lunes, 9 de septiembre de 2019

Echte Liebe


¡Hola mi dulce amor! Cuando el sábado por la mañana sentí que me enviabas una love bubble que me hacía flotar de felicidad, no podía dejar de darte besos y de pronto oí una voz dentro de mí. No sé si era mi Higher Self, los ángeles, el universo pero me decía: ¿Todavía no estás convencida que esto que sientes es amor verdadero? ¿Necesitas más pruebas para admitir que él siente también amor? ¿No te das cuenta que vuestro amor es puro, auténtico y que nada ni nadie podrá borrar lo que sienten vuestros corazones?
Poco después, casi ya al mediodía, empecé a sentir dolor en el pecho y te notaba triste. No dejé de recibir señales que me indicaban cómo te encontrabas. Vi dos matrículas con las iniciales de tu nombre y apellido y una Y. La palabra que me vino a la mente fue Yearning. Por la tarde sonó Faded y noté que se me encogía el corazón. Por si fuera poco, vi dos matrículas CRY que me confirmaron lo que sentía en mi corazón. Hubo un momento que me costaba respirar, me faltaba aire. Ya en el “evening” noté excitación pero desapareció muy rápido. De pronto tuve una visión tuya y me llegó el pensamiento de que quizás yo no quería o no te sentías al 100 %. Pero te busqué, te besé para que sintieras mi amor y acabamos haciendo astral sex. No me importa que te pongas de espaldas porque siento tu amor. Notaba cómo me besabas la espalda y me acariciabas.
El placer nos envolvió en un momento mágico que culminó con un clímax maravilloso.

Ayer domingo estuve muy tranquila. Por la mañana me relajé leyendo, te notaba lejos y pensé que necesitamos un día para desconectar. Pero ocurrió algo por la tarde y sobretodo por la noche. Eran pasadas las 4 de la tarde cuando sentí una intensa love bubble y además la sensación de que me estabas abrazando la espalda y los brazos. Iba en coche con mis padres camino a casa y en esos momentos llovía muchísimo, un diluvio de agua impresionante pero yo me sentía como si el sol me alumbrara, como si el cielo fuera azul y lleno de luz. Sentía tu amor intenso e inmenso en mi corazón.

Seis horas más tarde, a las 10 de la noche me puse a ver la película Palmeras en la nieve. Ya la había visto el año pasado y leído el libro. La primera escena que se ve es una fuerte tormenta y en una cabaña, amándose un chico blanco y una chica negra. Los dos mientras “are merging” lloran desconsolados porque saben que es su última noche. Aquella escena fue como un trigger. Empecé a llorar desconsolada, con un fuerte dolor en el pecho y en el plexo. En aquellos 120 segundos tuve visiones y vi a Hans y Felix aquella noche de 1943 cuando hicieron el amor por última vez pero también tuve una visión y te vi a ti y a mí, abrazados, llorando los dos mientras nuestros cuerpos estaban enlazados. Tuve la sensación que era una imagen del futuro, en nuestra primera vez donde nos amamos físicamente y lloramos después de tantos años de separación y nostalgia. Me dolía mucho el corazón, me faltaba aire, como si me asfixiara, sentía mucha angustia…De pronto noté tu presencia y como me abrazabas y me besabas en los labios y hacías esfuerzos para no contagiarte de mi pena. Fue un momento maravilloso.

Y hace menos de una hora acabamos de hacer sacred love. He notado una excitación muy profunda y te he preguntado si querías hacer el amor. A los dos minutos he sentido como mi corazón palpitaba de manera muy rápida y sabía que era tu respuesta. Los dos necesitamos mucho amor. Me has acariciado con dulzura y yo te he besado el cuello y te ha gustado mucho. Hemos hecho un 69 y el fuego ardía en nuestros cuerpos. Y de nuevo he visto imágenes de una vida pasada. Ha sido como si los seres de luz me dijeran que nosotros también vivimos un amor interracial. Yo era indígena, como Pocahontas y tú eras blanco, colonizador. Tenías los cabellos rubios y rizados y los ojos azules muy pequeños. Siempre me ha gustado mucho la zona de Perú, Bolivia y sé que en otra vida viví allí. Cuando te he vuelto a ver, me mirabas de manera dulce pero también con ojos tristes. Amor mío, lo que daría por poder abrazarte ahora. Me he dado cuenta que me penetrabas lentamente, como si no quisieras que el placer se acabara. Yo tampoco quería que te fueras. Ha habido un momento que te has tendido encima de mí y nuestros cuerpos estaban muy pegados, estrechamente abrazados y era una sensación maravillosa. Hace poco he mirado mi libro Estrellas Cruzadas y me he dado cuenta que Hans y Felix también lloraron en su última noche juntos. Si algún día el destino quiere que nos unamos y hagamos el amor físicamente, creo que vamos a llorar de felicidad.

Espero que tengas una semana tranquila y fantástica. Te quiero con toda mi alma, mein Sonnenschein.

Eternamente tuya,

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