Sharing a sunrise or sunset

 

¡Hola mi dulce amor! Desde que te conocí hace 10 años, he soñado innumerables fantasías, algunas tan simples como tomar un café, pasear juntos por tu ciudad o en tu país y otras más complicadas y casi inimaginables. Por eso plasmo lo que me gustaría hacer contigo en relatos, imágenes AI o simplemente explicándotelo. A veces creo que el destino por sorpresa nos unirá por lo menos otra vez y en ocasiones pienso que nunca más volveremos a vernos.

Ayer te puse el relato a las 15:30 y a las 15:38 ya estaba subida en el autobús para ir a ver a Rufo. Tenía ganas de verlo, caminar y despejar la mente. Justo cuando iba a coger el tranvía a las 15:47 empecé a sentir mucho calor y maravillosas mariposas intensas en mi plexo. Fueron unos minutos magníficos. A las 16:20 ya estaba con el perro que se volvió loco de alegría al verme, pues su dueña María, que tiene 20 años estaba durmiendo con todo el piso a oscuras. Fuimos al parque de las palmeras y había mucha paz. Rufo todavía se acordaba de la ardilla y no dejaba de mirar a los pinos. A las 17:14 hicimos una pausa cerca de la Deutsche Schule y te puse imágenes y de nuevo sentí débiles love sparks. No sé por qué tuve la sensación que estabas en un tren, regresando a tu país. A las 17:32 estábamos en la montaña de Sant Pere Mártir y el cielo empezó a colorearse de nubes rosas y azules y cinco minutos después fuimos testimonios de una puesta de sol increíble, con nubes naranjas, un firmamento precioso.

Desde allí se veía el mar y también la montaña de Sant Ramón que veo desde mi casa y era allí donde se estaba ocultando el sol. Hice una foto y me recordó mucho a una salida de sol que vi el 14 de noviembre del 2014 cuando iba a la Toyota y no dejaba de pensar en ti. A las 18:03 ya había oscurecido y me empezó a doler un poco el corazón. Llegué a casa de Rufo a las 18:16 y su dueña ya estaba despierta pero apenas hablamos. A diferencia de su madre que habla sin parar y me ofrece agua o café siempre que me ve, su hija es muy eslava, muy rusa como su padre, taciturna y poco expresiva. El perro me siguió hasta el lavabo y luego al marcharme me giré y se me quedó mirando con ojos de sorpresa, casi tristes, como si me quisiera decir: ¿Hoy no me haces el masaje con música de Mozart? Le dije que la próxima semana ya se lo haría.

A las 18:51 estaba en el autobús, a 5 minutos de llegar a mi casa cuando empecé a sentir dolor de barriga y sospeché que estabas a punto de llegar a tu casa. A las 19:08 escribí en mi colour note: ¡Tengo mucho malestar estomacal mein Liebling! ¡Qué nauseas y  ganas de vomitar! Algo me decía que no estabas solo. A las 19:19 conecté mi ordenador y estuve hasta las 20h mirando internet y luego te puse imágenes de Good Evening. Justo en ese momento sentí débiles love sparks y te besé dulcemente. A las 20:13 me comenzó a llorar el ojo izquierdo de forma abundante y te notaba cabizbajo. Mostraron en las noticias que en París estaba nevando y al mirar otras ciudades, vi que en München también caían copos de nieve. A las 21:34 noté muchos jugos gástricos en la barriga y luego me lloró el ojo derecho. Lo último que escribí fue a las 22:50 cuando te puse Gute Nacht mein Liebling y comenté que me dolía un poco el corazón.

Hoy me he despertado a las 2 a.m. y no me dolía nada, sin embargo cuando ha sonado el despertador a las 6:10 sí  tenía un ligero malestar estomacal. He visto que a esa hora donde tú vives la temperatura era de 0º mientras que donde yo estoy, el termómetro marcaba 14º, algo que no es normal. A las 7:16 cuando justo ponía en marcha el coche, he notado débiles love sparks. He ido a ver los hermanos de Hans que me esperaban prácticamente delante de la puerta de mi vehículo. Maullaban y me miraban con ojos expectantes. De regreso a casa, entre las 7:30 y 7:35 he notado una maravillosa love bubble muy intensa que me ha hecho flotar de felicidad. Te notaba contento por algo. He ido a comprar el pan y mientras desayunaba he mirado la webcam de München y he comprobado que estaba nevado aunque hacía sol. Te he puesto más imágenes y a las 9:19 he escrito en mi colour note: ¿Cómo es que estoy sintiendo tanto amor? Pero 5 minutos más tarde me ha dolido un poco el corazón. 

He ido a comprar y luego he conectado el ordenador pero sentía que estabas ocupado, quizás en alguna visita o acto importante. Como si me hubieras leído el pensamiento, he estornudado tres veces y notaba muchas mucosidades en mi nariz. Entonces, al mediodía por azar he encontrado un vídeo tuyo hablando en alemán de hace dos meses. Parecías relajado, serio y aunque sonreías, vislumbraba un halo de tristeza en tus ojos. Me he fijado en el lunar negro que tienes en la mejilla derecha, así como los pelos rubios de barba que me ha recordado cuando te tuve muy cerca al hablar contigo y me fijé en ese detalle. He ampliado el video y me he quedado deslumbrada, fascinada escuchándote y viéndote. A las 13h estaba con los gatos en la terraza y notaba light codes en los chakras heart & sacral. De pronto a las 13:21 he escrito en mi colour note: ¿Por qué de repente tengo ganas de llorar? No lo entiendo…

A las 13:33 continuaba sintiendo esta tristeza y te he puesto un collage explicándote que sentía tu amor pero también ganas de llorar y no comprendía ese contrariedad. Mirando tus fotos te he dicho que si viniera alguien ahora y me ofreciera un millón de euros para que dejara de sentir tu amor, rotundamente contestaría con un firme NO. Me sentía muy sensible y no podía dejar de ver tu video y con ojos en las lágrimas pensando en las personas que te pueden ver cada día, te pueden tocar y acariciar. Mientras tomaba el Afternoon Coffee he mirado tu social media y a las 15:09 he notado débiles love sparks, pero sospechaba que no estabas solo. Cuando estaba lavando los platos, ha sonado Lenny Kravitz con una canción cuyo estribillo dice: So many tears I cried, so much pain inside…Y después mirando la lyrics, estaba convencida que me la has enviado tú. Lo último que he escrito ha sido a las 16h cuando me ha empezado a doler el corazón de nuevo. Espero estés bien. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,