lunes, 8 de abril de 2019

Desapego (Detachment)



¡Hola mi dulce amor! Necesito escribir para aliviar una tristeza que siento desde primera hora de la mañana y no entiendo de dónde viene, por qué se produce, por qué tengo ganas de llorar y me siento tan abatida.
La semana pasada fue intensa de emociones pero me mantuve firme, fuerte, aguantando la tormenta y  el dolor, pero hoy…Ni siquiera tenía ganas de darte besos, ni escribir una frase de amor en el espejo empañado de vapor, no pensaba en ti.
Hace unos días soñé dos veces contigo. Vestías una camisa negra y estabas muy enfadado con personas de tu alrededor. En cambio había un momento que estabas conmigo y te mostrabas dulce, incluso te dejaba mi móvil y sonreías por mi confianza contigo.
Esta mañana pensaba que empiezo a entender qué es el desapego, que comprendo que la vida es fluir, vivir el presente y no aferrarte a recuerdos que ya no volverán. Ya sabes que me gustan mucho los animales y desde pequeña que tuve mascotas, sufría mucho por las pérdidas.
Tú quizás no te acuerdes, pero la semana del 10 al 16 de agosto del 2015 fue una de las peores etapas de mi vida. El 7 me confirmaste que te marchabas a tu país, dos días más tarde me enteré que Perla, la preciosa cocker de los vecinos, la había adoptado otra familia y la hermana de mi madre, la tía que adoraba con locura, había fallecido de manera agónica. No dejaba de llorar, me moría de dolor e intentaba consolarme leyendo a Eckhart Tolle. El 17 de agosto en el restaurante me saludaste. Aquella mañana había ido a entierro y estaba hundida. Me fijé que me miraste sorprendido, no entendías por qué se reflejaba tanta pena en mi rostro. Por suerte la semana siguiente me compensaste con tu dulce abrazo y tus dos besos.

Ayer estuve leyendo mi diario de abril del 2015. Allí escribí que sentía una felicidad indescriptible que me hacía flotar, también que me mirabas disimuladamente, y eso que todavía pesaba 15 kilos más que ahora. Fue un mes maravilloso y cada vez que te veía en el restaurante era como tocar el cielo con las manos, era el paraíso de la euforia, algo que jamás antes había sentido con nadie.
Amor mío, intento distraerme con mis hobbies, mis estudios, mis gatos, yo misma me mentalizo para entender que tú eres una persona muy importante en mi vida pero que quizás no te vuelva a ver nunca, que debo amarte pero sin ataduras, pero hay algo dentro de mí que se rebela…No eres como los demás chicos. Siento tu corazón, tu amor, tu pena, y a pesar de todo me duele el alma cuando pienso en ti.
Perdona mein Schatz por explicarte cosas tristes, te prometo que la próxima vez que te escriba seguro que estaré mejor y te daré buenas noticias.
Nuestra profesora de cromoterapia nos comentó que cada 7 años hay un cambio muy fuerte en nuestra vida. Puedo confirmarte que mis 21 y 28 años fueron muy especiales e intensos y quien sabe si ahora en octubre por mi cumpleaños mi vida también dé un giro.
Siempre te llevo en mi corazón, pienso en ti y te amo aunque sea en silencio.

Eternamente tuya,


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