lunes, 25 de marzo de 2019

Mezcla de placer y dolor




¡Hola mi dulce amor! Nuestras almas nunca antes se habían amado un domingo, y ayer por primera vez ocurrió y entiendo la causa.
Por la mañana noté una ligera excitación en el sacra pero no le di importancia y pensé que era el chakra limpiándose, purgándose como había ocurrido otras veces. El día fue muy tranquilo y hasta aburrido. El día había sido maravilloso, primaveral, delicioso. Me pasé casi todo el rato leyendo sin parar el libro de Carcassonne, dejando que el sol me calentara con sus rayos, bajo las copas de los pinos, con la compañía silenciosa de Rufo, el fiel perro. No pensé en ti, no sentía emociones y creía que después de la durísima semana con tanto dolor en ambas partes, ya era hora de un reset, de un día sin preocupaciones ni aflicción.
Eran las 17:30 que regresaba a casa y de pronto empecé a sentir de nuevo la excitación en el sacra y una característica, un detalle en mi cuerpo que me dio la pista que eras tú. Al llegar a casa te di apasionados besos y fue…como si los notaras al instante. Estaba poniendo comida a los gatos cuando sentí una fuerte e intensa excitación, un fuego en el sacra que me ardía y te pregunté si eras tú. Por sorpresa me llegó una telepatía: Necesito que me ames…
Al principio me costó ver tu cara y cuando la vi, percibí tristeza en tus ojos, un halo de prudencia y un deseo muy fuerte para que te abrazara, te amara, te acariciara…Entonces sucedió algo sorprendente. Sentía un placer maravilloso en el sacra, un gozo delicioso y muy intenso pero a la vez un fuerte dolor en el corazón, me pinchaba, era como tener agujas clavadas. Y te pregunté quién te había herido, quién te había hecho daño en el corazón…Ahora entendía porque no dejaba de escuchar canciones como It is a heartache, Corazón Espinado o Corazón Partío. Sabía que necesitabas muchísimo afecto, comprensión, cariño, y te abracé, te revolví los cabellos, te llené de besos mientras nuestros cuerpos seguían fusionados y fundidos en una mezcla de placer-dolor.

Poco después de conseguir el clímax, el éxtasis borró el dolor en el corazón y llegó una paz interior maravillosa. Creo que lo que ocurrió el domingo estaba relacionado con el sábado. También nos fusionamos pero ese día estaba fría, no tenía ganas de hacer nada, ni sexo, ni besos ni nada…aún no sé porqué. En las imágenes estaba muy pasiva y sé que notaste que no tenía ganas de hacerlo, incluso cuando mientras nos fusionamos, me dijiste “No quiero perderte”. Esas palabras me impactaron mucho pero no reaccioné y me mostré fría. No sé lo que ocurrió amor mío, no te rechacé, simplemente estaba cansada. Por eso cuando por la tarde del domingo te di los apasionados besos, quisiste comprobar si te volvería a amar como lo hago siempre. Ahora ya has visto que sí.

Te quiero con toda mi alma, corazón mío, sweetheart.

Eternamente tuya,

P.S. Esta noche he soñado contigo…Venías a mi ciudad. SEUFZ!

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