Hola mi dulce amor. Siento que
están pasando muchas cosas que no entendemos, pero cuando más dudas
tienes, aparece una persona que lo único que hace es poner voz a tus
pensamientos.
El pasado domingo sentí mucho
dolor en el pecho durante todo el día pero lo soporté lo mejor que
pude y no me hice preguntas. El lunes estaba contenta, te di besos,
te enviaba amor pero a lo largo de las horas, te noté aislado,
apartado y recordé el sueño donde te había visto muy enfadado con
personas próximas a ti. Decidí no molestarte, no conectar contigo y
por unas horas me olvidé de ti. Pero más tarde ocurrió algo. Me he
dado cuenta que a partir de las 19 h ya no conectamos, cerramos
nuestros corazones y pensamientos, excepto en alguna ocasión. Había
acabado de cenar y estaba mirando la tele, cuando de pronto sentí
una sutil pena, una aureola de nostalgia y supe que eras tú. Notaba
los ojos llenos de lágrimas y cuando fui al lavabo, de pronto me
llegó una repentina telepatía tuya. Me dijiste: Echo
de menos tus besos.
Y era cierto. Desde el mediodía no te había dado ninguno. Fui a mi
habitación y te besé dulcemente. Me di cuenta del mágico poder que
tenemos tú y yo, la telepatía. Por favor amor mío, dime lo que
sientes, exprésate telepáticamente. Jamás te rechazaré ni te
juzgaré, ya lo sabes.
Y los martes siempre pasan
cosas, tan sorprendentes que necesito explicártelas. Tras la pausa
del lunes, ayer volví a sentir un fuerte dolor de pecho que iba a
intermitencias. Me di cuenta que lo sentía durante momentos que sé
que piensas en mí y me preguntaba si ese dolor estaba relacionado
contigo. Por la tarde fui a clase de cromoterapia y estaba tranquila
pero a las 5 de la tarde sentí de nuevo el dolor. Estaba concentrada
en las explicaciones pero pensaba en ti también. Entonces a las
19:30 la profesora nos dijo que íbamos a hacer una meditación para
aliviar el cansancio de tantas horas de estudio. Y cuando estaba en
trance con los ojos cerrados, vi mi pecho en carne viva, muy rojo y
lleno de dolor, era como una gran herida muy abierta. Al acabar la
clase se lo comenté a la profesora y me dijo:
-
Estás enamorada ¿verdad? Llevas mucho dolor en tu pecho desde que eras una niña. Te has sentido siempre rechazada, apartada, abandonada, incluso nunca te has sentido amada por ningún chico. Por primera vez en tu vida, te estás amando a ti misma y también estás amando a alguien con el corazón.
Y recordé como el sábado
después de ducharme me miré desnuda en el espejo y me gustó mi
cuerpo, pensé que me sentía segura y me amaba. Y para rematar, la
profesora añadió.
-
No solamente llevas dolor en el corazón desde tu niñez. También hay de otras vidas, donde no te dejaron amar a esa persona de la que estás enamorada, muchas veces te desgarraron el corazón con injusticias y a él le ocurrió lo mismo. Pero ahora dejas que por fin esas heridas se curen, ya no las tapas más y por eso te duele el corazón, porque escuece, supura, pica…Pero como cualquier herida, es mejor que cicatrice.
Y pensé que es verdad, que
nunca he amado a nadie como lo hago contigo y creo que a ti te pasa
lo mismo pero ambos tenemos miedo de lo que nuestros corazones
sienten. Mientras escribo esto, siento ganas de llorar pero de
alegría porque pienso en ti y siento una burbuja de amor rosa en mi
corazón. ¿Te pasa como a mi, mein Schatz? ¿Sientes que por primera
vez en tu vida alguien te ama de una manera tan incondicional que
crees que todo es una fantasía? Ya sé que lo sabes, pero me gusta
decírtelo: TE AMO, T´ESTIMO, I LOVE YOU, ICH LIEBE DICH.
Eternamente tuya,
No hay comentarios:
Publicar un comentario