lunes, 26 de marzo de 2018

El brillo de tus ojos





Hola mi amor. La segunda vez que hablé contigo me sucedió algo mágico. Era el 6 de mayo y mis dos equipos favoritos jugaban las semifinales de la Champions. Pocos días antes tu equipo había eliminado de la copa a mi segundo equipo. El destino quiso que nos cruzáramos a la entrada del restaurante y no lo dudé. Te llamé por tu nombre pero no me oíste y entonces mi mano derecha tocó tu brazo derecho y te paraste. Te dije:  "Hoy nos toca a nosotros eliminarlos". Sonreíste con la boca y los ojos. Me llamó mucho la atención el brillo de tus ojos, eran luminosos, radiantes, preciosos. Parecías un hermoso ángel. Cuando nos separamos me sucedió algo increíble. Notaba un hormigueo, un cosquilleo, una energía en mi mano, la que había tocado tu chaqueta negra. Era como si me hubieran hecho un masaje,  la sensación me duró casi una hora. Pero lo que me había impactado fue el brillo de tu mirada. Empecé a buscar en internet y encontré un libro llamado Brida, precisamente escrito por uno de mis autores favoritos. Una frase me dejó estupefacta: 

Y somos responsables de reunir nuestro alma nuevamente, al menos una vez en la vida, con su "Otra Parte" que, con seguridad, se cruzará en nuestro camino.
¿Y cómo es posible reconocer esa otra parte?
Por el brillo en sus ojos.
Es la tradición del Sol. Así es como, desde el inicio de los tiempos, las personas reconocían su verdadero Amor.

Tus ojos dicen tanto amor mío...Nunca he visto unos ojos tan bonitos, tan brillantes, tan mágicos. Eres mi ángel caído del cielo. TE AMO.


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