Hola
mi dulce amor! Te he echado mucho de menos y creo que tú a mi también. Desde el
viernes sentí muchas energías, solar storms, Schuman ressonance, ascension
symptoms que me provocaron fuerte dolor de cabeza, náuseas estomacales y todos
los chakras revolucionados. En cambio a ti te notaba lejos, ausente,
desconectado. Luego supe que el lunes también era festivo en tu país y estarías
de vacaciones. El único síntoma de contacto, era un fuego en el plexo o el
pecho, me ardía muchísimo. Y de vez en cuando gotas de nostalgia…pero estabas
lejos de mí.
El
lunes te sentí con dos telepatías que me hicieron entender cómo estabas. Por la
mañana estaba tomando un té digestivo (todavía me dolía el estómago) y me
dijiste: “No puedo escapar”. No quise preguntar de qué o de quién, pero te
envié una bola rosa de amor a tu corazón para que tuvieras fuerza y luz. Al
mediodía encendí mi ordenador y al ver tu preciosa foto en mi salvapantallas,
te besé dulcemente y mis ojos se llenaron de débiles lágrimas. De pronto me
dijiste: “No me dejes”. Esta vez sonó como un grito de desesperación y dolor.
Hay una canción que suena de vez en cuando y cuando por azar la escucho, sé
cómo te encuentras: I am faded, so lost…Intentaba no ponerme triste, quería ser
fuerte pero no podía dejar de pensar en ti.
Y
eran las 7 de la tarde cuando de pronto sentí una fuerte excitación y tu
presencia.Tenías ganas de que te amara y yo de amarte. Cuando cerré los ojos,
llegaste muy rápido. Amor mío, lo que daría por tener una foto, una imagen de
tu rostro radiante de felicidad cuando nos abrazamos. Me di cuenta que tenías
carencia de besos, de abrazos, de gestos de amor. Te acaricié los cabellos y te
volviste loco de felicidad porque te encanta. Hubo un momento que me miraste a
los ojos con miedo, temeroso de que no pudieras excitarme o estuvieras frío,
pero no, tenía tantas ganas como tú. Esta vez fui yo quien te lamió y mordió la
oreja mientras te susurraba “Te quiero mi alemán guapo”. Esta frase la digo y
escribo mucho. Y me hiciste el amor…Oh me encanta todo tu cuerpo. Hubo un
momento que te dije sin pensar: Cabalga amor mío, lo haces muy bien. Pero
estabas tranquilo, a tu ritmo, feliz…
Dos
horas más tarde, cuando estaba cenando, sentía una bliss, una relajación maravillosa
que me hacía sentir muy bien. Y así te noté a ti, relajado, feliz, como si
hacer el amor astralmente te hubiera llenado de felicidad.
Ayer
martes fue un día lluvioso y apenas te sentí,
pero cuando menos lo esperaba, después de cenar, me enviaste una maravillosa love
bubble que me impulsaron a besarte de manera desesperada y apasionada. Fue un
regalo delicioso para un día gris y melancólico. Danke.
Estos
momentos tan dulces, borran aquellos instantes tristes, amargos que tanto tú
como yo sufrimos. Soy más fuerte y pienso que la vida aún nos regalará
sorpresas increíbles. Ya verás amor mio. Recuerda que te amo con toda mi alma y
corazón.
Eternamente
tuya,
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