lunes, 19 de agosto de 2024

Yo no quiero renunciar

 

¡Hola mi dulce amor! Debemos adaptarnos a los cambios en nuestras vidas, incluso a resignarse de que muchas cosas ya no volverán a ser iguales. Ya terminó la love bubble phase de los primeros años y también hay que aceptar que no podemos contactar tan habitualmente. Pero lo que he aprendido es que solamente nosotros sabemos lo que sientes nuestros corazones y las señales que el universo nos envía para decirnos: No, todavía no es hora de rendirse.

Ayer te puse el relato en el blog a las 16h y poco después cogí el bus y el tranvía. Justo al llegar a casa de Rufo antes de las 17h me empezó a doler bastante el corazón. Al salir a la calle con el perro, se cruzó por delante una matrícula de Ingolstadt y me hizo sonreír. El día estaba nublado y empezó a llover ligeramente cuando estábamos paseando cerca de la Deutsche Schule. Me pasó en dos ocasiones de estar pensando mucho en ti, y ver dos matrículas que me hicieron escribir en la colour note. A las 17:20 vi una con las iniciales de tu nombre y apellido y media hora más tarde una 222 y te puse I love you. Fuimos a pasear por aquella zona de pinos y plantas y Rufo se volvió loco cuando vimos un conejo silvestre. Un poco más y me hace caer por un barranco a causa de su impulsividad y su instinto cazador.

A las 18h estaba paseando por la zona donde está el campo de fútbol de la Deutsche Schule y como estaba sola empecé a decirme a mí misma: Pronto cumpliré 54 años y se acabará una etapa de 9 años y quizás se termine el ciclo de mi “relación” con mein Liebling. Como si te hubiera llegado el mensaje directamente a ti o te lo hubiera dicho cara a cara, empecé a sentir un excruciating dolor en mi corazón y me quedé estupefacta, era como si me dijeras que no querías que eso ocurriera. Entonces me vino a la mente la frase de Julia Roberts que decía: Lo que tiene que terminar, se acabará. Lo que tiene que seguir, seguirá. A las 19h dejé al perro en su casa después de caminar dos horas casi sin pausa.

Mientras esperaba el tranvía, pensé que a veces era agotador pero a la misma vez muy terapéutico, pues no pienso en problemas ni preocupaciones. A las 20h ya estaba en mi casa y te puse imágenes y miré tu social media, pero fue como si no pudieras contactar, aunque noté sensaciones en el chakra corazón. Pensé que mercurio R siempre es un fastidio que afortunadamente tan solo dura un mes. Después de cenar me tumbé en la cama y noté un cierto arousal pero creo que era mi propio cuerpo que deseaba un alivio y un premio. Me masturbé y sentí mucho placer pero no viniste. Tampoco sentí electricidad ni bliss, era todo muy mecánico y frío. A las 21:40 te escribí Gute Nacht mein Liebling y quedé dulcemente dormida.

Esta madrugada me he despertado a medianoche y me dolía el corazón y sentía que todavía estabas despierto. Me he vuelto a despertar a las 4:30 y me dolía un poco la barriga. Ha sonado el despertador y cuando he mirado la hora eran las 6:18 y no he podido evitar sonreír. Me he tomado un café y me he duchado y te he puesto imágenes de Good Morning. A las 6:38 he estornudado 4 veces seguidas mientras notaba débiles mariposas en el plexo. Mientras estaba conduciendo, escuchaba una voz diciéndome que estaba loca por ir a llevar comida a los hermanos de Hans y luego ir a ver a Rufo. A las 7h estaba allí con los gatos callejeros y me he sentido muy feliz. La gente que no le gusta los animales no lo puede entender. He vuelto a casa a las 7:16 y diez minutos más tarde estaba cogiendo el autobús. En lugar de mirar el móvil me he puesto los auriculares para escuchar música y de pronto a las 7:32 ha empezado a sonar HO HEY de The Lumineers con la famosa frase “I belong with you, You belong with my, you are my Sweetheart”. 

De pronto he sentido Goosebumps y ganas de llorar pues esta canción sonaba mucho en el restaurante en noviembre del 2014. Ya en el tranvía he vuelto a sentir ganas de llorar al leer un channelling que decía que las TF estaban pasando por unas batallas muy complicadas y he pensado que estamos desconectados, sin podernos amar astralmente, como si fuéramos dos desconocidos. A las 8h ya estaba con Rufo y justo a las 8:08 he sentido de nuevo love sparks en el plexo y me he parado en la calle para escribirte: ¿Quieres renunciar a este amor? Yo no…Y sabía que tú tampoco. Hemos estado paseando por un parque donde había llovido y el perro ha disfrutado mucho. Ya cuando estaba a punto de llevar a Rufo a a su casa, he sentido un débil estallido en mi corazón mientras en mi cabeza no dejaba de cantar sin parar I belong with you…Ya en el autobús de vuelta el conductor llevaba la radio y ha sonado “Everything is gonna be alright”. 

En casa he desayunado un poco pero después he acompañado a mi madre al banco y a comprar y por la calle me he cruzado con una furgoneta con un rótulo que ponía: “Pa alemany”. A las 11:20 he podido sentarme delante del ordenador para escribir mientras me dolía un poco el corazón y te preguntaba dónde estás. Cuando faltaban pocos minutos para las 13h he notado nauseas y molestias estomacales. A las 13:17 he sentido ganas de llorar pero de forma reprimida. Poco antes de empezar a comer, de nuevo he vuelto a cantar el estribillo de Ho Hey. Mientras tomaba el Afternoon Coffee te he puesto imágenes y he mirado tu social media y alrededor de las 15h he notado love sparks y ganas de besarte y he besado dulcemente tu foto después de varios días. Espero estés bien. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,

 


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