¡Hola mi dulce amor! Te confieso que hasta hace dos horas, no me apetecía escribir. Este fin de semana ha sido triste y hoy cuando me he mirado en el espejo, no sé si eran mis ojos, los tuyos o los de ambos pero no se podía esconder la melancolía, la tristeza profunda. Ayer te notaba lejos y además presentía que no estabas solo y pensé que era un día para que yo también me distrajera. Creía que no estabas pendiente de mí, pero me equivocaba. Me sucedió algo insólito. Después de comer y lavar los platos, decidí ir a un centro comercial. Estaba en una tienda esperando a que me atendieran, cuando de repente empecé a sentir muchísima ansiedad y además me asfixiaba, sentía una opresión en el plexo. Pocas veces en mi vida he sentido ansiedad y sospechaba que eras tú. Al mirar la hora, era las 17:15 y pensé que estabas preocupado porque no te había escrito. Era tan fuerte la ansiedad, que tuve que salir de la tienda. Sentía ganas de llorar y te escribí en la colour note: ¿Qué te pasa amor mío? ¿Por qué esta ansiedad? A los pocos minutos, como si me hubieras escuchado, me empezó a doler el corazón.
Compré algunas cosas y al salir al exterior te dije mentalmente: No te preocupes cariño mío…A los pocos segundos se cruzó un coche matrícula 222 y al mirar la hora eran las 17:44. ¡Era magia! Más tarde sentí un estallido en el corazón, justo después de ponerte imágenes. Por la noche vi una película sueca que aquí tradujeron como Las Buenas intenciones y pensé mucho en ti. El chico se parecía físicamente a Hans pero las cosas que contaba, era como si fueras tú. Además era un amor con muchos obstáculos, pues la madre de la chica no dejaba de sabotear la relación para que se separaran. Me fui a dormir triste.
Esta mañana cuando faltaban pocos minutos para las 9, he empezado a sentir dolor en el corazón. Media hora más tarde he ido a la terraza con los gatos y no podía dejar de pensar en la película de ayer. De pronto se ha puesto una tórtola muy cerca de mí, mirándome fijamente y he llegado a pensar que era un Spirit Baby. Le he dicho que te transmitiera un mensaje de que te amo con toda mi alma pero que hoy me sentía triste. Cuando se ha marchado el pájaro, he oído una voz que me ha dicho: Todo irá bien. Aguanta. Pero no he podido controlar mi tristeza y he empezado a llorar, suspirando fuerte y sintiendo mucha nostalgia por ti.
Dos horas más tarde, a las 11:30 he vuelto a sentir un fuerte dolor en el corazón y me llegaba un pensamiento de que estabas en un lugar infernal de donde querías huir, a la vez que de nuevo la pena me acompañaba. Al mirarme al espejo, no me reconocía. Hacía mucho tiempo que no veía mis ojos tan melancólicos y apagados. A mi alrededor revoloteaban mariposas blancas y ese color es el de la luz. Antes de comer he sentido de nuevo ansiedad y angustia en el plexo. Más tarde, cuando estaba a punto de regresar a casa, he vuelto a sentir dolor en el corazón y nada más llegar te he dado besos dulces mientras te decía Guapo. Entonces he sentido una combinación extraña, dolor en la cabeza, en el corazón pero también arousal y humedad. Te he preguntado si querías hacer astral sex…
Cuando te he visto, hemos hecho la postura Lotus y tú me mirabas con unos ojos mitad alegría mitad tristeza. Nos hemos besado y acariciado dulcemente y sentíamos mucho placer. Entonces cuando te he acariciado el pecho te he preguntado: ¿Por qué te duele tanto el pecho? La imagen que he visto ha sido impactante. Tenías varios cuchillos clavados tan profundamente en la espalda, que las puntas salían por el pecho. Me he alterado tanto, que he empezado a darte besos y a frotar el pecho haciendo Reiki y he visto como desaparecían los cuchillos y las heridas se cerraban.
Te he hecho sexo oral para que te olvidaras de todo y he empezado por el Pimmel y Hoden pero después te he hecho Rimming y tú has sentido tanto placer que te has llegado a convulsionar, disfrutando de manera intensa y gimiendo fuerte. Yo quería que sintieras mucho placer. Al final hemos hecho la Doggy en un sofá y pronto he notado placer. Me has vuelto loca cuando me has acariciado los pechos o me susurrabas en el oído. La penetración era muy profunda y sentía placer en toda la vagina. Tú te aferrabas y me abrazabas y todavía sentía más placer. No hablábamos, sólo decía tu nombre. A veces todavía se me aparecía la imagen de los cuchillos pero me he dado cuenta que el dolor en el corazón ha desaparecido. Tú has cabalgado más deprisa y ambos gemíamos de placer y felicidad. La conexión entre nosotros era increíble. Al final un orgasmo maravilloso donde ambos hemos disfrutado mucho.
Espero que pronto los dos volvamos a estar contentos. Te quiero mi alemán precioso.
Eternamente tuya,

No hay comentarios:
Publicar un comentario