miércoles, 15 de mayo de 2019

En la quinta dimensión solo hay amor





¡Hola mi dulce amor! Nunca me he drogado pero he leído que la gente que consume drogas, en el momento de euforia, de felicidad, de no sentir dolor…ese estado, es lo más parecido a la 5D, donde solo hay amor y bienestar. Tú y yo sabemos lo que es, pero lo malo es que por desgracia vivimos más en la 3D.

El lunes al mediodía iba por la calle, cuando de repente sentí tu telepatía. Era muy fuerte y potente, casi me asusté. Me pedías a gritos que te amara, que te abrazara, que necesitabas calor humano. Yo también tenía ganas de volver a amarte astralmente. Cuando llegué a casa y cerré los ojos, me dejé llevar y me sorprendió lo rápido que apareciste, ya que a veces tardo en verte. Al principio parecías impaciente pero no…Sabías que hoy más que sexo, era amor, cariño, mucho afecto. En la 5ª dimensión no hay miedos, ni vergüenza, ni desconfianza, ni terceras personas. Estamos tú y yo y sólo se palpa el amor incondicional que surge de nuestras almas y corazones.

Vamos conociendo nuestros gustos y te dije telepáticamente (en sexo astral nos comunicamos así) que si querías cambiar de postura, porqué noté que te faltaba fuerza y fuiste muy sincero. Me dijiste que no era tu preferida pero que hoy necesitabas sentir el calor de tu cuerpo pegado al mío. En ese momento mi corazón saltó de manera potente. Eras atento, me acariciabas y me besabas con suma delicadeza e hiciste algo que nunca me habías hecho ni tú ni otro hombre. Me cogiste la mano y me besaste dulcemente los dedos. Lo encontré muy romántico. Te miré a los ojos y sonreías, sentí que este amor te llenaba. Después de alcanzar el clímax, me levanté y te besé y me di cuenta que el plexo solar me ardía y el corazón me palpitaba muy rápido. Lo malo de este estado de felicidad espiritual, es cuando regresas al planeta Tierra después de flotar en el Nirvana. Y es ahí cuando siento tu dolor en mi pecho, cuando noto tu tristeza.

Ayer martes por la tarde, en clase realizamos una meditación donde soltamos muchos traumas y dolor. Fue tan intensa, que una compañera vomitó, otra lloró y yo vi muchas cosas. Vi a Felix Kraemer en una marcha militar, las montañas Rocosas y yo en una tribu de indios nativos…Empecé a sentir mucho dolor en el plexo, casi no podía soportar esa tortura que me retorcía las tripas y la profesora nos dijo que cuando abriéramos los ojos, escribiéramos lo que sentíamos, lo que habíamos visto y si nos había llegado alguna palabra, frase, también la anotáramos. Al abrir los ojos, casi con escritura automática anoté con letras mayúsculas: ¡PERDÓNALO! ¡AMALO! La profesora me dijo que sabía a quién me refería aunque dudara. Lo supe desde el primer momento: ¡TU!

Quedé agotada, liberé mucho dolor de otras vidas y de esta y pensé que necesito desconectar unos días de la “Social Media”, sumergirme en buenas vibraciones en la naturaleza, haciendo cosas que me gustan, apartándome de toxinas y pensamientos negativos que se me acumulan en la mente. Hasta pronto mi amor.

Eternamente tuya,

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