¡Hola
mi dulce amor! ¿Te acuerdas cuando hace unos días te dije que tenías una
cuadratura que te dejaba sin fuerzas? Pues ayer domingo me tocó a mí y me
afectó, hasta que llegaste tú y me llenaste de alegría.
El
fin de semana te sentí distante pero yo también lo estaba, sobretodo el
domingo. No tenía ganas de hacer nada, de hablar con nadie, solamente quería
sumergirme en la lectura de un libro y estar en silencio. Tanto el sábado como
ayer, noté el momento en que conectábamos, pues sentía chispas de amor, o tu
telepatía, o tu dolor…Tenía la sensación que era un fin de semana detox. Mis
chakras estaban cerrados, no sentía emociones intensas y sabía que yo misma
había desconectado. Ayer por la tarde no tenía ni ganas de conectar a internet
a pesar que estuve apenas 20 minutos mirando cosas pero nada me motivaba. A lo
largo del día había sentido en dos ocasiones, una excitación muy profunda,
sobretodo poco antes de comer y era tan fuerte que me daban ganas de
desahogarme en medio del bosque, pero me contuve.
Poco
después de cerrar el ordenador, sentía sensaciones en el chakra corazón, como
burbujitas, una sutil esencia de amor y también excitación pero no tan fuerte
como antes. Eran las 19:15 cuando no te dije nada, solamente te di un beso. Me
estabas diciendo telepáticamente que querías hacer sacred love pero no te
hablé. Cuando me tendí en la cama, a los dos minutos sentí un fuerte estallido
en mi corazón y supe que nuestras almas habían conectado, que estabas sintiendo
mi deseo. Me di cuenta que mi cuerpo te necesitaba, el placer apareció desde el
primer segundo y era delicioso. Elegiste una postura muy placentera y aunque no
hubo besos ni caricias, no era sexo puro y duro. ¿Sabes por qué? Porque
nuestros corazones latían llenos de amor, era sacred love. Tú disfrutabas
mucho. Estabas muy serio pero en tus ojos vi que te alegrabas de tenerme de
nuevo. Hubo unos instantes donde toqué el cielo y veía mis ojos llenos de
éxtasis por el increíble placer que estaba sintiendo. Mientras nuestros cuerpos
merged, noté como mis chakras se volvían a abrir, giraban de nuevo y conectaban
con los tuyos. Al final un intenso orgasmo que me hizo convulsionar de nuevo y
después mientras resoplaba por la potencia del clímax, te dije: “Nada ni nadie
puede hacerme sentir lo que siento contigo. Mi cuerpo solamente reacciona con
el tuyo”.
Esta
pasada noche soñé contigo. Ayer domingo también soñé que estabas en una fiesta
de disfraces y llevabas el atuendo de un personaje de Disney. Pero el sueño de
hoy me ha hecho muy feliz. Trabajabas en un Alcampo, en la sección de
electrónica y veía que llevabas un jersey como el que yo tengo de invierno,
color granate y con la inicial de tu nombre. Mientras, yo sacaba mi ordenador
de un cajón y pensaba en enviar una carta que te había escrito, a diferentes
lugares de internet para que no se perdiera. De pronto apareces tú y me llamas
por mi nombre y me empiezas a hablar en catalán. Era tu voz pero hablabas mi
idioma materno perfectamente. Me decías que no podía enviarse un paquete porque
pesaba mucho y el coste sería elevado. Mientras me hablabas estabas muy
nervioso, no dejabas de tocarte el
jersey, el pelo, y yo te sonreía embelesada porque estabas muy guapo. Tus ojos
estaban brillantes, tus labios rojos y apetitosos…
Después
me he visto en medio del mar, en una especie de colchoneta, dejándome llevar.
Sentía mucha paz, el mar estaba en calma, el cielo era azul y era maravilloso.
El mar en los sueños, son las emociones.
Me he dado cuenta , cariño
mío, que solamente tú me puedes dar amor, placer, felicidad, y aunque me
resista o desconecte de vez en cuando, tu alma busca a la mía. Te quiero mi
dulce amor.
Eternamente tuya,
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