martes, 20 de agosto de 2024

Die Umarmung war Magisch

 

¡Hola mi dulce amor! Hoy es un día muy especial para mí. Hace 9 años fue el segundo mejor día después de mi vida, siendo el primero el 13 de noviembre del 2014. Pensaba que quizás no te acordabas pero a lo largo de la mañana me has mostrado señales de que tú también sientes nostalgia por esos días mágicos en el pasado.

Ayer te puse el relato en el blog y poco antes de coger el bus a las 16:16, sentí débiles love sparks. A las 16:30 estaba sentada en el transporte público y sentí maravillosas mariposas en mi plexo. Eran las 17:15 y estaba con Rufo y empecé a sentir malestar estomacal y además me dolía un poco el corazón. Pasamos por delante del Deutsche Schule y nos fuimos a nuestra montaña favorita desde hace unos días y descubrimos una nueva ruta llena de árboles, plantas y silencios. De pronto, desde una altura donde se veía el mar y de lejos algunos edificios de Barcelona, empecé a sentir un amor inmenso como hacía mucho tiempo que no experimentaba y enseguida me acordé del 20 de agosto del 2015. Me llegó tu amor, tu cariño y sentí que nuestras almas en la distancia se abrazaban, fue una sensación increíble y mágica. A las 18:13 hice una pausa y me senté en un banco y te puse imágenes y miré tu social media, y de pronto a las 18:24 me empezó a doler muchísimo el pecho pero en el lado derecho. No entendía qué te pasaba.

A la 19h dejé al perro agotado en su casa y a las 19:19 se me había calmado el dolor en el corazón pero notaba mi estómago revuelto. A mi lado se sentó una chica mulata, sudamericana y se puso a hablar por teléfono y escuché que decía: ¿Qué tiempo hace en California? Allí tengo un amigo. No pude evitar sonreír y acordarme de ti. Aunque te puse imágenes a las 20h te noté lejos, desconectado. De nuevo a las 21h miré tu social media y mi estómago se llenó de jugos gástricos. Después de cenar miré Youtube y me encontré uno cuya frase decía: I belong with you. Me encantan estas sincronicidades. A las 22h estaba tumbada en la cama porque me sentía cansada y de repente noté mucho calor en todo mi cuerpo pero también me faltaba aire y sentí ganas de llorar. Por suerte apenas duró 3 minutos pero fue angustioso. A las 22:23 te escribí Gute Nacht mein Liebling y enseguida quedé plácidamente dormida.

Hoy a las 5:32 a.m. ya estaba despierta y no he podido evitar suspirar al ver la fecha del calendario. Me he duchado y me he tomado un café y a las 6:50 ya estaba en el autobús. Prefiero madrugar para estar más rato con Rufo y luego ayudar más a mi madre por la mañana. Te notaba despierto pero ignoraba dónde estabas y lo que estabas haciendo. Mientras estaba en el tranvía a las 7:17 he sentido ganas de llorar pero de forma reprimida. Miraba las imágenes con AI que te había confeccionado y sabía que te gustarían. A las 7:30 ya estaba paseando con el perro, viendo salir el sol y paseando por calles solitarias. A las 7:34 he visto dos matrículas consecutivas con las iniciales de tu nombre y apellido cuando estaba sintiendo mariposas débiles en el plexo. A las 8:05 estaba paseando por el parque de las palmeras, aspirando el delicioso aroma de las plantas y árboles y de nuevo he sentido ganas de llorar con la garganta irritada. A las 8:16 he visto a la vez dos matrículas con las iniciales de tu nombre y apellido y una además incluía una L de Love o Liebe. A las 8:44 ya estaba en el bus y me estaba riendo con imágenes en el Facebook divertidas mientras sentía mariposas revoloteando en mi plexo. 

De pronto a las 8:55 he sentido de nuevo ganas de llorar pero esta vez con más fuerza y desesperación. Entonces me he dado cuenta que desde que escribo en el blog hace 6 años, jamás te he detallado lo que escribí ese día hace 9 años. Ya en casa he desayunado y te he puesto imágenes y luego he ido a la terraza con los gatos. No dejaban de caer del cielo pequeñas plumas blancas en el momento que me dolía el corazón. Antes de salir a comprar, he releído lo que escribí en mi diario hace 9 años y de pronto he sentido muchas ganas de llorar y notaba mi corazón acelerado. Mis ojos se han llenado de lágrimas y sentía mucha pena. Te notaba muy nostálgico. He besado tu foto de forma apasionada como hacía muchos días que no te besaba. He ido a comprar y al regresar eran las 11:11 y he pedido un deseo. Después he escrito el relato y lo que sucedió hace 9 años. Mientras escribía así como cuando ponía texto a la imagen de hoy, sentía mucha tristeza y ganas de llorar y he llegado a pensar que nos afecta la luna en piscis a los dos como ha sucedido otras veces. 

A las 13h mi madre me ha dicho que le mirara los biorritmos pues se sentía sin fuerzas y he aprovechado para mirarte los tuyos y estás Rock Bottom, tanto a nivel físico como emocional. Más tarde he escuchado dos channellings con apenas 15 minutos de diferencia, y en ambos coincidían que el DM está muy nostálgico y emocional. Poco después me ha empezado a doler el corazón y tras una pausa, ha regresado el dolor en el pecho mientras tomaba el Afternoon Coffee. Hace poco sentía el triple dolor pero de forma ligera, cabeza, estómago y corazón. Mientras escribo estas últimas líneas a pocos minutos para las 16h, siento de nuevo muchas ganas de llorar y no soy yo. Deseo que el fragmento de mi diario de hace 9 años, por lo menos te haga sonreír un poco, aunque sea con lágrimas en los ojos. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,

20 DE AGOSTO DEL 2015: Hoy ha sido un día mágico y lleno de euforia, inolvidable, aunque no puedo evitar sentir igualmente mucha tristeza. Cuando me he levantado esta mañana me sentía melancólica. Me he puesto aceite de jojoba en los pechos y el cuello y me he vestido con el jersey de flores y los tejanos azules. En la oficina me sentía tan triste que no me han afectado los malos modos del jefe. Cuando he llegado al restaurante, había poca gente. Tampoco tenía mucha hambre, se me había cerrado el estómago.  En el bolso llevaba el regalo que quería darle, pero no sabía si podría ser hoy o quizás mañana. Entonces lo he visto sentado de cara y yo me he pedido una ensalada de pollo pero apenas he comido. Poco después lo he mirado por primera vez y lo he pillado observándome directamente y me ha sorprendido su rostro. Estaba muy serio, quizás preocupado o triste, no lo sé. Entonces como si escuchara una voz en mi cabeza me ha empujado a darle el regalo hoy. Mientras me traían una chuleta de cerdo de segundo plato, he estado atenta a que se levantara. De nuevo nos hemos vuelto a mirar a los ojos y seguía con su cara muy seria. A las 14:20 él se ha levantado y solo lo acompañaba un chico con barba. Se ha quedado delante de la caja donde estaba Jaime y me he fijado en su tatuaje misterioso en el brazo. Lucía una celestial camisa blanca y pantalones grises. Entonces le he llamado por su nombre y le he preguntado:

-Perdona, ¿qué día te vas?

-El 25- ha respondido él pronunciando perfectamente la C de cinco.

-Espera un momento por favor…

Y entonces le he entregado el regalo envuelto en papel azul. Mucha gente del restaurante nos estaba viendo pero yo no me daba cuenta.

-Es un regalo para ti. Solo te pido un favor, no lo abras hasta que llegues a casa. Es muy personal.

El ha afirmado con la cabeza sonriendo, como un niño obediente y educado. Sus ojos estaban muy brillantes, su sonrisa era encantadora. De pronto, cogiéndome por sorpresa ME HA ABRAZADO y yo también lo he hecho. Su abrazo ha sido muy sutil, como si fuera un ángel con delicadas plumas o una mariposa sedosa. Y he podido oler un maravilloso efluvio, una fragancia deliciosa de la colonia que llevaba. ¡Oh, hubiera estado entre sus brazos eternamente! Estaba aspirando aquel aroma masculino, mezcla de perfume y su propio olor corporal, cuando me esperaba otra sorpresa. ¡ME HA DADO DOS BESOS, UNO EN CADA MEJILLA! Me he quedado casi paralizada, sin poder reaccionar. Me sentía en una nube hasta que nos hemos despedido. Pocos segundos después he visto a Jaime guiñándome el ojo, Toni el camarero sonriéndome y la camarera Raquel diciéndome: ¡Qué valiente, qué atrevida! Después más relajada me he comido un flan dulce y pensaba que este día es mucho mejor que el pasado 4 de agosto. Ya en la oficina, he ido a la toilette a lavarme los dientes y me ha sucedido algo increíble. Me ha llegado un vaho, una esencia de su colonia y lo he visualizado mirando el regalo. Diez minutos más tarde sentada en mi silla, de nuevo la deliciosa fragancia me ha hipnotizado los sentidos y he pensado que quizás mi jersey con el abrazo, todavía retenía partículas, moléculas adheridas en el tejido. Me siento feliz pero cuando pienso que apenas quedan 96 horas para que se vaya, me siento también muy triste. Gracias, Danke mein Liebling, por todo lo que me has hecho vivir hoy. Ni en mis fantasías ni en mis sueños podía imaginármelo.


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