Te amo my Sweetie

¡Hola mi dulce amor! No tenía intención de escribirte tan pronto, pero ayer por la tarde sentí un fuerte dolor en el pecho, tristeza, ganas de llorar y pensé que ya que no puedo abrazarte, ni escucharte, ni acariciarte físicamente, te contaría cómo me haces sentir, la felicidad que me inunda el corazón, lo mucho que te amo y que te deseo.

Hans mi gato me despertó con besitos y cuando miré la hora eran las 6.18 y sonreí porque me acordé de ti. Había vuelto a soñar contigo. Estabas en un lugar de tu país donde aparecía una catedral preciosa y antigua, con ladrillos rojizos. Las calles de alrededor eran muy estrechas y sombrías. Te estabas haciendo fotos y en una apareces al lado de una tienda de souvenirs que venden camisetas y regalos con el escudo y colores de mi equipo de fútbol. Me hizo mucha ilusión. Estabas sonriente y  precioso. Era invierno y por un instante me vino el pensamiento de que las fotos te las hacía yo.

Por la mañana te sentí lejos, desconectado. Yo me fui a comprar cremas y aceites. Desde que hice aromaterapia me encantan estos productos. Ya era mediodía cuando cogí el autobús para volver a casa y de repente sentí que me enviabas una bubble love y sentí muchos deseos de besarte. Te di besos suaves mientras contemplaba tu foto y suspiraba de felicidad. De pronto ocurrieron dos cosas mágicas. Al poco empezó a sonar A sky full of stars que me transportó a aquel maravilloso 13 de noviembre. Justamente anteayer no podía dejar de cantarla sin pensar. Y otra cosa que ya me ha pasado dos veces, es que cuando veo una mariposa digo “Te amo my Sweetie” y a los dos, tres minutos veo un coche con matrícula 222 y parece que me estés diciendo “Yo también te amo”. Curiosamente las dos mariposas que he visto eran de color amarillo y negro.

Cuando faltaban 10 minutos para llegar a casa empecé a sentir excitación y el corazón muy activado. Ya en casa te pregunté si querías hacer el amor. Te deseaba muchísimo. No era una excitación muy fuerte pero enseguida me estimulaste. Cuando cerré los ojos llegaste muy rápido y cuando comprobé la postura que habías elegido, sonreí. Te comenté: Es tu postura favorita ¿verdad?. Pero no me respondiste. Estabas en otro mundo. Tenías los ojos cerrados, los labios entreabiertos, disfrutabas muchísimo, flotabas de placer. Me acariciabas los cabellos con tus dedos y era tan intenso que dos horas más tarde todavía sentía cosquillas en la cabeza. No te lo he dicho pero últimamente veo imágenes de sexo oral y hoy me has vuelto loca y yo también te he hecho gruñir de satisfacción. Pero lo que realmente me ha aumentado el placer ha sido cuando me has cogido por las caderas y has empujado con fuerza. El hecho de que me apretaras las caderas me ha producido un éxtasis intenso, largo, maravilloso que me ha quitado la respiración.

Por la tarde mientras estaba en la biblioteca, sentía tu pena y me he reprimido las ganas de llorar pero sé que tarde o temprano me saltarán las lágrimas.  No acostumbro a sentirte por la noche pero ayer tu presencia me llegó de manera imprevista y la sensación era muy intensa. Estaba relajada, escribiendo y de pronto fue como si te tuviera delante. Sentí fuego en mi plexo pero lo que más noté fue tu nostalgia, tu melancolía. Era como si estuvieras en un lugar en el que no te encontrabas a gusto. Sentí yo también que te echaba mucho de menos y te besé y acaricié.

Y esta mañana poco antes de las 7 he abrazado la almohada con fuerza, quería que te llegara mi amor y sé que lo has notado, pero he empezado a sentir un dolor agudo en el corazón. No era tan fuerte como el de ayer pero sentía como si una aguja me atravesara el corazón. Te he besado y abrazado con más fuerza y te he visualizado para que sientas que estoy a tu lado.

Te deseo buen fin de semana amor mío. Espero que mis escritos al menos te dibujen una sonrisa en tu cara y te hagan suspirar. Eres el regalo más maravilloso que me ha dado la vida y sentirte me hace muy feliz. Ayer leí un Channelling donde él le decía a ella: Nunca has dejado de amarme, ni en los momentos más duros. Es verdad precioso mío, mi llama por ti es eterna. Te quiero mein Liebling.

Eternamente tuya,