¡Hola
mi dulce amor! Guten Morgen mein Liebling! Son las 5 de la mañana y ya no puedo
dormir. Mi cabeza no deja de pensar lo que ocurrió ayer y cómo me envías
señales cuando me necesitas. El lunes fue maravilloso cuando hicimos astral
sex, sacred love, ya que alcanzamos un orgasmo de los más potentes e incluso
tres horas más tarde, todavía sentía felicidad y burbujas chispeantes dentro de
mí. Pero ayer fue un día donde quedó demostrado, que cuando amas a alguien incondicionalmente,
lo apoyas en los momentos más tristes y duros y te agradezco que acudas a mí
cuando necesitas que te consuelen.
Muy
temprano por la mañana ya sentí una sutil tristeza y una matrícula KRY me
confirmó que no estabas muy bien. Posteriormente sentía una angustia dentro que
no sabía por qué ocurría, pero venía de ti. Cuando fui a la cafetería a tomar
un té, pedí uno digestivo porque me dolía la barriga. Te notaba lejos pero a la
vez me enviabas señales de que no estabas bien. Te puse unas imágenes para
animarte y cuando salí de allí faltaban pocos minutos para las 13 h. Pensé que
no había visto ninguna matrícula 222 todavía. De pronto, apenas 10 minutos más
tarde, sentí una maravillosa Love Bubble pero llegaba cargada de tristeza pues
sentí un fuerte impulso por llorar. En ese momento volví a ver una matrícula
CRY. En medio de la calle te besé, te dije palabras bonitas y que te amaba,
mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y apenas dos minutos más tarde vi el
primer 222 y parecía que me dijeras: Yo también te amo.
Cuando
llegué a casa noté una ligera excitación, y te dije que hoy te buscaba yo, que
te haría el amor porque cada vez que nos amamos astralmente, nos curamos, nos
llenamos de energía y es el mejor medicamento para el alma. Percibí como si
tuvieras temor o vergüenza de pedírmelo pero después de besar tu foto, te dije
que no te preocuparas. Cuando te vi, tenías los ojos llorosos y te temblaba el
labio inferior. El dolor y la tristeza te quitaban las fuerzas. Creo que elegí
yo la postura, pues es como una meditación. Te acaricié, te besé, te susurré Te
quiero, te llené de amor y cariño mientras te abrazaba, te mimaba y consolaba.
Alcanzamos el orgasmo con los cuerpos estrechados, mirándonos a los ojos, exhalando
el dolor y bañándonos de amor.
Más
tarde cuando iba camino de la biblioteca, escuché casi consecutivas, tres
canciones que me hicieron pensar pues las letras dicen muchísimo. Sonó Shawn
Mendes con In my Blood, Miss you de Everything but the girl y Can you hear me
SOS de Avicii. Mientras estaba navegando noté mis ojos llenos de lágrimas. Cuando
salí de allí empecé a sentir dolor en el pecho. Era como si me clavaran algo
puntiagudo en el centro del corazón. Te pregunté: ¿Qué te ocurre amor mío?
Entonces de repente me vino un flash, un recuerdo que ya había olvidado. Te
dije telepáticamente. “Seguramente no te acuerdes pero hace hoy justo 4 años yo
me moría de dolor porque horas antes me habían dicho que regresabas a tu país”.
Ahora entiendo que nos teníamos que separar por un propósito.
Eran
las 19:30 y estaba en casa escribiendo en mi diario lo anotado en la Colour
Note. Me relaja mucho. Había puesto incienso y sonaba música clásica. Entonces
noté de nuevo el dolor en el pecho pero esta vez mucho más fuerte que antes.
Decidí ponerte unas imágenes para animarte y a los dos minutos sentí un potente
estallido en el corazón. Besé con pasión la preciosa foto que tengo en mi
salvapantallas donde apareces sonriente y a los pocos minutos fue disminuyendo
el dolor hasta que una hora más tarde ya no sentía apenas nada. Supe que te
habían llegado mis besos y mi amor.
Mein
Sonnenschein, espero de corazón que mis palabras te hagan sentir mejor. No te
imaginas las veces que he visualizado que te podía abrazar físicamente cuando
te encuentras triste. Me siento muy feliz de que confíes en mí y ya sabes que
puedes contar conmigo siempre que lo necesites.
Te
quiero con toda mi alma y corazón, mi alemán guapo.
Eternamente
tuya,
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