domingo, 22 de diciembre de 2019

Feliz Navidad amor mío


!Hola mi dulce amor! No tenía intención de escribirte hasta mañana lunes, pero tengo la necesidad de comunicarme contigo aunque sea a través de la escritura. ¿Qué nos pasa vida mía? ¿Por qué esta tristeza, dolor en el pecho, nostalgia tan profunda? Empecé a darme cuenta el viernes por la tarde cuando estaba en la biblioteca. Sentí de repente muchas ganas de llorar, dolor en el corazón que tuve que reprimir durante unos minutos. Pero después escondida en el lavabo, empecé a llorar de manera muy fuerte, con un nudo en la garganta. Cuando salí a la calle, estaba aturdida, me sentía destrozada y abatida. Cuando conecté la radio...empezó a sonar Missing you de Everything but the girl.

El sábado me desperté y había soñado contigo. Estábamos en un pueblo muy bonito que parecía Siena o San Gimignano. Tú estabas con tus amigos y yo con una amiga, tomando algo al aire libre. Había una televisión y mostraban cosas de Alemania y aparecía Schweinsteiger vestido de bávaro y al escuchar el idioma alemán, me llenó de alegría. Vi que tú me observabas en silencio pero sabía que estabas contento de verme. Le decía a mi amiga que yo hablaba el alemán de manera fatal y soltaba una carcajada pero sabía que aquella risa era una máscara porque aunque estamos cerca no nos atreviámos a movernos y en el fondo deseábamos abrazarnos.

Por la mañana estuve contenta, incluso silbaba, cantaba y me distraía. Te daba besos, pensaba en ti pero sabía que tú estarías ocupado. Reconozco que me daba miedo darte besos porque intuía que no estabas solo.  Y de pronto...Faltaban pocos minutos para las 3 de la tarde y estaba saboreando mi Afternoon Coffee. Noté un halo, una “bubble” pero sentí mucha tristeza y ganas de llorar. Fui a mi habitación a darte besos y sin poderlo evitar, rompí a llorar amargamente, con lágrimas y mucosidades en la nariz. No podía parar de darte besos mientras te decía “TE QUIERO MI AMOR”. Sé que lo notaste porque poco después sentí dolor en el pecho. Más tarde me fui a la biblioteca que no volverá a abrir hasta el 2 de enero. Ya en casa a las 19:30 les puse música clásica a mis gatos que se relajan mientras escribo, cuando de pronto empezó a sonar una música que decía DU BIST MEINE SONNE. De pronto sentí un dejà vu o dejà écouté y me vino una imagen de Felix Kraemer. Fue como si mi corazón hubiera reconocido esa melodía. En la radio dijeron que lo cantaba Richard Tauber y era del año 1931. Fue algo extraño.

Hoy domingo nos hemos quedado en casa porque hace mucho viento y donde vamos los domingos hay muchos árboles, y mis padres han preferido no ir. Cuando me he despertado sentía los brazos como alas y después durante unos minutos he abrazado la almohada mientras murmuraba tu nombre y pensaba en ti. Eran las 9 cuando he escrito en el espejo empañado, tu nombre y un TE AMO y te he dado besos apasionados. Ha sido como lo notaras porque he sentido el corazón muy acelerado y mucho amor en el pecho. Una hora más tarde, después de desayunar estaba leyendo el periódico y he sentido mucho amor en el plexo. Te he dicho telepáticamente: Te amo con locura. Pero apenas minutos después, se me ha desbordado una fuerte pena y ganas de llorar. Pasaban los minutos y no podía borrar de mi corazón una tristeza muy profunda. Necesitaba llorar pero que nadie me viera. He cogido el coche y he decidido ir a dar de comer a los feral cats. Mientras conducía, he tenido que apagar la radio porque todas las canciones me producían tristeza. Al mirarme en el retrovisor, mis ojos estaban llenos de lágrimas. No podía dejar de pensar en ti, deseaba abrazarte y no tenía suficiente diciéndote Ich Liebe Dich mein Sonnenschein.
Completamente sola, rodeada de tres preciosos gatos, entre ellos el hermano de Hans, he sonreído con lágrimas en los ojos. Me sentía feliz, los felinos me miraban con ojos de agradecimiento, pero también pensaba en ti, en cómo te amaba y sentía que tú también pensabas en mí y me ofrecías tu corazón. Y he pensado qué maravilloso es este amor pero también qué doloroso.

Cuando faltaban pocos minutos para las 15 h, he sentido chispas de amor dentro de mí y he ido a mi habitación a besar tus fotos. Mis besos eran dulces, lentos, amorosos y entonces acariciando tu pelo te he dicho: ¿Te gustan mis besos? Acabo de tomar el café y he comido un poco de chocolate. Me gustaría que nuestro primer beso real fuera después de que ambos hubiéramos tomado un espresso y un trocito de chocolate. Y te he visualizado y he visto que sonreías, aunque te dolía un poco el corazón. Seguramente te volveré a escribir antes de Navidad.

ICH LIEBE DICH MEIN SONNENSCHEIN.

Eternamente tuya,

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