lunes, 30 de diciembre de 2019

¿Cómo puedes amarme...? Mi corazón te ha escogido a ti


¡Hola mi dulce amor! Ha sido un weekend extraño, con muchos altibajos, emociones tristes y otras más esperanzadoras. El sábado empecé el día soñando contigo. Te veía salir de un edificio en una ciudad alemana, acompañado de dos hombres maduros. Llevabas un precioso abrigo de color café con leche, una bufanda y unos guantes rojos porque hacía mucho frío. En el mundo onírico, el color rojo significa seducción, excitación, deseo…Pensé que esos guantes estaban protegiendo unos dedos que un día antes había “devorado”, lamiendo y mordiendo y viendo como te excitabas mucho. Desde bien temprano, notaba una vibración en el plexo, mucho amor en el pecho y no dejaba de darte besos y decirte Te quiero, y en una ocasión mi ojo derecho empezó a llorar solo. Eran las 12 del mediodía cuando me detuve en plena calle para escribir en mi colour note: “Siento muchísimo amor dentro de mí”. Poco después vi dos matrículas 222 y te dije Te amo. Estaba ya en la cafetería, cuando pasadas las 12:30 empecé a sentir dolor en el pecho y me volvió a llorar el ojo derecho, esta vez con unas lágrimas desbordantes.  Mi alma captó tu tristeza, porque de repente me sentí muy triste y el dolor en el pecho se incrementó. Cuando salí de la cafetería a las 13:30 sentía los ojos pegajosos y todavía pinchazos en el pecho. Te pregunté telepáticamente: Cariño, ¿por qué esta mañana sentía tanto amor y felicidad y ahora de repente, siento dolor y tristeza? No tardaste ni 3 segundos en responderme y me dijiste: Después de comer tengo que ir a un lugar con gente y no quiero estar allí. Te di besos y sé que los notabas porque el corazón me palpitaba muy deprisa. Me pasaron dos cosas curiosas. Cada vez que miraba el móvil era el minuto 44 (a lo largo del día me ocurrió 6 veces) y no dejaba de ver matrículas 222 e incluso una 2222. Era como si fuera una manera silenciosa de decirme que pensabas en mí. Por la tarde volví a sentir de nuevo dolor en el pecho que me duró casi hasta cuando me fui a dormir. Notaba que tenías que reprimirte las emociones porque no estabas solo.

El domingo fue tan gris como el color que escogí en mi colour note para escribir. No sé por qué, pero cogí mi libro Estrellas Cruzadas, quizás buscando una respuesta a mis múltiples dudas que asolan mi cabeza. De pronto un fragmento captó mi atención. Era cuando Felix le decía a Hans que aceptaba que se casara y tuviera hijos con la mujer judía que había elegido su familia y Hans se rebelaba diciendo que no quería. Felix le comentaba que él se conformaba con verlo dos o tres veces al año pero no quería perderlo. Más tarde, consultando el móvil, leí un channelling que concordaba bastante con lo que había leído. Ojalá sea sólo mi imaginación, pero a veces me asusta comprobar que muchas cosas que ocurrieron hace 80 años, se están repitiendo ahora.

Por la noche a última hora me ocurrió algo sorprendente. Estaba mirando en la tele, la serie La Catedral del Mar. Hubo dos escenas que provocaron triggers y tristeza dentro de mí. En la primera, el protagonista Bernat Estanyol salva a tres niños judíos que son perseguidos por la gente de Barcelona, porque acusan a los judíos de traer la peste. Y la segunda escena, cuando el protagonista es obligado a casarse con una mujer que no ama, mientras la chica de la que está enamorado, queda destrozada por la injusticia. Pocos minutos después de esto último, de repente sentí mucha pena y grité tu nombre en voz alta a la vez que notaba mucha angustia y me costaba respirar, me faltaba aire. De repente empecé a llorar y sentí dolor de barriga. Fue breve pero sabía que eras tú…Era como si hubieras captado mis pensamientos y notaras mi tristeza.

Esta mañana después de ducharme he escrito tu nombre en el espejo y he añadido: ¿Qué te pasa? Te quiero precioso. Sabía que tarde o temprano me ibas a contestar. Una hora más tarde, estaba desayunando y he empezado a sentir mucho dolor en el corazón y antes de que te preguntara, me has dicho telepáticamente: ¿Cómo puedes amarme después de todo lo que te he hecho? Y yo con mucha paz he escrito en mi colour note para que te llegara: Amor mío, nunca había amado a nadie igual que a ti y reconozco que a veces es muy duro y cruel, pero sé que esto que estamos pasando es por alguna razón. Sólo sé que mi corazón te ha escogido y mi alma solo desea abrazar a la tuya.

Mañana ya te escribiré para desearte buen año, pero quería escribirte hoy para que veas que pienso en ti, que también sufro y te echo mucho de menos. Intento distraerme, ser fuerte pero a veces me derrumbo y me siento perdida. Me he dado cuenta que todo es cíclico, y que cada mes hay días malos y con bajas energías. Estoy segura que pronto los dos estaremos bien.

Cuídate amor mío, recuerda que te amo más que a mi vida y que  I miss you like crazy.

Eternamente tuya,


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