jueves, 17 de agosto de 2023

This is love...We are feeling

 

¡Hola mi dulce amor! Me he dado cuenta que aunque intentemos distraernos, en cuanto tenemos un instante de soledad y silencio, nuestra mente siempre acaba pensando en la persona que llevamos en nuestro corazón.

Ayer te puse el relato en el blog a las 15:30, después fui a dar de comer a los gatos callejeros y a las 16h había quedado con mi amiga Gemma, la que tiene una hija con un alemán de München. No nos veíamos desde principios de julio y mientras íbamos en el autobús, nos explicamos muchas cosas, ella del amor de su vida y yo de ti. Es la única que me comprende porque sabe lo que es no poder olvidar a alguien que hace años que no has visto, que no es libre o que a pesar de todo, hace lo imposible para contactar. Le expliqué que yo había imaginado de viajar a la capital bávara y encontrarte después de muchos años y le comenté que había escrito una fantasía mía donde nos encontrábamos en el Englischer Garten. Y ella me comentó que había estado varias veces allí, que es un lugar precioso y que su hija comenzó a caminar en aquel parque mágico. También le conté lo que ocurrió el 17 de agosto del 2015. Ese día era un lunes y llovió mucho y por la mañana asistí al funeral de mi tía Roser, la hermana de mi madre a la que adoraba. Al mediodía fui al restaurante de la ZAL y te vi después de 10 días sin verte y te miré y te diste cuenta que yo estaba muy triste. Todo me había sucedido en apenas una semana, saber que volvías a Alemania, no poder despedirme de la perra Perla (anterior a Rufo) y el adiós para siempre de mi tía. Recuerdo que tú me miraste extrañado, percibí dolor en tus ojos como si estuvieras sintiendo mi pena pero yo no tenía consuelo, ni tan solo por volver a verte. No me imaginaba sin embargo que tres días después sería la mujer más feliz del mundo con tu abrazo y tus besos.

Cuando llegamos a Barcelona, llevé a mi amiga a mi librería preferida y yo compré incienso y unas piedras y ella también. Al salir de allí queríamos merendar y nos acercamos hasta el centro comercial Las Arenas, donde antes hubo una plaza de toros y ahora estaba lleno de turistas. Como a ella le apetecía más comer salado que dulce, nos fuimos a comer un bocadillo de chorizo ibérico en un lugar llamado Enrique Tomás, donde la especialidad es el jamón. Hacía meses, quizás años que no saboreaba el chorizo ibérico. Estar sentada allí me transportó a julio del 2020, en plena pandemia cuando todos los establecimientos estaban vacíos. Por esa época retomé mis clases de aromaterapia que se habían suspendido en marzo del 2020 debido al coronavirus. Recuerdo que esos días de julio no dejaba de llorar sin parar y notaba que te ocurría algo, pero no sabía el qué. Más adelante descubrí que abandonabas Düsseldorf para trasladarte a Köln y algo en mi corazón me decía que había sucedido algo que no habías planeado. Volvimos a hablar de nuestros soul lovers Gemma y yo, y en más de una ocasión se me saltaron las lágrimas al recordar momentos emotivos y también sentí escalofríos al decirle que no soportaba que te hicieran daño o se burlaran de ti. Le dije que estaba segura que si tú habías llegado a Barcelona a finales del 2013, seguramente nos cruzamos centenares de veces en el restaurante, ignorando que el destino nos estaba acercando.

Me reí al contarle que fui un montón de veces a Alemania buscando a mi alemán guapo, y resulta que lo encontré en mi propia ciudad. O que la Mannschaft había ganado el mundial estando tú en Barcelona y mi equipo ganó la Champions en Berlín. Le dije a Gemma que no sabía si ir a München en otoño y ella me dijo: Seguro que recibirás señales. Al salir de allí fuimos a coger un autobús para regresar a casa y estábamos ya dentro cuando de pronto se paró un coche con matrícula alemana al lado, con las letras STA y al mirar de donde era comenté: Es de Starnberg, a 30 km de Munich. Eran las 19:37 cuando aproveché para ponerte imágenes de Good Evening y de pronto me comenzó a doler mucho el corazón y sentí ganas de llorar. Me llegaba la sensación de que me echabas mucho de menos. Llegué a casa una hora más tarde y miré tu social media después de varias horas y te diste cuenta, pues de repente sentí de nuevo ganas de llorar y me dolía el pecho. Te puse una imagen de Puuung diciéndote que te había echado de menos y mi nariz se llenó de mucosidades. No volví a sentir tu presencia hasta las 22h cuando volvió a dolerme el corazón. Justo poco antes de ir a dormir a las 23h, noté unas terribles nauseas estomacales y además dolor de cabeza. Te pregunté qué te ocurría y después te deseé Gute Nacht.

Hoy me he despertado a las 7h y aunque me había levantado un par de veces por la noche, enseguida pude volver a dormirme. Mientras me duchaba no dejaba de pensar que tenía la sensación que sufrirías mucho si me fuera a tomar un simple café con un amigo masculino. Como le conté a mi amiga, si tuviera la oportunidad de volver a verte, no desearía ni tener sexo contigo, tan solo verte y abrazarte. A las 7:17 hacía pocos minutos que te había puesto imágenes y de pronto he sentido ganas de llorar y mucha pena. De nuevo nuestros horóscopos nos decía que estaríamos introspectivos y tú además muy nostálgico. A las 8:11 he ido a comprar el pan y de pronto me ha comenzado a doler mucho la barriga y a sentir ganas de vomitar. Más tarde estaba desayunando y antes de las 9h te he puesto más imágenes y me ha comenzado a llorar el ojo derecho. Mi nariz se ha llenado de mucosidades y a las 9:04 he podido visualizarte y tenías lágrimas en los ojos pero sonreías débilmente. Te he escrito en la colour note que yo estaba segura que te amaba pero que creía que tú también sentías amor por mí. A las 9:41 estaba haciendo un collage con las fotos que incluyo en el relato, cuando de nuevo he notado mi ojo derecho lloroso y muchas emociones en el plexo. He ido a comprar con mi madre y el ticket del supermercado ha sido de 14,14€ y nada más salir a la calle, me he cruzado con un niño que llevaba la equipación del Borussia, con la trikot amarilla y el 1 & 1 en el pecho.

Ya en casa he mirado tu social media y poco después he visto el 11:11 y te he escrito Te quiero. Cuando eran las 11:36 de nuevo he sentido ganas de llorar, me dolía el corazón y notaba mucosidades en la nariz. Te he preguntado qué te ocurría y como si el destino me respondiera, he visto un channelling donde el DM decía: I feel so emotional when it comes to you and our relationship. My eyes tear up and I can´t help but cry sometimes. It´s hard for me to show my feelings. No he vuelto a sentir tu presencia hasta las 13:10 cuando he notado maravillosas mariposas en el plexo y esa deliciosa sensación me ha durado bastantes minutos. A las 13:43 he sentido mucho amor dentro de mí. Faltaban un par de minutos para las 15h cuando me ha vibrado mucho el corazón y sentía deseos de besarte. Lo último que he anotado en mi colour note ha sido antes de las 16h cuando me ha empezado a doler bastante la cabeza. Ahora estoy escuchando música zen que espero me calme y me relaje. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,


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