¡Hola
mi dulce amor! Hoy quizás estoy un poco mejor que ayer pero tampoco me siento
totalmente con fuerzas y contenta. No sé cómo estás tú pero también te noto un
poco detached. Tengo poco que explicarte, y mirando mi diario del 2015, he
releído lo que ocurrió hace 10 años y
quizás saber qué ocurrió, te haga sonreír de nuevo. Esta mañana en menos de un
minuto he comprendido por qué estabas tan distante el lunes y sobretodo por el
excruciating dolor en el corazón de ayer por la noche y esta mañana.
Ayer justo salir de mi casa a las 17:00 me empezó a doler el corazón. En apenas 10 minutos vi dos matrículas 222 y muchas otras con las iniciales de tu nombre y apellido. Te escribí Je t´aime y a las 17:20 ya estaba en la biblioteca del otro barrio. Había un silencio delicioso y eso era lo que más necesitaba. Poco antes de terminar la sesión a las 18h volvió a dolerme el pecho. Después cogí un libro de Isabel Allende y regresé a mi casa. Ya en mi habitación me puse a leer el libro llamado Violeta y me atrapó enseguida. En ese instante sentía mucha paz y pensaba que quizás tú estarías en el estadio del Borussia con tus amigos. A las 19:47 me empezó a doler la barriga y el corazón pero fue breve. Antes de las 20h te puse imágenes de Good Evening y cuando estaba cenando a las 20:15 noté un débil estallido en mi corazón. A las 20:26 me empezó a doler de forma profunda el corazón.
Antes de empezar el partido, tuve una discusión con mi madre y en ese momento no sabía que ya empezaba a gestarse una T cuadrada de los signos fijos, tauro, leo, escorpio y acuario. Lavé los platos y me fui a mi habitación y a los pocos minutos tu equipo marcó de penalti. Iba combinando emisoras deportivas con otras de música clásica y leía y escuchaba channellings también, porque me sentía muy nerviosa. A las 22:10 cuando el Dortmund marcó el segundo, me comenzó a doler muchísimo el corazón, era excruciating. A las 22:22 te escribí Te quiero en la colour note y volví a preguntarte la causa de ese dolor casi insoportable en mi pecho. A las 22:38 el resultado era de 3-1 y pensé en lo que leí una vez, sobre que los alemanes jamás se rinden. Los últimos minutos fueron de sufrimiento y no respiré hasta que terminó. Me sentí triste por ti pero luchasteis hasta el final. Te puse imágenes de Good Night y después de escribirte Gute Nacht mein Liebling, me fui a dormir.
Hoy me he levantado a las 6:30 y todavía arrastraba esa sensación extraña de detachment. He leído que el efecto de la luna llena se puede sentir 7 días antes y 7 días después del plenilunio. He ido a ver los hermanos de Hans y la temperatura había descendido bruscamente hasta los 9º. Me había puesto el jersey verde con la inicial de tu nombre. El cielo estaba gris y amenazaba lluvia pero ha aguantado y los gatos han podido comer tranquilos. Cuando estaba allí a las 7:30 ha empezado a dolerme el corazón y sospechaba que ya estabas despierto. A las 8:06 me dolía bastante y me sentía fría contigo. A las 9h mientras desayunaba te he puesto imágenes y he mirado tu social media. Todavía me dolía el corazón y pocos minutos después he notado mucosidades en mi nariz, especialmente el lado izquierdo. He estornudado dos veces y te notaba triste.
He conectado el ordenador y he escrito el relato de hoy y lo que sucedió hace 10 años. He decidido ir un rato a la biblioteca porque esta tarde ya cierran hasta el próximo martes 22. A las 10:44 he hecho una pausa en el banco de madera que suelo sentarme antes de ir a clase y te he confeccionado un collage porque me dolía muchísimo el corazón, era insoportable. El aire era frío y estábamos a 12º. He llegado a la biblioteca a las 11.10 y después de ponerte imágenes diciéndote cómo me sentía, he entrado en tu social media y he visto el video. Parecías muy feliz y sonriente, rodeado de gente que aprecias, disfrutando de un día soleado y comiendo y celebrando un gran éxito. Veinte minutos más tarde he sentido ganas de llorar y he notado ansiedad, pero no era yo. No podía concentrarme delante de la pantalla y aunque el dolor se ha calmado, ha surgido una sutil tristeza. Al mediodía he terminado la sesión y de regreso a casa pensaba en ti y ha vuelto a dolerme el corazón.
Tenía la sensación que aunque no me quieres, tampoco deseas hacerme daño y a pesar que leo muchos channellings hablando de tensión en tu vida, yo capto más bien lo contrario, una energía de honeymoon y mucho deseo sexual with your partner. Pero también pensaba que sois una pareja dhármica, y pernanecereis juntos toda la vida. Quiero que seas feliz y me sorprende sentir este dolor en mi alma. Esta mañana leía una frase que seguramente habrás leído que decía: Acepta lo que no puedes cambiar en tu vida… Mientras estaba comiendo todavía me dolía el corazón bastante. Después tomando el Afternoon Coffee he puesto imágenes y parecía que estuvieras pendiente, pues tan solo 4 minutos más tarde, he notado un estallido en mi corazón. A las 15:05 he notado débiles love sparks. He vuelto a sentir tu amor mientras estaba lavando los platos y sonaba en la radio “Nothing´s gonna change my love for you”. Sentía que me la enviabas tú, pues la lyrics era idónea. Lo último que quiero comentarte, es el bonito mensaje que escribió tu equipo BVB al Barça, diciendo entre otras cosas “A fantastic tie between us!” Me ha parecido precioso y digno de un club memorable. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
Jueves, 16 de abril del 2015: ¡Mein Liebling! ¿Qué está pasando? Pensaba que hoy no escribiría mucho pero finalmente ha estado fantástico. Hoy el día era gris y me he puesto el jersey rayado azul y blanco y los leggings verdes. Me he vuelto a poner las botas porque se esperaba lluvia. Camino de la estación me sentía feliz, presentía que hoy vendrías. En la oficina ha sido un poco aburrido y he mirado tu foto que tengo escondida en el Outlook. Al mirarte, notaba vértigo y mariposas en el estómago. Alrededor de las 13h ha llovido un poco pero luego ha parado. Me sentía inquieta poco antes de ir al restaurante. Con mis compañeros hemos llegado a las 13:40 y había mucha gente en la fila donde habitualmente estás tú y tus compañeros. Como había mucha gente hoy porque hay paella, Jaime nos ha ubicado en las mesas que están cerca de la cocina, cerca de la caja registradora. En ese momento no me ha gustado pero no imaginaba que más tarde sería una bendición. Miraba de reojo a la fila tuya pero no te veía, incluso la columna donde hablamos aquel 27 de febrero, hacía de barrera. Tenía la esperanza de que si estabas, pudiera verte por lo menos unos minutos cuando fueras a pagar o entregar el vale.
He pedido revoltillo de setas y a las 13:50 estaba concentrada, cuando de pronto has aparecido TU con aquel compañero que parece pakistaní o de Bangla Desh. Llevabas el chaleco verde pero no he visto más. Ya estaba feliz por haberte visto. Mi estómago se ha cerrado de golpe. En ese momento sonaba Lady Gaga con Bad Romance. En la tele estaban enseñando los goles de la Champions, tanto del Barça como del Bayern. Te he perdido la pista un instante pero yo era incapaz de comer ya. La fila de tus compañeros se estaba vaciando y he visto que estabas al lado de la ventana. Ha sonado Stay with me de Sam Smith. Estabas muy lejos y no podía ver qué comías. De pronto a las 14:20 te has acercado con tu amigo asiático y le has dado el ticket a Jaime. Llevabas pantalones marrones y he mirado tus piernas largas y delgadas. Debajo del chaleco llevabas aquella chaqueta negra de cuero. Entonces le has pedido algo a Jaime y mientras esperabas, en lugar de estar de espaldas, te has girado y has mirado hacia donde estaban tus compañeros. He observado que te has hecho unas mechas rubias en el pelo. Tu cara estaba preciosa pero te mostrabas muy pero que muy serio, no has sonreído ni una sola vez. Las palmas de tus manos estaban enrojecidas y te encontraba muy atractivo. Jaime te ha dado una botella de agua mineral Viladrau. Me he dado cuenta que tu amigo me miraba mucho, como si fuera un espía.
Has estado muy cerca de mí más de dos minutos, bien plantado y de cara, aunque sin mirarme. Toda yo ardía de fuego mientras saboreaba de postre una macedonia. Me tocaba los labios, las mejillas que me quemaban y notaba ruborizadas, flotaba y sentía una felicidad indescriptible en esos momentos. Sentía cosquillas en la barriga y pensaba que me estoy enamorando como una adolescente pero noto algo raro en ti también, es como si te hubieran tirado una flecha y tu corazón se hubiera despertado. De pronto te has acercado a la columna y he visto que decías algo como “Sin duda”. Estabas muy serio y después te has marchado. He mirado por la ventana y parecía que volvías a sonreír. Las mechas rubias brillaban y en ese momento en la radio ha sonado “I will always love you” de Whitney Houston. Toda yo era una antorcha por el calor que todavía sentía. Tengo ganas de llorar cuando pienso en cómo te deseo. Horas más tarde, la euforia ha disminuido pero no ha desaparecido la felicidad que siento dentro de mí. Estoy viviendo el presente y disfruto el ahora. Gracias, Danke mein Liebling por venir a comer y hacerme tan feliz.
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