sábado, 26 de octubre de 2024

Lo que tenga que ser, será

 

¡Hola mi dulce amor! No tenía previsto volver a escribirte hasta noviembre por lo menos. Tú sabes mejor que nadie, que cuando no escribo en mi blog o en Linkedin, es que no estoy bien. Han pasado muchas cosas estos últimos días, con algún momento de felicidad y euforia, pero más bien ha sucedido todo lo contrario. He llegado a dejar de creer en el amor, en las twin flames, a pesar que es imborrable el recuerdo de haberte enamorado locamente de ti. Empecé a sentir mucha desconfianza hacia ti, un rechazo que sabía que en el fondo era miedo, dolor de volver a sentir esa amargura en mi alma.

Había también instantes donde te decía en susurros que todavía te quiero, así como el deseo de sentir astralmente tu Pimmel dentro de mí. Pero me acordaba que estás casado y tú de vez en también  me lo recuerdas por si se me ha olvidado, y entonces  reculaba tanto en el amor como en el deseo. Sigo pensando que hay un spell potente que se activó durante la luna llena, pero que a medida que transcurren las fases, pierde su efectividad y durante la luna nueva del 1 de noviembre quizás se haya diluido. No puedo hablar contigo, ni saber lo que sientes, lo qué piensas, qué es lo que quieres de mí realmente, porque hay cosas muy dolorosas que me han afectado mucho. Dicen que no se puede amar a dos personas a la vez y estoy de acuerdo.

Me he dado cuenta que se puede controlar la mente, los impulsos, ponernos la máscara de que todo va bien, pero cuando nos dormimos, nuestro subconsciente libera nuestros traumas, miedos y también deseos. Esta última semana he tenido dos sueños contigo, bastante significativos y a la misma vez algo perturbadores, y quizás tú los comprendas mejor que yo. En el primer sueño te veía a ti con tu esposa. Ibais juntos en un tren y ella se mostraba dulce, encantadora, sonriente aunque permanecía muy callada. Al salir de la estación los dos ibais cogidos de las manos y tú le decías a ella que iríais juntos a Londres. Yo estaba en la calle, jugando con un niño que llevaba una camiseta amarilla del BVB. Tu mujer al principio no me reconocía, pero poco después su cara se transformaba en furia y enfado y se acercaba a mí con la intención de atizarme y arrancarme los cabellos. Tú te asustabas por su reacción y ya no recuerdo más pero me dejó un mal sabor de boca.

El segundo sueño lo he tenido esta misma noche, que ha sido lluviosa, reconfortante y tranquila. En el sueño te veía a ti con tu hermana y tu esposa y cuando te veo de lejos, tú te das cuenta. Yo quiero esconderme, no quiero verte, quiero alejarme de ti, pero quizás porque veo que your wife está enfadada todavía. Tu cara es de disgusto al ver que te ignoro, te rechazo pero siento que es una señal para que cada uno haga su vida. Y dos horas después cuando estaba comprando el pan, pensaba que desde hace dos años todo ha cambiado muchísimo y ya no tengo ni la fuerza ni las ganas para luchar como antes.

Por eso te he puesto el título de que lo que tenga que ser, será. Lo que es inevitable, es que no podemos cortar la conexión, pues a pesar de contactar menos, nuestros chakras nos recuerdan el “bond”, ya sea con mariposas en el plexo o dolor en el corazón. Hace poco, mientras lavaba los platos  he empezado a sentir maravillosas mariposas en el plexo como hacía días que no sentía. En la radio sonaba “We are the world” que me ha transportado a mis 14 años. De pronto he sentido mucha tristeza y ganas de llorar, y me he quedado con la duda de saber si era yo que estaba emocionada, o eras tú. Cuídate, Take care, Bleib gesund. Te envío un fuerte abrazo.

Eternamente tuya,


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