Siempre estás en mi corazón

 

¡Hola mi dulce amor! Iniciamos un nuevo mes, con la incerteza de saber cómo fue. Yo lo he comenzado un poco agitado, como después te explicaré, pero pueden pasar muchas cosas todavía, algunas buenas, otras tristes y otras desesperantes.

Ayer te puse el relato en el blog pero no sentí tu presencia, te notaba muy lejos. A las 17h me fui camino a la biblioteca y a las 17:17 vi una matrícula 222 y te escribí I love you. No sé por qué extraña razón, me llegaba un pensamiento de que hay una persona a tu alrededor que te va a traicionar, alguien en quién confías mucho pero no es lo que parece. Intentaba borrar esa imagen y pensamiento de mi cabeza pero era arrollador, era como si quisieran darme un mensaje del futuro. Yo solo pensaba que estaba equivocada, que son delirios pero poco después me comenzó a doler el corazón y a sufrir dolor de cabeza también. Espero que de aquí un tiempo me puedas decir que estaba completamente equivocada o que mi pensamiento te puso en alerta y te ayudó. Estuve hasta las 18h allí en la biblioteca pero a diferencia de otros días, no sentía tu presencia.

Ya camino a casa, de pronto a las 18:33 empecé a sentir excitación profunda y cuando pensé en ti, de nuevo sentí ganas de llorar. Entonces me di cuenta que delante de mí estaba la matrícula 1311 que había visto por la mañana. A las 20h te puse imágenes de Good  Evening y de pronto 5 minutos más tarde, volví a tener la misma sensación de querer llorar. No comprendía qué te ocurría, pero te afectaba mucho. Poco después de cenar, a las 20:54 empecé a sentir un ligero arousal y a las 21:37 encendí una varita de incienso de ruda pero en menos de un minuto me percaté que no estabas disponible. Me puse a ver la tele y de repente a las 22h regresó un intenso dolor de barriga después de varias horas de tregua. Sentía nauseas y ganas de vomitar y era muy doloroso. Me di una ducha fría y a las 22:35 te puse imágenes de Gute Nacht y me fui a dormir, sin imaginar que la primera noche de agosto y con luna llena, sería una pesadilla.

Esta madrugada me he despertado a las 2:30 porque me había picado un mosquito y tenía una protuberancia muy dolorosa. Me puse aloe vera, aceite de almendras, colonia pero tuve que esperar para que se calmara el escozor. El mosquito me picó 5 veces más entre las 2:30 y las 4:30, en el brazo, la pierna, el pie, la mano y el muslo. Por si fuera poco, sentía dolor de barriga y sospechaba que tú tampoco podías dormir bien. Abrí la ventana pero hacía tanto calor que no corría el aire. De pronto a las 4:30 pude ver al mosquito en la pared y yo que no mato ningún animal, no tuve ningún remordimiento en aplastarlo. La pared blanca quedó manchada de rojo con mi sangre que había acumulado el mosquito. Respiré tranquila y pensé que aún podría dormir un par de horas más. Y fue a las 5:28 cuando me desperté para escribir el sueño que había tenido contigo.

Primero veía a mi primo Josep, que desapareció en el Karakorum en septiembre de 1990 y sabía que iba a la ciudad de Köln porque tenía que ir a un juzgado parar asistir a un juicio. Yo estaba convencida que se cruzaría contigo por la calle, esperando un taxi o comiendo en un restaurante. Después te veía a ti, pero estabas más joven, como si fuera la época de la universidad y tuvieras unos 20 años. Habías grabado un vídeo donde hacías bromas disfrazándote y poniéndote barbas y bigotes postizos y resultaba todo muy gracioso. Me daba cuenta que tus mejillas estaban enrojecidas y pensaba que sufrías de rosácea y que al igual que me ocurrió a mí con el acné, a veces no te sentías seguro de ti mismo. Más tarde yo te buscaba en internet y al principio aparecías en la social media con una camisa azul y estabas muy guapo, pero pronto quitabas la foto. Entonces la cambiabas por la foto de una mujer rubia de cabellos largos, pero era una caricatura, un dibujo de avatar como el que aparece en Facebook. También duraba poco tiempo y volvías a cambiarla y ponías el dibujo de una niña de unos 4 años de cabellos castaños. De pronto desaparecía todo, como si te hubieras hartado de las redes sociales. Yo te escribía el relato explicándote lo de mi primo y sé que lo leías, pues notaba un potente estallido en mi corazón.

Después del sueño he dormido un poco más pero a las 6:30 me he levantado, me he duchado, te he puesto imágenes de Good Morning y he ido a ver al hermano de Hans, que ha venido con su hermana y un amigo, otro gato callejero. Era muy feliz allí viendo cómo todos comían satisfechos. A las 8:12 estaba en la calle para ir a comprar el pan y todavía me dolía la barriga. He visto una matrícula 222 y te he escrito I love you. He visto mucha gente con prendas de color negro y mientras desayunaba, he escrito un artículo. Pasadas las 9h te he puesto más imágenes y he mirado tu social media, pero he sentido que estás todavía más triste que ayer. Aprovechando que tenía el coche en la calle, a las 10h me he ido a un gran almacén a comprarme un móvil nuevo y artículos que son pesados de transportar como un pack de 6 botellas de agua. 

Ha sido curioso porque cuando estaba en la tienda, le he mostrado al dependiente mi móvil para que supiera el tipo de modelo que andaba buscando. En ese momento eran las 10:44 y me ha parecido una señal increíble. He llegado a mi casa al mediodía y he tenido que actualizar y poner al día aplicaciones y demás en el teléfono. No te prestaba atención, pero en cuanto he podido, te he puesto imágenes y he mirado tu social media. Eran las 13:04 cuando de pronto me ha comenzado a doler el corazón y he sentido ganas de llorar. Te he preguntado qué te ocurría y después te he dado besos y me ha sorprendido que estuvieras tan sensible. Después ya no he notado tu presencia y supongo que estás muy ocupado. Hoy ha sido mejor que ayer y espero que esta semana y especialmente este mes, sea mejor que el anterior. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,