¡Hola mi dulce amor! Siempre
estamos conectados, o al menos nuestras almas y nuestros corazones.
Los domingos te echo mucho de menos y yo también noto que piensas en
mí. Ayer solo te sentí en dos momentos, antes de comer cuando me
llegó una sutil tristeza y ganas de llorar, y ya por la tarde, una
maravillosa love bubble que me hizo flotar durante 3 minutos.
Esta mañana no estaba pasando
nada. Me había levantado con dolor de cabeza de nuevo y no te
sentía, y he pensado que estabas ocupado. Pero entonces ha ocurrido
algo mágico y sorprendente…Faltaban pocos minutos para las 10
cuando he empezado a darte besos y a decirte con mucho cariño “Te
quiero”. Apenas 2 minutos más tarde he empezado a notar
maravillosas y deliciosas caricias en los cabellos y de manera
mágica, el dolor de cabeza ha desaparecido. Mi corazón ha empezado
a latir rápido y una inmensa sensación de amor ha llenado mi pecho.
Poco después he salido de
casa y en el portal me he encontrado una pluma blanca. Siempre las
recojo, doy las gracias y me las guardo, porque sé que son
protectoras. Diez minutos más tarde he empezado a notar los tres
chakras activados y una sensación, un deseo muy grande de hacer el
amor contigo, deseaba abrazarte, besarte, verte…Te he dicho
telepáticamente: Te necesito. Y a los pocos minutos me ha
llegado una telepatía tuya. Estaba a punto de entrar en la panadería
cuando de repente los ojos se me han llenado de lágrimas y el
corazón me ha palpitado muy rápido y de manera muy sincera me has
dicho: ¡Me haces sentir tantísimo amor! Se me han llenado de
mariposas agitadas la zona del plexo solar, sentía fuego en el
pecho, mientras te murmuraba: Amor mío, soy tuya…
He tenido que esperar para
poder amarte pero ha valido la pena. Cuando has llegado, todavía
llevabas un jersey blanco y te lo he quitado. Te he besado el pecho,
los pezones, la barriga y te has vuelto loco de felicidad. Tus ojos,
tu mirada, no sé cómo definirlos, pero lo que no dices verbalmente,
me lo expresan tus ojos. Estaban llenos de deseo, de amor puro.
Parecías serio y preocupado pero pronto te has olvidado de tus
inquietudes.
Al principio hemos hecho la
postura del misionero y no dejabas de besarme y acariciarme.
Sobretodo me tocabas los cabellos y me mirabas con dulzura, pasión…Yo
aprovechaba para tocarte las nalgas y te encantaba y excitaba. Te he
hecho sexo oral y has enloquecido. Yo estaba tendida, boca arriba y
tú de rodillas me introducías tu pimmel de manera profunda. Luego
te he lamido los hoden y has gemido de placer. Cuando me has vuelto a
penetrar, esta vez estabas de rodillas y yo tenía las piernas
abiertas. Sentía tu placer dentro de mí, era de nuevo una deep
penetration. Era delicioso. No dejabas de mirarme a los ojos, cómo
si quisieras averiguar qué pensaba, que sentía. El corazón estaba
muy activado pero era una mezcla de dolor y amor.
Al final hemos tenido un
orgasmo intenso que me ha convulsionado de nuevo mientras gemía tu
nombre y besaba la almohada.
Te quiero con toda mi alma mi
cielo.
Eternamente tuya,
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