Hola
Mi dulce amor.
Hoy
es una fecha especial, la llevo grabada en mi corazón para siempre.
No sé si tú recuerdas algo de ese día pero yo me acuerdo
perfectamente y cuando leo mi diario, rememoro las imágenes y
suspiro. Pensaba que sería un capricho breve, que a los dos días
te olvidaría, pero solo recuerdo que aquel 15 y 16 de noviembre, fue
el fin de semana más largo de mi vida. De hecho todavía detesto los
weekends porque ambos desconectamos y te echo de menos.
Quiero
que leas algunos extractos de lo que escribí en mi diario aquel día
para que te des cuenta lo que el destino había diseñado.
“Mientras
comía unos macarrones, él disfrutaba de un trozo de pollo. Ha
habido un momento que yo disimuladamente lo miraba y entonces
nuestras miradas se han encontrado en un par de ocaiones y él
tímidamente la ha retirado. “
A
él le han traído el postre y a mí el café. Se ha pedido un
cucurucho de chocolate y cuando lo he visto lamerlo, me he comenzado
a excitar y a sentir un cosquilleo en todo el cuerpo como hacía
mucho tiempo no sentía.
Estaba
en el bus y no podía sacármelo de la cabeza. Sentía una dulce
sensación, era como si estuviese en una burbuja rosa de felicidad,
toda yo palpito.
El
dia 20 de noviembre hacía varios días que no te veía y anoté esto
en mi diario:
Alrededor
de las 13:30 siento un cosquilleo intenso, una felicidad y una
euforia increíble.Cuando hemos llegado al restaurante no estaba y me
he resignado. De pronto al cabo de 5 minutos ha llegado él con su
abrigo azul. La sensación de euforia me ha subido de los pies a la
coronilla. Se ha quitado el abrigo y llevaba una camisa blanca como
un ángel. Ha habido un momento que nuestras miradas se han
encontrado pero he apartado la mirada. El miraba su móvil mientras
bebía coca cola y yo disfrutaba del pescado cuando de pronto
nuestras miradas se han vuelto a encontrar pero esta vez ha sido más
largo e intenso. Sus ojos, su mirada ha estado como un rayo de sol
deslizándose entre nubes o rocas. Me ha cogido un sofoco, mucho
calor. Después ha saludado a un compañero y ha sonreído de una
manera que me ha recordado muchísimo al Christian de Chrolli, el
Thore Schölermann.
Dicen
que se tiene que olvidar el pasado, pero daría lo que fuera para que
existiera una máquina del tiempo y pudiera viajar a ese instante y
sobretodo darme cuenta de lo que hemos cambiado en estos cuatro años.
Por mi parte me siento mejor persona, con más ilusión y voluntad y
todo esto me lo provocas tú, por no decir de la felicidad que siento
en mi alma y corazón. El destino estaba escrito en las estrellas mi
amor y ni en mis sueños más fantasiosos, creía que volvería a
enamorarme y sentir unas sensaciones tan increíbles.
Gracias
por todo mi amor. Nunca podré agradecerte todo lo que has traído a
mi vida.
Te
quiero mi cielo.
Eternamente
tuya,
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