¡Hola mi dulce amor! En varios lugares he leído que esta semana
será complicada para las Twin Flames, ya que el DM estará distante y ambos nos
enviaremos triggers de manera inconsciente. Esta mañana he escrito mucho en mi
colour note, cómo me siento, lo que me llega de ti y el cosmos que nos afecta y
no podemos hacer mucho.
Ayer después de ponerte el relato en el blog, volví a visualizar el video que pusiste y de pronto me pregunté a mí mismo: ¿Qué estoy esperando? El está casado, atado…De pronto empecé a sentir mucosidades en mi nariz y me picaba la nariz, como si hubieras captado mis pensamientos. A las 17h decidí ir un rato a la biblioteca y por el camino noté maravillosas love sparks en el plexo mientras no dejaba de pensar en ti. A las 18h cuando terminé la sesión de internet, noté arousal y durante bastante rato sentí mis chakras heart & sacral activados. Pero cuando eran las 19h noté dolor en el corazón y leí un channelling que decía que a pesar de todos los triunfos en su vida, el DM se sentía desmotivado. Era lo que percibía yo pero pensaba que era mi imaginación. Antes de las 20h te puse imágenes de Good Evening y me dolió un poco el corazón.
Pero fue a las 20:26, cuando ya había acabado de cenar, que sentí tristeza, ganas de llorar y mucosidades en mi nariz. Fue entonces cuando te puse una imagen de Christian y Anastasia con un texto sobre la telepatía que me llegaba, los verdaderos sentimientos que salían de tu corazón. Hubo un instante a las 21:16 que sentí una maravillosa bliss envolviendo todo mi cuerpo. Después me puse a lavar los platos y notaba deseo, arousal y al pensar en ti, estornudé 4 veces seguidas. A las 22:20 intenté hacer astral sex pero me di cuenta que había barreras, miedo, algo que nos impedía “merging” como antes. Me llegó un pensamiento de que una fuerte discusión días antes, había provocado este temor por volver a hacer astral sex. Me fui a dormir y enseguida quedé dormida, pero no pude alejar una sutil tristeza en mi alma y corazón.
Hoy me he levantado a las 6:26 y me he dado cuenta que era el portal 12/12. Hace 3 ó 4 años se hubiera despertado la kundalini y hubiéramos hecho sexo astral con locura Pero todo ha cambiado y me he acordado de una pregunta que formulé hace 7 años a los ángeles, guías espirituales, al cielo: ¿Volveré a ver a mi guapo alemán y haremos el amor físicamente? Ellos me dijeron: Si te decimos que sí, te relajarás, lo darás por hecho, no lucharás y perderás la ilusión. Si te decimos que no, vas a tirar la toalla y te deprimirás. Así te dejamos con la incógnita para que no pierdas la ilusión de que algo puede suceder. Y me he acordado que hubo un tiempo que los dos estábamos muy enamorados, a ti te notaba excitado, enviándome intensas love bubbles y pensaba que cogerías un avión y vendrías a Barcelona. Y te confieso que sentí miedo, te amo mucho pero la distancia entre nosotros es un hecho y una realidad. Después a las 7:28 estaba con los hermanos de Hans y allí he comenzado a sentir dolor de cabeza y mucosidades. Justo al llegar a casa a las 8h he notado dolor de barriga pero ha sido breve.
A las 8:26 regresaba de comprar el pan y he empezado a imaginar y visualizar que Hans Bumenthal celebraba la Hanukkah y Felix visitaba su casa y se daba cuenta de muchas cosas. De repente he sentido mucha tristeza y ganas de llorar. Para mi sorpresa, mientras desayunaba he descubierto que la Hanukkah de 1954 coincidió con la Navidad cristiana, pues depende del año, se celebra a principios de diciembre o finales. Y he pensado que debía escribir un relato, no dejaba de ver imágenes y elaborar mentalmente una historia que me emocionaba. He mirado tu social media pero te notaba lejos. Antes de salir a comprar, he vuelto a pensar en Hans y Felix y de nuevo he sentido tristeza y dolor en el corazón. A las 11 cuando he regresado de comprar, me ha vuelto a doler el corazón. Mi madre quería ir a un sitio pero le he pedido que fuéramos por la tarde, ya que deseaba escribir la historia lo antes posible. Cuando al mediodía he terminado de escribir, he sentido mucha felicidad, parecía que estuviera allí con Hans y Felix hace casi 69 años.
Después he mirado tu social media pero no ha sido hasta las 13h que he notado tristeza y dolor en el corazón, además de ganas de llorar. Veinte minutos después te he puesto una imagen de Christian y Anastasia con un texto para que supieras cómo me sentía yo y lo que me llegaba de ti. No era normal aquella melancolía y angustia dentro de mí. Lo último que he anotado en mi colour note, ha sido a las 14:56 cuando he notado maravillosas mariposas en el plexo. Yo también tengo mis momentos de pena, especialmente si miro alguna foto pero intento buscar cosas que me alegren. Espero que te guste el relato de Hans y Felix. Quizás algún día escriba un libro imaginando que ellos dos no fallecieron y siguieron viéndose esporádicamente. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
4 de Julio de 1954: Felix empezó a sentir dolor en el estómago a causa de los nervios a medida que se acercaban al punto de salida en Berna, en la estación donde Hans había quedado con su mujer y su hija. Volver a separarse después de aquellas horas donde habían hecho el amor y habían sido tan felices, le desgarraba el corazón al viejo capitán. Hans no decía nada pero a pesar que sonreía, el dolor rasgaba sus entrañas y sentía ganas de llorar.
-¿Cómo se llama tu mujer?- le preguntó de repente Felix
mordiéndose la mejilla por dentro.
-Sara….musitó Hans agachando la cabeza.
-¿Y tu hija?
-Marien…
Felix se lo quedó mirando. Era un nombre hebreo, aunque se usaba
mucho también entre los católicos, pero conocía bien a Hans y sabía que se lo
había puesto por una razón de peso.
-Llevo a Munich en mi corazón, el lugar donde fui más feliz y la
Marienplatz es donde nos conocimos, cerca de la sastrería y donde me salvaste
la primera vez.
Felix lo miró a los ojos y le cogió las manos que estaban muy
calientes. Hans apretó los labios para reprimir las lágrimas que ya asomaban en
sus ojos. La voz cantarina de Sara y la alegría de Marien, la niña los separó
de golpe. Hans volvió con su familia y Sara sonrió a Felix para despedirse de
él. Felix se mordió la lengua pero le hubiera querido decir: Ama a Hans cómo se
merece, no le hagas daño, no le causes dolor…De pronto Marien le preguntó a su
padre si volverían a Berna para ver a los abuelos y Sara se adelantó y le dijo
que seguramente durante la Hannukkah. Y vio como los 3 se iban felices, con la
niña rubia en sus brazos y abrazada a su cuello.
5 de Agosto de 1954: Felix miró el calendario y recordó que hoy
era el cumpleaños de Hans que cumplía 44 años. Todavía estaba muy guapo, joven
y sexualmente potente. El cumpliría 56 el 30 de agosto y al contrario que sein
Liebling, el ex militar notaba su cuerpo cada vez más atrofiado, con dolor en
las articulaciones, brazos, rodillas, hombros, pies, también había perdido
mucha visión y su dentadura se estaba debilitando. Y sexualmente había perdido
el interés, tan solo Hans lo excitaba y lo enloquecía de placer. Pero él tenía
una familia y estaba lejos.
16 de diciembre de 1954: Era una fecha que jamás olvidaría, la
primera vez que Hans y él hicieron el amor, se unieron sexualmente y ya nada
volvió a ser igual. Habían transcurrido 16 años pero se acordaba de todos los
detalles, los olores, sabores, los gemidos, el placer excelso…
19 de diciembre de 1954: Pocas veces había coincidido la
Navidad, fiesta principal de los cristianos, con la Hanukkah, celebración de
los judíos. Felix se deprimía solo pensar en pasar la noche del 24, solo en su
casa. No se lo pensó dos veces y se dirigió a la estación con destino a Berna.
Estaba a 425 km, más cerca que de Munich a Berlín que había 585 kilómetros.
20 de diciembre de 1954: Nada más bajar del tren, una copiosa
nevada lo recibió. Las calles estaban teñidas de blanco, la temperatura era de
-2º pero su cuerpo ardía de calor y deseo. Sabía dónde ir y aunque tan solo
habían transcurrido 5 meses desde la última vez, le parecía una eternidad.
Cuando llegó a la casa de los suegros de Hans y lo vio a través de una ventana,
su cuerpo se encendió como una antorcha. Y Hans no tardó en darse cuenta, en
reconocerlo y su corazón dio un brinco tan potente, que golpeó su pecho.
Resopló y se mesó nervioso los cabellos y le dijo algo a su mujer. Al salir a
la calle, agradeció aquel chorro gélido que impactó en su cara ardiente y
arrebolada. Los copos de nieve caían rápidos y sus cabellos dorados quedaron
cubiertos de estrellitas blancas. Felix respiró profundamente y sonrió de
felicidad.
-¿Cómo me has encontrado?- le preguntó sorprendido Hans.
-Recuerda que fui nazi y estoy acostumbrado a buscar a
personas-dijo Felix con sorna.
Hans lo apartó de la ventana y se escondieron en un rincón y
allí se besaron con pasión. El aliento de Hans tenía gusto de licor tipo Kirsch
y Felix sintió todavía más deseo por saborear su boca. Después se abrazaron y
aunque Felix llevaba un grueso abrigo, pudo sentir la energía y la fuerza de
Hans. Se miraron a los ojos, no podían separarse pero de pronto la voz de
Marien los alertó. Hans lo invitó a entrar en su casa donde aparte de su mujer
y su hija, estaban sus suegros y otros familiares y amigos celebrando la
Hanukkah. La mesa estaba llena de comida y bebidas, regalos y en el fondo un
candelabro con dos velas encendidas y varias estrellas de David bordadas en
manteles y ropa. Nunca hubiera imaginado estar en un lugar así pero por el amor
de Hans su vida había cambiado por completo. Muchos familiares lo miraron con
suspicacia y desconfianza, como si llevara todavía el brazalete con la
esvástica y la Ritterkreuz en el cuello.
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