Hola mi amor. Hoy es una fecha
mágica para mí. En el 2014 te vi por primera vez. El destino quiso que te
cruzaras conmigo y aunque ni lo anoté en mi diario aquel día, tu imagen quedó
grabada en mi mente durante meses. En el 2015 fui también muy feliz porque te
hice un regalo de mi viaje de Munich y pude mirarte a los ojos, hablar en tu
idioma, escuchar tu voz, contemplar tu bonita mirada y tu encantadora sonrisa.
Hoy como si el destino quisiera hacerme un regalo, me ha enviado un sueño donde
salías tú pero enseguida me he dado cuenta que no era tan agradable como el
último.
Me he despertado a las 6 para dar
comida a los gatos y cuando he vuelto a la cama, me ha llegado un pensamiento
de que necesitabas cariño. He abrazado fuertemente mi almohada mientras te
decía guapo y te besaba como si fueras tú. Entonces, como si conectáramos y
hubieras captado mi telepatía, de pronto he sentido un fuerte dolor en el
corazón, el mismo que sentí ayer alrededor de las 8 de la tarde y que era casi
insoportable de resistir. Te he dicho palabra bonitas, que todo pasaría, que no
estuvieras triste y el dolor ha menguado. No he dejado de abrazar la almohada
con fuerza durante dos horas para que sintieras mi amor.
Y entonces cuando he vuelto a
dormir he soñado contigo. Iba a un teatro con una amiga a ver la actuación de
Lola Flores, una folklórica que fue muy popular hace años aquí en España. Mi
amiga y yo estábamos en la primera fila y entonces ella me decía:
-
Mira
quien tienes allí delante.
Y te veía justo detrás del
escenario, en unos asientos. Estabas guapísimo pero muy serio. Llevabas una
camisa negra y una corbata blanca (las dos veces que te vi en el restaurante
con una camisa igual supe enseguida cómo te encontrabas). Ibas afeitado y muy
elegante. Te acompañaba un amigo que parecía un troglodita, con barba larga y
espesa, cabellos también largos y despeinados, con gafas. Creo que era “tu
sombra”. El psicólogo Carl Jung decía que a veces aparecen personajes en
nuestros sueños muy extraños pero somos nosotros, la parte oscura que no
mostramos a los demás, lo que llaman “sombra”.
No podía dejar de mirarte y
suspiraba pensando: Oh, está aquí, en mi ciudad…
Me alegraba mucho verte. Estabas
muy guapo y luminoso, tu pelo rubio brillaba bajo las luces pero estabas muy
serio, con tensión.
Cariño mío, cuídate precioso mío.
Prefiero omitir todo el dolor que he sentido esta semana en el corazón, en el
plexo, en mi alma. Quiero pensar que todo irá bien. Leí ayer que el pasado
eclipse nos ha zarandeado a todos y nos afectará en los próximos 6 meses. Te deseo lo mejor, ya sabes que me duele
verte sufrir y puedes contar conmigo para lo que necesites. Esta mañana después
del sueño he imaginado que te abrazaba con fuerza y te acariciaba los cabellos.
Te amo más que a mi vida y a pesar del tiempo transcurrido que no te veo,
siento que este amor por ti es fuerte y poderoso.
Siempre en mi corazón mi precioso
ángel. Te amo, T´estimo, I love you, Ich Liebe Dich.
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