¡Hola
mi dulce amor! Hoy terminamos el mes de julio que ha sido un poco extraño, pero
ha sido mejor que junio. Tengo poco que explicarte pero me apetece contarte
cosas del pasado que me hicieron feliz. Pensaba en muchos escritores que
plasman en sus libros sus fantasías con hombres o mujeres increíbles, los
viajes que les gustaría hacer.
Ayer te puse el relato en el blog y alrededor de las 16:46 me empezó a doler bastante la barriga, la notaba revuelta, descompuesta. Hacía mucho calor, 36º donde yo vivo pero hice un esfuerzo y me fui un rato a la biblioteca, considerado un refugio climático. A las 17:42 cuando hacía 10 minutos que estaba conectada en internet, empecé a sentir caricias en mis cabellos. De pronto sentí ganas de llorar y sospeché que estabas leyendo el relato. Salí de allí y fui a comprar y notaba todavía malestar estomacal. Llegué a mi casa a las 18:45 y sentí de nuevo ganas de llorar. Me puse a leer el libro y a las 19:39 me comenzó a doler el corazón. Es un dolor que soporto mucho mejor que el de barriga.
Después de poner imágenes de Good Evening sentí brevemente dolor en la barriga pero me percaté que cerrabas herméticamente la conexión. Te notaba muy callado pero sentí mucosidades en mi nariz. Cuando terminé de cenar estuve mirando la gimnasia de los juegos olímpicos que me tenía enganchada a la tele. De pronto a las 21:41 me empezó a doler el corazón pero fue a las 22:20 cuando el dolor era muy intenso. Como estaba tumbada en la cama y no hacían nada interesante en la tele, puse música clásica y me quedé completamente dormida. Me desperté a las 23:23 y te puse imágenes y te escribí Gute Nacht mein Liebling. No sé si fue la mezcla del Rooibos y el tomillo, pero tan solo me he despertado esta madrugada una vez y he dormido muy relajada.
Hoy me he despertado a las 6:30 y no me dolía nada y te aseguro que es un regalo. Me he levantado positiva y se me han ocurrido imágenes con AI que irás viendo poco a poco. He recordado cuando en 1991 con varios compañeros del instituto, hicimos el viaje de fin de curso. Nuestro albergue estaba en Kitzbühel y de allí viajamos a Innsbruck y Salzburg y más tarde entramos en Italia para conocer Venecia. Yo hablaba un poco de alemán y llevaba un diccionario y como en el albergue los cocineros solo hablaban tu idioma, siempre iba yo a pedir Weiss Brot, porque nos servían Pumpernickel y a mis amigos no les gustaba mucho. Innsbruck me dejó sin habla, era una ciudad preciosa, de cuento de hadas.
Cuando visitamos Salzburg se celebraba el bicentenario de la muerte de Mozart, por lo que todas las tiendas vendían souvenirs o bombones de chocolate con la cara del músico. En las calles vi coches de caballos con hombres que vestían con el traje típico tirolés que se parece un poco al bávaro. Me acordé de la película “The sound of music” donde el capitán Von Trapp me recordaba mucho a Felix Kraemer. En Venecia hacía mucho calor, no me entusiasmó y descubrí que los italianos son como los españoles, si te pueden engañar con el precio, lo hacen. Y la fama que tienen los hombres jóvenes italianos de coquetear con todas las mujeres en la calle, es bien cierto. Lo mejor, el café y los helados y la cantidad de gatos que había en las calles.
Y hablando de gatos, he ido a ver los hermanos de Hans y al regresar he visto una matrícula 222 justo cuando estaba sintiendo débiles love sparks. Te he escrito I love you y diez minutos después he notado un arousal muy profundo y light codes en el chakra corazón. No sé por qué me he imaginado que estabas en la ducha y he sonreído. A las 8:18 estaba en la calle para ir a comprar el pan y he notado dolor de barriga y jugos gástricos pero ha sido algo breve. A las 8:38 estaba desayunando y de pronto he notado maravillosas mariposas en el plexo y ganas de besarte. Te he puesto más imágenes y a las 9:24 me ha llegado una love bubble intensa, era como una bola llena de amor que subía desde el plexo hasta el pecho y que ha rematado con un potente estallido en mi corazón. Antes de ir a comprar a las 10:20 he mirado tu social media y de pronto me ha empezado a doler el corazón. No comprendía qué estaba pasando. Aunque he intentado borrar un pensamiento de mi cabeza, no dejo de recibir un mensaje insistente de que llegará algo en agosto que por una parte te asusta pero también te ilusiona.
Antes de las 11h he conectado el ordenador y poco después
he sentido ganas de llorar pero de forma reprimida. Te he escrito en la colour
note que pensaba que hoy te habías levantado muy contento y animado pero hay
algo que te perturba. He vuelto a ver el 11:11 y te he escrito I love you. Alrededor
de las 11:30 me ha empezado a doler la barriga pero además sentía mal gusto de
boca y he aprovechado para comer unas dulces y deliciosas cerezas. Una hora más
tarde me vibraba muchísimo el corazón. Alrededor de las 13:17 sentía una mezcla
agridulce, con débiles love sparks en el plexo pero también ganas de llorar.
Pero diez minutos después las chispas de amor se han transformado en maravillosas
mariposas. La última vez que he notado tu presencia ha sido entre las 15:20 y
las 15:25 cuando he flotado de felicidad con una pequeña love bubble. Hace poco
he ido a visitar los gatos callejeros y el termómetro marcaba 37,3º, un grado
más que ayer y dos más que el lunes. En toda mi vida tan solo recuerdo tres o
cuatro veces haber visto una temperatura superior a 36º donde vivo yo, pero
desde hace un par de años, el calor tropical es cada vez más habitual. Pass auf
dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
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