!Hola mi dulce amor! No tenía intención de escribirte hoy,
pues hace más de 12 horas que estoy viviendo una angustia dolorosa. Luego he
pensado que puede ser terapéutico escribir, igual que he hecho cuando he
paseado con Rufo un breve espacio de tiempo. Quiero avisarte que seguramente a
partir de ahora no te escriba tan a menudo, pero luego lo comprenderás todo.
Ayer cuando estuve conectada después de poner el relato en el blog no sentí tu presencia pero cuando salí a pasear a partir de las 17h noté que me dolía el corazón y también tristeza. Me senté en un banco en la calle de los eucaliptos y disfruté del silencio y la paz. Ya regresaba a casa, cuando me empezó a doler la barriga y me percaté que eran las 18:04, prácticamente la misma hora que el pasado sábado cuando sufrí un malestar más fuerte que el de ayer. Iba caminando y notaba nauseas estomacales y mi garganta irritada y bloqueada. En casa me puse la radio mientras escribía y sonó Missing you de Everything but the girl que hacía mucho tiempo que no escuchaba. A las 19:20 me volvió a doler la barriga, hubo después una pausa con una total desconexión pero después de cenar a las 21h regresó el dolor de barriga y además de corazón y cabeza, todo a la vez. Me tumbé en la cama escuchando música clásica y me quedé dormida completamente, despertándome a medianoche.
Desde hace apenas un mes, mi padre tiene comportamientos extraños de vez en cuando, se despierta mucho por la noche, se afeita o abre todas las luces pensando que son las 7 de la mañana. Pero hoy a las 2 de la madrugada me he despertado y no estaba en su cama. Con mucha angustia, me he vestido y he salido a la calle y me lo he encontrado regresando a casa, diciéndome que había ido a buscar algo al almacén. Después apenas he podido dormir, con ansiedad de que volviera a salir de casa. Mi madre y yo hemos dormido muy poco. Me dolía tanto la barriga a causa de los nervios, que Hans se ha puesto encima de mi vientre pues notaba el dolor.
Me he levantado a las 8 y me sentía triste y ni tan solo pensaba en ti. A las 8:25 he ido a comprar el pan y me he encontrado una preciosa pluma blanca en el suelo y he dado gracias a los ángeles, pues sé que nos envían protección. No tenía hambre, tan solo he bebido un café y he comido una rebanada de pan. He decidido ir a ver a Rufo yo sola, para darle comida y sacarlo a pasear un poco. En el fondo sabía que me ayudaría a distraerme. Cuando he ido a buscar el coche, me he dado cuenta que tenía una pequeña pluma pegada en el guardabarros y he dado las gracias. Mientras estaba conduciendo, alrededor de las 9:30 me ha empezado a doler muchísimo el corazón y sabía que eras tú. También notaba que no estabas bien, te sentía triste y preocupado, quizás porque no te había dado ni un beso. He estado con el perro una hora, paseando por la naturaleza, respirando aire puro y pensando que debo adaptarme a las circunstancias.
Me he acordado de un libro que leí hace más de 10 años sobre el budismo y donde decía que todos debemos pasar por momentos tristes en nuestras vidas, enfermedades, problemas varios, ya sean nuestros o de la familia y que es inevitable, solo debemos aceptarlo y fluir, pensando en que vendrán tiempos más positivos y donde seremos más fuertes. He llegado a casa a las 11 y más tarde he mirado el móvil y marcaba las 11:11 y sabía que el universo me estaba enviando señales. He ido a la terraza con los gatos y me ha empezado a llorar mucho el ojo derecho y sabía que eras tú. Después he ido a mi habitación y mientras escribía, escuchaba Beethoven, con Hans y Nina encima de mis piernas. Eran las 12:49 cuando de repente he sentido tristeza y ganas de llorar, pero también de amarte.
A las 13:12 me ha llorado el ojo izquierdo, minutos después de ponerte más imágenes y pensar en ti. He cambiado a Vivaldi y me he sentido mejor. También puede influenciar las gotas de Rescue Remedy que he tomado antes de desayunar. Mientras estaba comiendo casi sin ganas, me ha empezado a doler el corazón y me ha durado bastante. Justo he acabado de lavar los platos a las 15:35 cuando he notado dolor de barriga, nauseas y también mucha tristeza y ganas de llorar. No sé lo qué te pasa, pero tampoco estás bien. Hace poco he ido a ver los gatos que están cerca de mi casa, y durante el trayecto no dejaba de ver plumas pequeñas por todas partes. No sé cuándo volveré a escribirte, por eso cuídate, Pass auf dich auf mein Liebling. Te quiero mi precioso alemán.
Eternamente tuya,
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