¡Hola
mi dulce amor! Ayer me ocurrió algo que nunca antes me había pasado
y me doy cuenta que contigo vivo, experimento, siento momentos
increíbles, dulces y tristes también. Antes debo confesarte algo
para que entiendas lo que sucedió ayer. En las dos últimas dos
veces que hicimos el amor astralmente, la mujer que aparecía en las
imágenes, no era yo. Sé que debía verlas por un propósito, curar
heridas de celos, desconfianza, igual eran visiones del pasado, pero
me sentí incómoda y me produjo desazón. Fue una prueba muy dura
pero me afectó y desde entonces cada vez que sentía excitación,
tenía miedo, me alejaba de ti, no quería intimar contigo y ahora
entiendo que quizás lo notaste.
Cuando
ayer por la tarde sentí el “arousal” supe que esta vez sería
diferente. Notaba chispas de amor y mi corazón me decía que me
necesitabas. Cuando visualicé las primeras imágenes, me impactó
mucho ver tu rostro, la expresión de tus ojos. Estabas preocupado,
inquieto, me mirabas con miedo a que te dejara, te abandonara de
repente. Me besabas y acariciabas y querías darme placer. Tu cariño
me daba cada vez más seguridad y de pronto me dijiste una frase (que
no puedo reproducir aquí) pero que demostró que te importo más de
lo que me parece. Sin darme cuenta empecé a susurrar tu nombre y
aquello evaporó cualquier rastro de miedo y nos aportó más
confianza. Vi perfectamente cómo nuestros cuerpos estaban acoplados
y el placer crecía. De pronto sin aviso, mis ojos empezaron a llorar
y noté como gruesas lágrimas se resbalaban por mis mejillas, a la
vez que sollozaba y mis gemidos eran una mezcla de placer y lamento.
Pero me di cuenta que lloraba de alegría, porque volvíamos a estar
juntos íntimamente y nuestras almas y corazones vibraban de
felicidad.
Cuando llegué a la cúspide y
mi voz jadeó tu nombre, mi cuerpo seguía llorando sin poder parar,
con la respiración entrecortada, suspirando pero con mucha felicidad
dentro de mí. Besé tu fotografía a la vez que te daba las gracias
por ser tan maravilloso y aún me costó unos diez minutos volver a
estar estable. Mi cuerpo reaccionó con lágrimas de alegría pero
creo que en el fondo era una manera de soltar emociones, de liberar
una opresión y un castigo que no eran sanos. Me conmovió mucho ver
tus ojos amor mío, supe que te importo más de lo que pienso.
A veces tengo la sensación
que todas esas imágenes que veo son del futuro. No puedo
controlarlas amor mío, a veces quiero hacerte cosas pero no puedo y
me limito a dejarme llevar. Fue una dura prueba pero he aprendido una
lección: El amor es la fuerza más poderosa que existe.
Quería
compartir contigo este momento tan maravilloso contigo y si antes te
amaba, ahora te amo infinitamente. No sé si alguna vez podré
tenerte entre mis brazos pero cuando estoy contigo en 5D, lo noto
todo, hasta cuando nuestros cuerpos están estrechamente unidos. Ha
sido uno de los momentos más increíbles que he vivido contigo en
5D. Te quiero con toda mi alma y corazón.
Eternamente tuya,
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