¡Hola mi dulce amor! Nuestras almas nunca antes se habían amado un
domingo, y ayer por primera vez ocurrió y entiendo la causa.
Por la mañana noté una ligera excitación en el sacra pero no le di
importancia y pensé que era el chakra limpiándose, purgándose como
había ocurrido otras veces. El día fue muy tranquilo y hasta
aburrido. El día había sido maravilloso, primaveral, delicioso. Me
pasé casi todo el rato leyendo sin parar el libro de Carcassonne,
dejando que el sol me calentara con sus rayos, bajo las copas de los
pinos, con la compañía silenciosa de Rufo, el fiel perro. No pensé
en ti, no sentía emociones y creía que después de la durísima
semana con tanto dolor en ambas partes, ya era hora de un reset, de
un día sin preocupaciones ni aflicción.
Eran las 17:30 que regresaba a casa y de pronto
empecé a sentir de nuevo la excitación en el sacra y una
característica, un detalle en mi cuerpo que me dio la pista que eras
tú. Al llegar a casa te di apasionados besos y fue…como si los
notaras al instante. Estaba poniendo comida a los gatos cuando sentí
una fuerte e intensa excitación, un fuego en el sacra que me ardía
y te pregunté si eras tú. Por sorpresa me llegó una telepatía:
Necesito que me ames…
Al principio me costó ver tu cara y cuando la vi, percibí tristeza
en tus ojos, un halo de prudencia y un deseo muy fuerte para que te
abrazara, te amara, te acariciara…Entonces sucedió algo
sorprendente. Sentía un placer maravilloso en el sacra, un gozo
delicioso y muy intenso pero a la vez un fuerte dolor en el corazón,
me pinchaba, era como tener agujas clavadas. Y te pregunté quién te
había herido, quién te había hecho daño en el corazón…Ahora
entendía porque no dejaba de escuchar canciones como It is a
heartache, Corazón Espinado o Corazón Partío. Sabía que
necesitabas muchísimo afecto, comprensión, cariño, y te abracé,
te revolví los cabellos, te llené de besos mientras nuestros
cuerpos seguían fusionados y fundidos en una mezcla de placer-dolor.
Poco después de conseguir el clímax, el
éxtasis borró el dolor en el corazón y llegó una paz interior
maravillosa. Creo que lo que ocurrió el domingo estaba relacionado
con el sábado. También nos fusionamos pero ese día estaba fría,
no tenía ganas de hacer nada, ni sexo, ni besos ni nada…aún no sé
porqué. En las imágenes estaba muy pasiva y sé que notaste que no
tenía ganas de hacerlo, incluso cuando mientras nos fusionamos, me
dijiste “No quiero perderte”.
Esas palabras me impactaron mucho pero no reaccioné y me mostré
fría. No sé lo que ocurrió amor mío, no te rechacé, simplemente
estaba cansada. Por eso cuando por la tarde del domingo te di los
apasionados besos, quisiste comprobar si te volvería a amar como lo
hago siempre. Ahora ya has visto que sí.
Te quiero con toda mi alma, corazón mío, sweetheart.
Eternamente tuya,
P.S.
Esta noche he soñado contigo…Venías a mi ciudad. SEUFZ!
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