lunes, 21 de agosto de 2023

Deseo de la luna azul

 

¡Hola mi dulce amor! Hoy no tengo mucho que contarte, pero ayer cuando estaba escuchando el partido del Barça y dijeron que durante bastante tiempo el equipo va a jugar en el estadio de Montjuïch, se me ocurrió una fantasía**, una especie de relato que me hace sentir bien. Quien sabe si muchas cosas que explico llegan a suceder.

Ayer te puse el relato y cuando eran las 17h sentí dolor de barriga. Antes de salir a pasear a las 17:25 volví a sentir ganas de llorar e incluso tuve un escalofrío a pesar que estaba sudando. Por la calle vi una matrícula 222 y te escribí I love you. Me refugié en la cafetería del hospital a tomar un Rooibos. Era la tercera vez que iba en toda la semana pero se agradecía el aire acondicionado. Antes de llegar a casa noté humedad entre mis piernas pero también un ligero dolor de barriga. Me puse a ver la tele y de repente a las 19:45 me sentí débil, se incrementó el malestar estomacal y además notaba la garganta irritada y los jugos gástricos subiendo y bajando. Te notaba muy lejos pero a las 21h pensé en ti y me dolió el corazón. Lo último que anoté en la colour note fue a las 22:40 cuando todavía estábamos a 29º y me dolía la barriga. Leí que las energías eran densas y afectaban a todo el colectivo de las Twin Flames. Después me fui a dormir.

Hoy me he levantado a las 7h y continuaba sintiéndome desmotivada y sin ganas de hacer nada. Me he duchado y a las 7:42 he estornudado dos veces. A las 8h me ha comenzado a doler la barriga y una hora después el corazón. Te notaba lejos, pero yo me sentía tranquila y relajada, dejaba fluir mis emociones y pensaba que ya no me preocupaba que cerraras la conexión, que yo debía seguir mi camino. Como si me hubieras escuchado o leído he sentido pena y un ligero dolor en la barriga. He ido a comprar a pesar del calor tórrido y al mediodía me dolía el corazón. Ha vuelto a venir a mi mente el recuerdo de mi compañero de trabajo que te conté ayer, y me he acordado que cuando le expliqué la sensación de mariposas que sentía cuando te veía en el restaurante, la burbuja de amor donde yo flotaba solo con tu presencia, él me contó que jamás había sentido esas mariposas en el estómago y nunca había estado enamorado. Le dije que la relación con su mujer había sido dharmica, casi una relación de hermanos y lo habían elegido sus almas en un pacto antes de reencarnarse. Yo seguramente acabaré sola, sin pareja y sin hijos, quizás con gatos y perros pero cada uno busca la felicidad como quiere y puede. 

Al mediodía he escrito de manera improvisada el relato que me gustaría que ocurriera el 8 de noviembre. Mientras lo detallaba, de nuevo  he llorado y mi corazón palpitaba muy rápido. Es que es como si viera una película. A las 13:11 sentía dolor de barriga y de cabeza y antes de comer también el corazón. Mientras tomaba el Afternoon Coffee todavía me dolía el estómago pero de pronto a las 15:04 he sentido mariposas débiles en el plexo. Además me quemaba el pecho y la barriga. Es curioso que durante esos 15 minutos que he notado tu presencia con una pequeña love bubble, me han desaparecido todos los dolores, pero después han regresado. Acabo de venir a ver a los gatos callejeros y estamos a 34º pero la sensación es de 38º. Me siento tranquila, nada preocupada, sé que si el destino quiere que nos sigamos queriendo, no dejará que nos olvidemos. Espero que te guste el relato y quien sabe, quizás se cumple. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,

31 de agosto del 2023: Se acaba de realizar el sorteo de la Champions y de nuevo nuestros equipos han quedado englobados en el mismo grupo, igual que en el año 2019. El 24 de octubre el Barça viajará al estadio del Borussia y el 8 de noviembre recibiremos al equipo alemán en nuestro campo actual, Montjuïch o también llamado Lluís Companys. Es curioso que esta noche se produce la luna azul, que siempre es mágica y concede deseos pero a mí ya se me ha cumplido la mitad de lo que soñaba. Debo elegir entre viajar a München el 9 de noviembre o ir a ver el partido entre los dos equipos de mi corazón. Hoy está lloviendo y quizás el día del encuentro también sea un día gris y además frío, en pleno otoño.

8 de noviembre del 2023: Al final no voy de viaje pero tampoco acudiré a ver el partido. Me he comprado unas gafas nuevas y ya he invertido en algo que no me dejará triste y me ayudará a ver las cosas de forma más clara. Son las 17h y acabo de coger el autobús para ir a Barcelona. El día es gris, las calles están llenas de hojas secas pero todavía no hace mucho frío. Desde que han cambiado la hora, pronto va a oscurecer y debo aprovechar para pasear. He ido caminando cuesta arriba hacia la montaña mágica de Montjuïch. Me trae recuerdos de las olimpiadas, de cuando iba a ferias esotéricas y conciertos musicales. En medio de las nubes grises aparece tímidamente el sol y tiñe de rosa algunas nubes antes de irse a dormir. Me he cruzado con varios aficionados del Borussia, cantando y animando sin parar. Mi corazón se agita, palpita muy rápido y me siento nerviosa como hace 4 años. Sabía que entonces no vino solo y ahora si viene, tampoco lo hará y quizás para ahorrarme dolor en el alma, preferiría no verlo. Pero algo me impulsa a pasear por los maravillosos jardines que rodean al estadio olímpico. A un kilómetro exacto se encuentra un oasis de paz y verdor, el jardí Botànic. Ahora en otoño es mágico, con varios colores en los árboles. Me siento en un banco y miro mi móvil. Contemplo su foto y sonrío aunque se me escapa una lágrima. Lo echo mucho de menos a mi alemán guapo, mein Liebling. Estoy sola y pienso que pronto va a oscurecer, debo aprovechar los últimos minutos de claridad. Me quito las gafas para limpiarme los ojos llorosos y veo que se me acerca un chico. Seguramente será un turista o un aficionado que se ha perdido. No lo reconozco hasta que escucho su voz…

Es el, el amor de mi vida! Liebe meines Lebens! Pienso que es un holograma, que una visión pero cuando me pide permiso para sentarse y noto su cuerpo, reacciono y me enciendo de fuego de la cabeza a los pies. Vuelvo a oler su maravillosa colonia, está sonriendo pero sus ojos están tristes. Le pregunto cómo me ha encontrado y me dice que le puse una pista al poner una foto del jardín en nuestra social media favorita. No puedo evitarlo y lo abrazo y siento una bliss y una felicidad indescriptibles. Cuando nos volvemos a mirar a la cara, ambos estamos llorando y él se muerde el labio inferior. Me atrevo y le doy un suave beso y me siento morir de amor y es él ahora quien me besa y me abraza. Mi aliento sabe a café y el suyo a cerveza. Estaría besándolo durante horas pero no podemos dejar de llorar y las mejillas ya están empapadas. Le beso la mano derecha y entiendo que su vida ha cambiado y como me dijo una vez, hay cosas del destino que no puede cambiar. Le pregunto si ha venido solo y me dice que con unos amigos pero que han ido al centro a comprar y él les ha dicho que iba a visitar a los antiguos compañeros de Barcelona, aunque ha estado poco rato. Empieza a oscurecer y no queremos separarnos, me dice que se quedaría conmigo toda la tarde y noche, que no le apetece ir a ver el partido pero yo le digo que le irá bien y le distraerá. El mira su reloj y sabe que tiene que irse y nos levantamos y nos abrazamos y besamos de nuevo. Le sonrío y le digo: Ya sabes que te amo más que a mi vida y siempre te amaré. El asiente con la cabeza y me responde: Ich auch! Y cuando se va lo hace corriendo pero puedo oír que ha roto a llorar mientras yo miro al cielo y sonrío pensando que seguramente lo volveré a ver de nuevo algún otro día.


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