¡Hola mi dulce amor! Hace unos
días que me siento desorientada y muchas dudas invaden mi mente y a menudo
pienso en ti, de si me has olvidado, si ya no sientes nada…pero de repente
nuestras almas se buscan, nuestros corazones palpitan a la vez y como dos
imanes, nos atraemos para amarnos con locura. Ayer estaba leyendo un libro sobre vidas
pasadas y de pronto empecé a sentir dolor y muchas ganas de llorar. Creía que
la lectura me estaba afectando porque en muchas historias me sentía
identificada, pero cuando noté mucha nostalgia por ti, supe que necesitabas
consuelo. Me dolía mucho el pecho y te besé para mitigar la tristeza. Después
por la tarde me di cuenta que me escuchas cuando te hablo. Estaba contemplando
el cielo azul, los árboles, el silencio era delicioso. Estaba sola con Rufo, el
perro de los vecinos y empecé a hablarte. ¿Dónde estás amor mío? ¿Con quién
estás? ¿Cómo te sientes? De pronto sentí mucho calor en el plexo y supe que
eras tú enviándome energía de amor.
Esta mañana he pensado en ti y
te he dado besos pero te he notado lejos. Después de desayunar estaba con los
gatos en la terraza y pensaba en mi futuro laboral, en qué pasaría en mi futuro
y de pronto he empezado a sentir una ligera excitación. No era muy fuerte pero
he sabido que eras tú. A los pocos segundos me ha llegado una telepatía tan
directa que te he respondido en voz alta como si te tuviera delante. Me has
dicho: Tengo miedo de decepcionarte. Y yo te he dicho: Cariño, tú nunca me has
decepcionado. Me gusta el astral sex contigo, sentir tu amor, incluso resisto y
acepto tu dolor porque sé que nos sanamos mútuamente. Por favor, ten confianza,
trust in me, vertraue in mir.
Media hora más tarde seguía
sintiendo aquella arousal y te he llenado de besos. No te he dicho nada pero sé
que me has leído el pensamiento. A los pocos minutos se me han activado los
otros dos chakras, hormigueo en los pies y sobretodo el corazón me palpitaba
muy deprisa y notaba fuego en el pecho, ardor intenso que se ha extendido por
todo el cuerpo en pocos minutos. Aparte notaba que necesitabas que te
acariciaran, que te llenaran el alma de amor puro.
Cuando me he tendido en la
cama y te he visto llegar, lo has hecho prudente, casi temeroso. Has elegido
una postura muy íntima, donde los dos cuerpos están muy pegados. He notado que te faltaban fuerzas pero cuando
has visto como yo cerraba los ojos y gemía de placer, has cogido confianza. Me
mirabas a los ojos y me besabas. El momento más maravilloso ha sido cuando me
penetrabas y te sentía dentro de mí, me besabas y mordías el cuello y luego me
has susurrado Te quiero. Me has
enloquecido de felicidad y te he dicho Te
quiero con los labios temblando de emoción. Tú también has enloquecido
cuando te he hecho sexo oral, me he dado cuenta que sientes muchísimo
placer. Después nos hemos vuelto a
enroscar y he notado mi corazón dando un brinco y he tenido la sensación que tú
estabas notando mi excitación aunque estés a más de 1000 km de distancia. Nos
acariciábamos los cabellos, nos besábamos con dulzura y el placer nos inundaba
de la cabeza a los pies, pero también flotaba una nube de amor que nos hacía
sentir en el cielo. El orgasmo de nuevo ha sido intenso y muy muy muy largo…He
gritado tu nombre mientras mi cuerpo y el tuyo se fundían de placer. Cuando me
he levantado, el pecho me ardía y las imágenes llenas de ternura, acudían de
nuevo a mi cabeza.
¡Te quiero mi dulce amor!
Eternamente tuya,
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