¡Hola mi dulce amor! No tenía intención de escribirte hasta mañana,
necesitaba dejar pasar el tiempo. Esta mañana estaba bien, no alegre pero
tampoco triste, pero de repente, cuando faltaban pocos minutos para las 11, he
empezado a sentir tu presencia, tu pena y lo he notado muchísimo. Necesitaba
distraerme y he ido a tomar un té rojo con especias que me ha calentado el
pecho. Pero seguía sintiendo tu dolor y he empezado sintiendo un fuerte dolor
en el corazón, después te echaba muchísimo de menos y al final he llorado pero
solamente por el ojo izquierdo. No podía dejar de pensar en ti y las imágenes
del sueño han aparecido de nuevo en mi mente…
He soñado que te ibas con un amigo a Estados Unidos a practicar
deportes de riesgo, a un lugar donde habían aguas bravas. Entonces dicen en la
televisión que hay tormentas y que han perdido el contacto contigo y con tu
amigo y empiezo a preocuparme. Era muy angustiosa la sensación porque pienso
que me moriría si te pasara algo. Veo que te hago una poesía como si fuera de
despedida. Después aparecen las últimas imágenes y apareces tú con casco, botas
de esquí y gafas de esquiador a punto de deslizarte por un trampolín tipo
Garmisch-Partenkirchen. Estás rodeado de nieve y muchos abetos. No dejo de
mirar las noticias y cuando ya he perdido la esperanza, comentan que tú y tu
amigo estáis sanos y salvos en Kiev. Esta ciudad me ha hecho pensar que tú y yo
compartimos una vida pasada en Ucrania en el siglo XVII, cuando los cosacos
dominaban el país. Tú te llamabas Boga Briman y yo Natalia Mirashova. Eras
judío y tenías una cicatriz en el cuello. También nos amamos en medio de una
época muy convulsa y violenta.
Ayer fue un día muy intenso amor mío, porque me activaste la kundalini
de manera muy potente. Poco después de
poner mi último relato en el blog, noté tu presencia y tu deseo. Te pregunté si
querías hacer el amor y al mirar por la ventana, pasó un coche con la matrícula
con las iniciales de tu nombre y apellido y una W que traduje como Wish o
Wünsche. Encendí una vela rosa y notaba mi cuerpo muy excitado, con el corazón
a 100, tingling en los pies y mucho deseo en el sacra. Eres tan maravilloso
amor mío…Primero hicimos una postura donde yo coloqué mis piernas sobre tus
hombros mientras me besabas y acariciabas los pechos. Te miraba con embeleso y
adoración. Tú estabas muy excitado y yo no dejaba de gemir tu nombre y sé que
eso te gusta y te estimula. Después te pusiste a un lado y te hice sexo oral
mientras tu mano me acariciaba entre las piernas…Tus dedos son mágicos y sentía
muchísimo placer al igual que tú cuando veías mi cara sensual mientras lamía tu
Pimmel. Después me pusiste en posición Doggy sobre la mesa y sentí un placer
muy profundo y delicioso. No podía dejar de gemir mientras me acariciabas la
nuca y te movías de manera circular. Intenté aguantar pero la kundalini era tan
fuerte que exploté de placer mientras gritaba tu nombre cinco veces y mi cuerpo
se convulsionaba de manera enloquecida.
Pero a partir del mediodía, empecé a sentir un fuerte dolor en el pecho
que sentía a intermitencias durante toda la tarde y que se detuvo “in the
evening”. Sabía que te ocurría algo pero ayer no estaba tan triste como lo
estoy hoy. He leído que la luna está en Géminis y hace una oposición con Marte
en Sagitario y afecta a todos los signos, porque la luna es femenina,
emocional, y Marte es masculino y guerrero. Me he dado cuenta que escribir me
relaja aunque todavía estoy sintiendo pinchazos en mi corazón. Sé que esta
semana será muy dura pero dicen que a partir del 16 de enero, todo se calmará y
no sentiremos energías tan fuertes y pesadas. Me encantaría poder abrazarte
ahora mismo y llorar sobre tus hombros mientras te beso dulcemente.
Te quiero
mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
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