¡Hola mi dulce amor! Te
escribo porque es terapéutico para mí y me ayudará a aliviar una pena que no sé
de dónde viene, si soy yo, tú o ambos. Me gustaría poder compartir contigo
mejores momentos, pero sé que leer estas palabras, te reconfortará y te darás
cuenta de lo mucho que significas para mí.
Ayer soñé dos veces contigo.
Cuando me desperté eran las 5:30 y había soñado que venías a mi ciudad y
llegabas por sorpresa porque venías antes del partido de fútbol entre nuestros
equipos. Pensaba que no me había hecho una limpieza facial pero luego pensaba
que no me importaba. Saludabas a mucha gente conocida, hombres y mujeres.
Llevabas una camisa negra y estabas muy guapo. Cuando por fin nos quedamos
solos, te doy un beso en las manos y tú me sonríes de manera tímida y siento
que también estás nervioso por volver a vernos. Después del sueño, me levanté,
puse comida a los gatos y volví a la
cama y al poco soñé de nuevo contigo. Esta vez estabas en el comedor de mi
casa, y te enseñaba un cuadro. Es una poesía que escribí a mi primo Josep
cuando desapareció en las montañas del Karakorum en agosto de 1990. Entonces me
decías que yo escribía muy bien, y eso para mí me llenaba de felicidad.
Llevabas una camisa azul cielo o blanca, no recuerdo bien. Sonreías y estabas
precioso.
Creía que ayer los dos
estaríamos desconectados, yo en clase y tú ocupado con tu trabajo, pero nada
más lejos de la realidad. En el bus sentía mezcla de dolor y amor y tenía muchas ganas de darte besos. Ya
en clase, no me podía concentrar. Sentí una profunda excitación pero más tarde,
experimenté cuatro emociones a la vez: Notaba como si me abrazaras, sentía los
ojos llororos, angustia en el plexo solar y ganas de llorar. En el tren, de
vuelta a casa, sentí una profunda nostalgia por ti, te echaba muchísimo de
menos. Cuando salí de la estación, sentí deseos de llorar y caminé por una
calle solitaria para llenarte de besos. De repente sentí como si me faltara
aire, con un nudo en la garganta. Suspiraba profundamente, como si aliviara un
peso en el corazón.
Más tarde, mientras tomaba el
Afternoon coffee, me llegó una love bubble y corrí a besar tu preciosa
fotografía, pero empecé a llorar mientras murmuraba: Quiero besarte, quiero
abrazarte, quiero verte my baby…Creo que notaste mi tristeza porque poco
después sentí dolor en el corazón. Y faltaban las canciones como señales de
conexión. Por la mañana ya había escuchado Heaven de Avicii y la volví a
escuchar por la tarde. Pero camino de la biblioteca, con diferencia de 5 minutos,
empezó a sonar primero Missing you de Puff Daddy y posteriormente I Ain´t
missing you de Tina Turner.
Y esta mañana no acabo de
recuperarme. Me he levantado bien, sentía energía en todo el cuerpo y una
especie de bliss en el plexo solar. Te he puesto imágenes y minutos más tarde
he notado un nudo en el estómago y sentía tu dolor y amor a distancia. Más
tarde cuando he salido a comprar, más señales, una matrícula 222 y otra con la
ciudad donde resides. Me encontraba con fuerzas, el día es soleado y primaveral
pero de repente, cuando he ido a la terraza con los gatos, sin poderlo
controlar, he empezado a llorar y a sentir mucha pena. Preguntaba al cielo, a
los seres de luz, a ti, qué me estaba ocurriendo y he empezado a decir en voz
alta: Sientes que te encuentras solo, la gente te da la espalda, no te
comprende. Pero amor mío, aunque estemos a distancia, te mando mi amor, mis
abrazos, mi apoyo, mi cariño…
A veces pienso que todo esto
son pruebas de amor, de fé, de resistencia, de comprobar si nos rendimos o el
amor es tan fuerte, que supera todos los obstáculos. Te echo mucho de menos mi
amor, pero por favor, recuerda que te quiero con toda mi alma y corazón.
Eternamente tuya,
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