¡Hola mi dulce amor! Me encanta poder escribirte, sobretodo cuando te puedo contar cosas positivas. Esta mañana me he despertado después de soñar contigo y ha sido un sueño extraño. Te veía con unos compañeros y todos llevabáis la equipación de vuestro equipo de fútbol. Estabas muy contento con la bufanda en el cuello con los dos escudos de tu equipo y el mío. Entonces llegan unos tiffosi del Inter y empiezan a pelearse con los alemanes y viene la policía. Pero el momento más fuerte es cuando un italiano intenta robarte o agredirte y cuando yo lo veo, le doy un puñetazo muy fuerte en la nariz del “hooligan”. Yo nunca haría eso, no me gusta la violencia pero después he pensado que no soporto que te hagan daño y si alguien intentara agredirte, creo que saldría la valentía de Felix Kraemer para defenderte. Pero del sueño me quedo con tu cara de felicidad con la bufanda enroscada en tu cuello.
Más tarde estaba con los gatos y he sentido que me moría de amor con una maravillosa love bubble que me has enviado. Te notaba más animado que ayer. Pero más tarde he sentido un poco de dolor en el corazón. No podía dejar de pensar en ti.
Cuando iba camino de la cafetería, paseaba en medio de un parque lleno de árboles y he empezado a hablar contigo telepáticamente. No me doy cuenta, entro en una especie de trance hipnótico y hablamos mentalmente. Has empezado tú hablándome en inglés, me decías que te encantaría pasar una noche de amor contigo pero que tienes miedo porque sabes que la separación sería muy dolorosa y más después de sentir una bliss y éxtasis que estoy segura jamás hemos sentido. Te he contestado que es verdad, que los días siguientes sentiríamos tanta nostalgia que el dolor se haría sólido. Y te he dicho: Dejemos que el universo maneje los hilos de nuestras vidas.
He llegado a casa a las 13:30 y de manera espontanea te he dado besos apasionados que me han salido del corazón mientras te susurraba TE QUIERO TE QUIERO…De pronto, en menos de 5 minutos se me han activado los chakras y el corazón me iba a 100, de nuevo escuchaba el pum pum. Te he preguntado si querías hacer el amor…
Desde el primer momento el placer ha sido increíble, superior. Tú estabas de rodillas y yo tendida y me besabas, me acariciabas los pechos, me mirabas a los ojos. Amor mío, sentía tanto placer que lo notaba en los huesos, en todo el cuerpo entero…Tu disfrutabas muchísimo. Tras unos minutos has cambiado de posición y has adoptado la doggie y el placer ha sido extremadamente delicioso. Te gustan mis nalgas, me ha sorprendido ver cómo las tocabas. Finalmente te has movido en círculos y cuando has alcanzado el clímax, has gritado de manera intensa, hacía mucho que no te oía rugir tan ferozmente. Pocos segundos después he sido yo quien he tocado el cielo con las manos. Me he quedado feliz, relajada y tú también.
Te amo mi dulce amor, eres mi felicidad absoluta.
Eternamente tuya,
P.S. Enhorabuena por la victoria de tu equipo. Creo que el número 9 nos marcará un gol el próximo martes...Ha ha ha!
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