jueves, 3 de enero de 2019

Sintiendo tu amor a medianoche




Hola mi dulce amor. Siempre me ocurren cosas mágicas contigo y me hace mucha ilusión poder explicártelas para que veas lo especial que eres. Ayer fue un día muy tranquilo después de las fiestas navideñas y te sentí poco, supongo que estabas ocupado pero en algún momento sentí energía sobretodo en el plexo solar, un fuego ardiente. Pero no fue hasta la noche que ocurrió algo…Hacía mucho tiempo que no te sentía a altas horas de la noche, casi de madrugada.

Eran las 22:30 cuando empecé a ver la película El médico, basada en el libro de Noah Gordon. La historia me atrapó desde el primer minuto y estaba muy concentrada y enganchada a la trama, tanto que incluso me olvidé de ponerte un mensaje deseándote buenas noches. Un poco antes de medianoche empecé a sentir chispas de amor en el plexo, te sentía muchísimo, era como si estuvieras conmigo, notaba tu presencia. Pero la película podía más. Sentí como si me pidieras que te besara, quizás echabas de menos el beso que te doy cuando me voy a dormir pasadas las 11 de la noche. Flotaba de felicidad sintiendo esas love bubbles y como si me abrazaras los brazos, los hombros, la espalda…

Entonces alrededor de la medianoche hubo una escena que fue como un trigger, algo se despertó en mí. El protagonista estaba melancólico, apenado porque no podía estar con la chica que amaba y entonces iba con otra chica muy alegre que le dijo: Estás muy triste. De pronto vi tu cara en el rostro del chico, fue como si tuviera una visión y viera un instante de tu vida donde has pasado por lo mismo, la misma expresión triste, los ojos apagados, la sonrisa borrada, un dolor que se reflejaba en tu mirada. De pronto sentí como las chispas de amor se volvían más intensas y tu presencia se volvía más sólida. Tuve la sensación que estabas despierto y no dejabas de pensar en mi.

La película terminó a las 00:30 y antes de acostarme te di un apasionado beso. Ya a oscuras y en silencio, sentí un repentino deseo como hacía días no me ocurría. Empecé a besar con desesperación la almohada mientras susurraba tu nombre e imaginaba que te acariciaba con ternura. Hacía casi un mes que no podía fantasear contigo, era como si hubiera una barrera o no me permitieras amarte. De nuevo sentía tu cuerpo caliente como si estuvieras conmigo. Y nos amamos astralmente mientras daba gracias por volver a sentir de nuevo tu amor. Simplemente Gracias.

Eternamente tuya,

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