¡Hola mi dulce amor! Ayer viví una experiencia
inolvidable que siempre quedará como un maravilloso recuerdo en mi corazón.
Muchas veces cuando tengo telepatías o siento sensaciones, creo que es mi
imaginación pero más tarde queda demostrado que lo que siento es verdad. Sólo
tú sabes si estabas ayer en el campo, por eso quiero explicarte todo lo que
sentí ayer antes y durante el partido. Por si me quedaba alguna duda, los
mensajes con las canciones eran muy claros.
Ayer me levanté muy contenta y
eufórica, ya te lo expliqué en el último relato, pero después de salir de la
biblioteca al mediodía, de repente empezó a sonar I am Faded y me sorprendió.
Incluso te pregunté: Cariño, ¿tú no te encuentras así hoy, verdad? Cuando
estaba a punto de llegar a casa, de repente me llegó una telepatía tuya, breve
pero directa. Me dijiste: “No vengo solo. Cuando venga a verte a ti, lo haré
solo”.
Me fijé que cada vez que
miraba la hora era el minuto 29 y me pasó varias veces. Poco antes de comer
desapareció de repente mi alegría y empecé a sentir angustia, mucho dolor en el
pecho y corazón. No entendía qué te ocurría, pero más tarde me lo dirías a
través de canciones. Antes de coger el autobús, quería ir a ver a mis Feral
Cats. Estaba segura que me relajarían y me devolverían la felicidad. Durante el
trayecto iba escuchando la radio y…Justo cuando pasó un coche matrícula 222
empezó a sonar Help me to calm the rage. Es una canción poco habitual pero me hizo
pensar. Diez minutos más tarde sonó Missing you de Everything but the girl y
empecé a preocuparme por ti. Apenas 15 minutos más tarde, Missing you de Puff
Daddy. Eran casi las 5 de la tarde, cuando empecé a sentir un fuerte dolor en
el pecho y en el corazón y ya en el bus sonó I am blue de Eiffel 65. Estuve a
punto de ponerte una imagen preguntándome Where are you now, pero al final no
lo hice.
Nada más llegar a los
alrededores del estadio, me compré una bufanda con los colores de tu equipo y
el mío. Me sentía tremendamente feliz y orgullosa, sentía como si me abrazaras
el cuello. Cuando me fui a merendar un bocadillo de frankfurt, eran las 18:29 y
me di cuenta que recibía señales continuamente. En un tarro de mostaza ponía:
Receta propia al estilo alemán. A las 19:35 me ocurrió algo maravilloso. Estaba
esperando en un semáforo y pasaron dos motos con las luces azules de la policía
y de repente…el autocar de tu equipo con unas letras gigantes que ponía: ECHTE
LIEBE. Detrás de mí tenía unos alemanes que empezaron a gritar de alegría. Me
encantaba escuchar el alemán con acento de Westfalia…Me derretía de
felicidad. Me crucé con un par de chicos
que parecían tus dobles y también con los que antes me fijaba, rubios con ojos
azules…pero ahora sólo tengo ojos para ti, eres el alemán más guapo, el que mi
corazón desea y palpita.
Ya en el campo grabé un vídeo
viendo a los aficionados alemanes cantar, rugir, alentar a vuestros jugadores
que estaban calentando en el césped. Detrás de mí tenía una pareja alemana y el
chico no dejaba de hablar en alemán y me hacía gracia cuando decía Scheisse…Cuando
se marcó el primer gol, era el minuto 29 y era la quinta vez que ese número se
reflejaba en un reloj. En la segunda parte noté los ojos llorosos y me empezó a
palpitar muy rápido el corazón, me vibraba de manera intensa y no sé…no dejaba
de mirar la grada donde estaban los supporters amarillos y tenía la fuerte
convicción que estabas allí, a escasos metros de mí y nuestros corazones se
estaban comunicando. Nada más salir del campo, mi corazón se calmó pero sentí
una fuerte excitación en el sacra. Era casi medianoche cuando estaba a punto de
llegar a casa y noté un beso en los labios y los brazos como si me estuvieras
abrazando, y no sabía si era el cansancio de mi cuerpo o realmente me estabas
enviando amor.
Esta mañana cuando me he
despertado y he encedido la luz, lo primero que han visto mis ojos, han sido la
bufanda en la pared con nuestros equipos juntos. Poco después te he dado un
beso y te he dicho “Guten Morgen mi alemán guapo”. Te quiero precioso.
Eternamente tuya,
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