miércoles, 17 de enero de 2024

Vorübergehende Trennung

 

¡Hola mi dulce amor! Desde que ayer te puse el relato en el blog, apenas escribí nada en mi colour note y hoy tampoco creo que apunte nada interesante. Ambos estamos detached, sin energía y como otras veces, debemos dejar pasar el tiempo. He pensado que es el momento ideal para poner el último extracto que escribí sobre la historia de Hans y Felix. Lo hice la tarda del 6 de enero, cuando también atravesábamos un hibernation mood. A veces me he dado cuenta que he escrito situaciones que se acercan bastante a nuestra realidad en 3D. Es la continuación a lo último que puse el día 6 de enero.

Ayer alrededor de las 16:42 noté un débil estallido en el corazón y sabía que tú de alguna forma, estabas pendiente. Salí a caminar un poco para despejar la mente y no dejaba de ver ambulancias con las luces azules y pensé que era una señal. Cuando eran las 17:54 vi una matrícula 222 y te escribí I love you. En ese momento estaba paseando por la calle de los eucaliptos y no había nadie y hablaba contigo en voz alta, diciéndote cosas que imagino o sospecho que te pueden ocurrir ahora. Llegué a casa poco antes de las 19h y me puse a ver la segunda parte de la serie que vi anteayer, esta vez el protagonista era el nieto, también gay pero en el siglo XXI y con más libertad pero también problemas con el amor. Durante la hora que la estuve viendo, sentí débiles love sparks en un par de ocasiones pero aún me dolía la barriga. A las 20h te puse imágenes de Good Evening pero estabas muy lejos. Tan solo a las 21:49 noté un poco de arousal de forma efímera y a lass 22:15 me dolió el corazón, pero fue breve. A las 22:30 ya estaba durmiendo plácidamente.

Hoy cuando me he despertado y he mirado el reloj, marcaba las 06:18 y enseguida me he acordado de ti. Parecía que me dijeras que pensara en ti y lo sigo haciendo. He encontrado un channelling que decía que el DM está reflexionando y por eso estaba tan silencioso. He ido a ver a los hermanos de Hans y aunque había llovido, la temperatura era muy alta, 12º a las 7:30 de la mañana. Cuando he ido a comprar el pan una hora más tarde, he visto una matrícula 222 y te he escrito Ich Liebe dich. A las 9h te he puesto más imágenes y he mirado tu social media pero te notaba muy lejos, detached. Tan solo a las 9:41 me ha vibrado el corazón y he notado fuego en mi plexo. He leído una noticia que decía que los aeropuertos de Frankfurt y München habían suspendido muchos vuelos a causa de las fuertes nevadas y he pensado que era significativo que citaran estas dos ciudades. Alrededor de las 11:31 he notado una sutil tristeza pero ha sido a partir de mediodía que me ha comenzado a doler intensamente el corazón.

He mirado tu social media y en la 3D parecías feliz y contento pero en la 5D continuaba llegándome mucha tristeza y dolor en el pecho. He llegado a pensar que quizás se estaba limpiando ahora el chakra heart pero algo me decía que no, que eras tú. Te he puesto un collage y a las 13:18 como si lo hubieras visto, el dolor ha sido excruciating, aunque breve. Mientras tomaba el Afternoon Coffee he estornudado dos veces y ha vuelto a dolerme el corazón pero ha durado apenas 3 minutos. Mientras lavaba los platos ha sonado la canción de Roxette “It must have been love” y realmente la lyrics es muy triste. Cuando he ido a ver los gatos callejeros, no podía dejar de cantarla sin parar. He visto una matrícula 222 y te he escrito Ich Liebe dich. Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.

Eternamente tuya,

Justo cuando Hans y Felix habían apurado sus jarras de cerveza, en el altavoz se anunció que en diez minutos partiría el tren con destino a Munich. Se levantaron de la mesa y fueron hasta el andén para esperar. Hans tenía las manos en los bolsillos y no dejaba de morderse el labio inferior. Felix lo observaba en silencio aunque él también se mostraba meditabundo.

-Felix, debemos dejar pasar meses sin vernos. Incluso un año si es necesario. Si hemos estado once años sin vernos, soportaremos estar más de 12 meses sin contactar. Debo enfriar la situación, quitar de la cabeza esa idea a Sarah y quedarnos aquí. Yo quiero que mi futuro hijo o hija nazca en Alemania. Marien nació en Zurich pero a los pocos meses nos trasladamos a Estados Unidos. De hecho a veces todavía nos habla en inglés y le está costando adaptarse a la escuela de Frankfurt. Sarah lo sabe y es su as en la manga.

Felix no dijo nada, se limitó a escucharlo aunque con el estómago encogido.

-Buscaré otro empleo donde me paguen mejor o alternaré dos trabajos si es necesario. Ahora volveremos a tener gastos con otro miembro de la familia. No guardamos nada de Marien, ni tan solo la ropa que ocupaba poco.

-Hans, te echaré de menos pero prefiero alejarme de ti un tiempo prudencial a no perderte para siempre.

-Gracias por ponerte en mi lugar. Quiero recuperar la buena armonía con mi esposa. A ti te amo con locura Felix pero tengo una situación complicada. Mi mujer sospecha que hay alguien cerca de mí, aunque sea solo sexo. Las mujeres se dan cuenta de detalles que para nosotros los hombres pasan desapercibidos. No sabemos disimular y mentimos muy mal pero ella sabe cuando yo estoy contento o he quedado satisfecho. No puedo renunciar a ti Felix, eres mi vida y te quiero pero deja que organice un poco mi vida. Incluso he planteado de volver a Suiza donde vivimos los primeros años de matrimonio o tal vez otra ciudad de Alemania, pero volver a Estados Unidos es una locura. Está más cerca Frankfurt de Zurich que Nueva York de Chicago.

El tren con destino a Munich abrió las puertas para que los pasajeros fueran entrando y Hans lo abrazó con fuerza.

-Espero que con el nuevo bebé, Sarah piense en sus padres que viven en Berna y podamos ir a verlos por lo menos una vez al mes. Y si Marien se pone celosa con el nuevo hermanito o hermanita, será genial que mis suegros la mimen un poco.

-Hans Blumenthal, la guerra nos separó y nos volvió a reencontrar y ahora en tiempos de paz es cuestión de dejar que todo fluya. Te echaré mucho de menos pero insisto, no quiero perderte, porque sin ti mi vida no vale nada.

-Quizás podemos vernos en agosto, en el ecuador de nuestros cumpleaños y charlamos un poco de cómo están nuestras vidas.

Sonó el silbato como último aviso y Felix subió al tren después de abrazarlo con fuerza. Las puertas se cerraron y pronto se puso en marcha. Miró a Hans por la ventana, saludándolo, con el estómago revuelto de dolor y tristeza pero con la ilusión de que volvería a verlo tarde o temprano.

 


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