Hola
amor mío. Que no te haya escrito no significa que no deje de pensar
en ti cada día y sienta tus emociones. La semana pasada fue muy
intensa y estoy segura que tú también notaste lo que nos pasó.
Durante dos días (nunca antes me había pasado tanto tiempo) se me
despertó como una especie de kundalini que acabó con Sacred
Intimacy. Fue maravilloso porque fue como tenerte a mi lado...No
puedo controlar las imágenes, no puedo manipularlas, simplemente
llegan y veo, siento todo lo que pasa entre nosotros. Pude sentir tu
olor, tu sabor, contemplar tus preciosos ojos brillantes...qué
bonitos son cuando el amor se refleja en ellos...Las imágenes
superan mis fantasías más intensas y cuando nos amamos astralmente
nada ni nadie puede interferir. Me di cuenta que a pesar de llevar un
tiempo en hibernación, cuando nuestros chakras conectan, cuando
nuestras almas “are merging” un fuego se despierta dentro de mí,
un deseo me enloquece, una sensación de amor me desborda de
felicidad...Estoy convencida que también sentiste todo este amor,
mein Schatz.
Después
de dos días intensos, tuvimos una especie de reset. El sábado fue
mi cumpleaños y pensé mucho en ti. Te notaba lejos y mientras veía
llover me imaginaba que pensabas en mi. Luego por la tarde salió el
sol y pensé que la vida es eso, lluvia y sol, noche y día, tristeza
y alegría. Durante todo el día te noté desconectado pero de
repente cuando ya me iba a dormir, te sentí por primera vez y me
llegó un aura de tristeza, un dolor en el plexo solar y te pregunté:
¿Qué te pasa amor mío? ¿Por qué estás tan triste? Te besé
dulcemente y luego abracé mi almohada como si fueras tú.
Para
acabar, de aquí pocos días voy a Munich. No te imaginas las ganas
que tengo de ir amor mío. Lo que daría por verte unos minutos,
abrazarte unos segundos, mirarte a los ojos y saber que estás bien.
Mientras escribo esto siento mi corazón latiendo con rapidez. Llevo
unas noches que me despierto de madrugada y me cuesta dormir y mi
remedio para retomar el sueño era imaginar escenas contigo...en el
aeropuerto, en Marienplatz, en Viktualienmarkt, en cualquier lugar de
una ciudad que hace justo 80 años el destino nos unió y donde
vivimos una historia de amor tan increible como maravillosa.
Muchas
veces me pregunto qué sientes tú por mi, por qué siento tu
tristeza pero también percibo tu felicidad que agita mi corazón.
ICH
LIEBE DICH MEIN SCHATZ. BIS BALD
ETERNAMENTE TUYA, TE AMO.
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