¡Hola mi dulce amor! Sí, dulce, tierno, maravilloso…Eres mi medicina, mi bálsamo, mi felicidad, mi número uno. Doy gracias cada día por haberte conocido, mi vida.
Sé que últimamente no te doy muchos
besos, que estoy un poco fría pero no sé qué me ocurre, pero
siempre pienso en ti. Quizás son los biorritmos. Ayer tuve un día
muy duro y además, una persona que apreciaba y tenía confianza, me
provocó una rabia, una ira cómo hacía mucho tiempo que no sentía.
Mi cuerpo se llenó de calor, mis brazos se llenaron de tensión y
dolor, mi cabeza me dolía muchísimo…
Esta mañana todavía la rabia
recorría mi cuerpo y mi mente. Cuando me estaba duchando, he
empezado a cantar la canción del grupo Amaral “Te necesito”. Me
siento muy identificada con la letra. Pensaba en ti pero lo ocurrido
ayer todavía dominaba mi mente. Una hora más tarde, sentí tu
maravilloso amor y fue el mejor remedio para llenar de felicidad mi
cuerpo.
Más tarde, tenía previsto realizar
varias compras ya que ayer no pude y cuando estaba en el banco,
sentí una excitación, un hormigueo en los pies que me alegró,
porque sentía tu presencia. Te pregunté en mi color note: ¿Quieres
que hagamos el amor? Yo también lo necesito.
Tenía ganas de llegar a casa y ya a
solas te besé pero no sentí como saltaba el corazón, pero notaba
muchísimo que deseabas ser amado. Cuando cerré los ojos tardaste en
llegar (a veces apareces muy rápido y excitado) pero hoy cuando te
he visto, parecías tímido, reservado, como si tuvieras miedo a que
te rechazara. Abrí los brazos y te dije: Ven
aquí cariño. Y
entonces te abracé y te besé dulcemente para que tuvieras
confianza.
Me di cuenta mientras nos amábamos
astralmente, que estabas muy dulce, tierno, y elegiste una postura
para mirarme a los ojos mientras sentía placer y yo también podía
mirarte a los ojos. Nuestras miradas lo decían todo, no hacían
falta palabras, el amor flotaba en la atmósfera.
Me ocurrió algo que jamás me había
pasado. Sentía la columna vertebral como me vibraba, sentía mucho
placer en la espalda, era una sensación nueva y maravillosa. Más
tarde cuando he mirado un libro de kamasutra, he leído que la
postura elegida hoy, favorece, permite una penetración muy profunda.
Y así lo sentía…Me encanta sentirte dentro de mí, no quiero que
se acabe esa felicidad. Me gustaría poder detallarte todo lo que me
haces sentir pero estoy segura que lo sabes y lo notas también.
Solamente el instante que nos hemos abrazado y acariciado, ya vale
para sentir un amor tan intenso que parece de otro mundo.
Gracias mi tesoro, mi amante
maravilloso, amor de mi vida…Te quiero con toda mi alma y corazón.
Eternamente tuya,
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