¡Hola mi dulce
amor! Hoy no tengo demasiado que explicarte pero tampoco estoy con ánimos positivos. Es como si cada mes
hubieran unos días donde reina el desconcierto, la desconexión, la reflexión,
el detachment…
Ayer te puse el relato pero no sentí tu presencia. A las 17:15 salí a pasear aunque el calor era sofocante. Con mis gafas de sol, mi sombrero de safari y buscando la sombra de los árboles, se hacía todo más liviano. Me fui al rinconcito de las palomas y me di cuenta que era como si me reconocieran, supieran que les he dado comida otras veces. Sentí durante un instante débiles love sparks pero también la garganta irritada. Me fui a caminar por la calle de los eucaliptos y en tan solo 4 minutos vi dos matrículas 222 y una tenía las letras JTM y te escribí Je t´aime. Llegué a casa a las 19h y cogí el libro para leer un poco pero me di cuenta que no me estaba gustando, se me hacía muy pesado pasar las páginas y concentrarme.
Hice una pausa y leí que hoy el guerrero planeta marte entraba en géminis hasta el 4 de septiembre y lo positivo era que fomentaría la comunicación global pero por otro lado provocaría discusiones, especialmente cuando forme cuadraturas con virgo y piscis. Te puse imágenes de Good Evening pero te notaba muy lejos. Sin embargo a las 20:46 me empezó a doler mucho la barriga y sufrí un bajón de energía a pesar que había cenado una nutritiva tortilla de patatas. A las 20:50 me tumbé en la cama con el aire del ventilador y estuve adormilada más de media hora, hasta las 21:20. Me seguía doliendo la barriga y sabía que no era a causa de la cena. Cuando me fui definitivamente a dormir a las 22:32 todavía sufría dolor estomacal.
Esta madrugada me he despertado para ir a la toilette y al mirar la hora eran las 5:40. Había soñado muchísimo pero no recordaba nada pero además continuaba doliéndome la barriga. Me he vuelto a meter en la cama pero ya no podía dormir porque estaba consciente y el dolor estomacal no disminuía. Me he levantado para darme una ducha fresca y al mirar la hora eran las 6:18 pero te notaba a años luz. Después te he puesto imágenes pero no tenía motivación. He leído tu horóscopo y decía que estabas inquieto por un asunto que te preocupa.
A las 7:16 se me ha calmado el dolor de barriga pero no he vuelto a sentir tu presencia hasta las 9:14 cuando hacía diez minutos que te había puesto más imágenes y he mirado tu social media. De repente ha retornado el dolor de barriga acompañado de nauseas y sospechaba que no estabas solo. He llegado a las 10h donde vamos los sábados y enseguida he salido a caminar porque estaba lleno de mosquitos. Me dolía la barriga y he llegado a pensar si vuelvo a ser víctima de magia. He hecho una pausa en Can Coll. Estábamos a 31º y al mirar imágenes he sentido nostalgia al ver una foto de Christian Grey o Jamie Dornan, da lo mismo.
Entonces he pensado que no leeré más el libro Mister del cual tan solo he leído 4 capítulos pero me está decepcionando mucho, incluso irritando. Y no he podido evitar las comparaciones. Es cierto que Christian Grey a menudo me sacaba de quicio, con comportamiento controlador, infantil, mal carácter y taciturno, frívolo con el sexo, rayando el sadismo, pero por otra parte odiaba las drogas porque le recordaban a su madre. De hecho realizaba controles sorpresa en sus empresas y no dudaba en despedir de inmediato si alguno de sus trabajadores había consumido cualquier clase de estupefaciente.
Tampoco era amante de los tatuajes, pues las agujas le recordaban a su madre clavándose un pico de crack en los brazos o cualquier parte del cuerpo. El había sufrido hambre y había vivido en condiciones pésimas. Por eso era un gran filántropo con el tercer mundo y realizaba generosas donaciones a hospitales. Era un emprendedor y a los 21 años fundó su primera empresa, llevando la contraria a sus padres que deseaban que siguiera formándose en los estudios. No le gustaban las fiestas y no lo pasó nada bien en su despedida de soltero. Tiene una personalidad que no es perfecta pero entre el psicólogo y el carácter de Anastasia, lo van puliendo y renace como un ave fénix para convertirse poco a poco en un buen marido y padre.
El libro que estoy leyendo ahora, el personaje se llama Maxim y es aristocrático y no ha trabajado en su vida. Desde niño tiene una cuenta corriente con acciones y activos donde el dinero es como una corriente de un río, nunca se termina. Queda con mujeres desconocidas por Tinder solo por sexo, pero a la mañana siguiente quiere que se vayan, no soporta que ellas le hagan preguntas y no desea ni compartir un café. Las usa como un pañuelo de papel. Ni tan solo las mira a la cara y lo único amable que hace, es que les pide un taxi para que se marchen pronto. Se mete rayas de cocaína por puro aburrimiento y se pasa las horas en el gimnasio, jugando a tenis, en el pub o teniendo sexo con cualquier mujer, como si las escogiera en un catálogo. Incluso seduce a su cuñada, dos días después de haber enterrado a su hermano mayor. No he podido evitarlo pero me ha recordado mucho al segundo hijo de Biden.
He ido a una pineda donde hace dos años nos sentábamos Rufo y yo bajo la sombra, escuchando las cigarras y oliendo las hierbas que nos rodeaban. He echado mucho de menos al perro. A las 11:32 me ha vuelto a doler mucho la barriga. He llegado a casa dos horas más tarde y me he puesto a escribir y a las 13:46 me dolía el corazón y la barriga. Intuía que estabas con mucha gente, quizás celebrando algo o de vacaciones. Mientras tomaba el Afternoon Coffee ha regresado el malestar estomacal y te he preguntado qué no podías digerir o a quién no tragabas.
Ha habido un momento que el oído derecho me ha silbado a un volumen altísimo. Lo último que he anotado ha sido a las 16h cuando el dolor en la barriga ha vuelto y de nuevo te he preguntado dónde estás, qué te ocurre para transmitirme ese malestar. O quizás no eres tú y es algo que me afecta solo a mí. Tengo la sensación que a medida que transcurran los años, si todavía estamos en contacto, va a complicarse todo mucho más porque a cuando más años cumplimos, los problemas crecen y a los 40 años no se ve igual la vida que a los 30 y menos a los 20. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
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