¡Hola mi dulce amor! Cariño mío, no
sufras, no te preocupes. Todo está bien. No pienses que me olvido de ti o que
te ignoro. Solamente he decidido silenciar mi mente para escuchar a mi corazón.
Igual que de vez en cuando hago ayuno para eliminar toxinas de mi cuerpo,
también necesito expulsar de mi cabeza pensamientos que me atormentan,
sobretodo después de leer mucho en internet. Siento ahora mucha paz, como un
alivio dentro de mí y sobretodo me he dado cuenta del amor que siento por ti.
Cuando leas lo que me pasó ayer, entenderás mejor lo que te digo.
Desde primera hora de la mañana te
echaba muchísimo de menos, notaba que pensabas en mí. Estaba en el autobús y
escuchaba música clásica para relajarme pero me provocó una tristeza ligera
porque notaba que estabas inquieto por mi silencio, por mi “detachment”. En
silencio susurraba tu nombre como si fuera un mantra. Cuando bajé del bus
estuve caminando durante 20 minutos y en ese intervalo de tiempo llegué a ver 6
matrículas 222 (ya sabes que significa Te amo) y cada vez que veía una, decía tu nombre y Te amo en un idioma
diferente, incluso Aishiteru, en japonés. Sabía que era una manera de llamar mi
atención para que pensara en ti. Pero es que cuando cruzaba un semáforo, un
paso cebra, no dejaba de ver matrículas con las dos primeras letras de tu
nombre o con las iniciales de tu nombre y apellido…
En clase me relajé pero te notaba
muchísimo, incluso llegué a sentir deseo y sabía que eras tú. Pero como
siempre, la clase de la tarde era la que más sorpresas me produjo. Primero
hicimos teoría y cuando faltaban unos minutos para las 6 de la tarde, la
profesora nos dijo que haríamos una meditación imaginando una espada que iba a
cortar algo de nuestra vida que nos producía dolor. Nos dijo que la energía era
muy fuerte y sentiríamos mucho. De hecho escuchaba a mis compañeros sufrir, con
gruñidos y suspiros, como si liberaran algo doloroso de su vida. Tenía muy
claro lo que quería cortar, algo que nos hacía sufrir a los dos desde hacía
muchos siglos. Después de cortar, eliminar aquello tan negativo, de pronto vi
una imagen de nosotros dos. Llevabas una camisa blanca y sonreías mucho.
Estabas precioso y me di cuenta lo feliz que estábamos juntos, nunca nos
peleamos ni discutimos, hay mucha complicidad entre nosotros. Pero a los pocos
segundos tu rostro cambió y en tus ojos te vi desconfianza, miedo, inseguridad.
Y llegó el momento más mágico. Te abracé con fuerza, sonriendo y te dije
telepáticamente: SIEMPRE TE AMARÉ. La imagen que vi se parece muchísimo a la
que te he puesto arriba.
¡Si hubieras podido ver lo feliz que
estabas, como sonreías y te brillaban los ojos!
No puedo olvidar esa imagen amor mío.
Cuando abrí los ojos, noté un dolor en el plexo pero era muy débil. La
profesora se me quedó mirando de una manera especial, en sus ojos podía leer
“Ha sido precioso”, por qué sé que ella lo vio también. Y una hora más tarde
empecé a sentir un fuerte dolor en el pecho, en el corazón. No entendía qué
ocurría. Poco después recibí la respuesta. Estaba convencida que habías sentido
mi abrazo y mis palabras pero todavía notaba que no confiabas en lo que tu
corazón sentía. Sé que necesitas pruebas en 3D, imágenes, relatos, fotos…pero
quiero que sepas que te quiero con toda mi alma, que este dolor que sientes tú
y que siento yo, no es más que el temor a perder el contacto, a desaparecer,
pero eso no ocurrirá amor mío. Te aseguro que cuando nos encontramos en la 5
dimensión, somos la pareja más feliz del mundo, te lo prometo. Pronto todo
volverá a ser como antes mein Liebling.
Eternamente tuya,
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