, un trauma de mi infancia que jamás olvidaré. Como hoy no tengo mucho que explicarte, quiero contártelo.
Mi padre desde joven, tenía licencia de caza, concretamente de escopeta y más de una vez me había contado, que los agricultores le pagaban si él les llevaba una urraca muerta, pues era un pájaro perjudicial para los campos, ya que se comía las semillas. Sé que mi padre había cazado conejos y algún otro pájaro durante su juventud. Cuando mi padre compró el terreno hace 49 años donde vamos los sábados, era prácticamente un bosque, con animales que no veía donde yo vivo ahora, plena ciudad. Siendo una niña vi conejos, serpientes, salamandras, lagartos, lombrices, libélulas, luciérnagas cuando nos quedábamos a dormir en verano, pájaros de todas clases, insectos, y ardillas.
Estábamos rodeados de pinos y encinas y apenas habían tres casas alrededor nuestro. Ahora hay muchas más. Me encantaban las ardillas, las veía saltar por las ramas, me fascinaban. Una tarde, cuando yo tenía 9 años estaba mirando la tele y de pronto apareció mi padre. Y me mostró una ardilla que había cazado. Todavía se podía apreciar la sangre en su piel lustrosa y a pesar de estar muerta, tenía los ojos abiertos. Al ver aquello empecé a gritar, a llorar desconsoladamente y mi padre se quedó sorprendido, no esperaba mi reacción. Aquello me causó mucho dolor, yo amaba a los animales y el hecho de que mi padre mató un animal que ni tan solo se podía comer, me enloqueció de tristeza.
Por si fuera poco, en esa época en la tele hacían unos dibujos, cartoon que se llamaban Banner y Flappy, de dos ardillas. Yo tenía en ese momento dos cobayas, Meerschweinchen, uno gris y el otro blanco, marrón y negro que se llamaban Banner y Flappy. He visto que también aparece en alemán y se llama Puschel das Eichhorn. Pensaba que Felix Kraemer no tenía escrúpulos, no amaba los animales, hasta que Hans Blumenthal con el gato Mazel, le hizo sentir amor y compasión por los animales. Mi padre me dijo más adelante que posteriormente se arrepintió de haber cazado, no tan solo la ardilla sino otros animales. Me fui a dormir a las 22:38 y te escribí Gute Nacht mein Liebling.
Hoy he dormido plácidamente y me he despertado a las 7:07 y no me dolía nada y se agradecía. He mirado las posiciones planetarias y pensaba que la luna y Júpiter en géminis recibían cuadraturas y oposiciones de forma directa y aún quedaba la guinda final de mañana. A las 7:57 he notado débiles love sparks pero a diferencia de ayer, hoy te notaba más distante, alejado, como si tuvieras que guardar las apariencias, disimular tus emociones. A las 8:50 estaba desayunando y durante unos minutos he sentido mucho amor y bliss y he besado tu foto. A las 9:14 te he puesto más imágenes y he mirado tu social media y he estornudado. Poco antes de las 10h estaba en la terraza con los gatos, y de pronto me ha empezado a doler el corazón. He ido a comprar con mi madre durante casi dos horas y alrededor de las 11:22 me dolía de nuevo un poco el corazón. Una hora más tarde me dolía también un poco la barriga, pero muy soportable. Cuando estaba tomando el Afternoon Coffee, he mirado las posiciones planetarias y la luna a 18º de géminis, hacía una oposición exacta con mercurio y una conjunción también exacta con Júpiter.
Era como si te dieran un beso y una bofetada al
mismo tiempo. Te he preguntado dónde estabas, y dos minutos después, a las
14:51 he escrito en mi colour note: ¿Por qué de repente tengo unas ganas locas
de darle un beso y abrazarlo muy fuerte? Captas mi telepatía. Mientras lavaba
los platos he notado caricias en mis cabellos y mariposas en el plexo. De
pronto me he acordado de algo y he ido a mi habitación a buscar un álbum de
fotos y una imagen que recordaba. En 1998 fui a Londres y mi hotel estaba en
Russell Square y justo delante había un precioso parque. Recuerdo que fui y me
sorprendió ver ardillas en el suelo, como si fueran palomas. Un hombre le
estaba dando de comer a una ardilla, y al acercarme y preguntar si podía
alimentarla yo también, me dijo que sí pero que fuera con cuidado porque
algunas mordían. Y es la foto que he puesto en mi social media, la que empieza
por la misma letra que tu nombre y solo hay fotos. Es un animal que asocio con mi infancia y
siempre me ha gustado. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso
alemán.
Eternamente tuya,
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